Gabrielle Giffords figuraba, en efecto, en la lista de las personas progresistas “a
eliminar”. Ahora esta derecha se distancia, como es natural, del loco que se
tomó en serio sus “metáforas”. Lo que no obsta para que cualquier observador se
vea obligado a señalar que, con ese lenguaje, algo malo tenía que pasar, tarde
o temprano. Y una de dos: o la
salvajada de Tucson trae como consecuencia una moderación en el lenguaje, cosa
de la que dudo, o habrá más. Por imitación, por resonancia, por odio y por la evaporación del principio
de tolerancia sin el cual ninguna
sociedad plural puede sobrevivir. Y encima, no hay quien encuentre en la
carrera política de la senadora ninguna señal de extremismo izquierdista.
Siempre se ha definido como de centro. Muy mal debe andar aquel país para que
se odie de esa forma a personas tan moderadas...
lunes, 10 de enero de 2011
LA SALVAJADA DE TUCSON
La
senadora demócrata Gabrielle Giffords se debate entre la vida y la muerte.
Recibió un tiro en la cabeza. Seis muertos hubo en el atentado contra ella, y
dieciocho heridos. El autor de los
disparos ha sido un joven de 22 años,
Jared Lee Laugher. Y resulta que la extrema derecha norteamericana se había permitido dibujar
una diana sobre la senadora.
martes, 4 de enero de 2011
SE PROHIBE FUMAR…
Contemplo con estupefacción y repugnancia la nueva
ley antitabaco. Nuestras autoridades, incapaces de defendernos del acoso financiero,
se desquitan acosando a los fumadores. Y es que el Estado posmoderno, impotente
frente al poder del dinero, ya empequeñecido o más bien hueco, ya vendido a
intereses que nada tienen que ver con nosotros, sigue expandiéndose a fuerza de
normativas y de multas, entrometiéndose en la vida del ciudadano, de cuyo
civismo abusa sin
la menor consideración.
Para el cumplimiento de la ley antitabaco se cuenta con el celo de
los denunciantes anónimos, es
decir, de personas que encuentran un gran placer en fiscalizar neuróticamente
el comportamiento de sus semejantes.
Vamos, pues, hacia atrás: no es precisamente la democracia lo que saldrá ganando con este
tipo de medidas. Podemos estar seguros de que si la sociedad se traga
“cívicamente” este atropello a los derechos de la minoría fumadora, es que está
madura para otras prohibiciones. Las imagino escalonadas, y cada vez más
irracionales y antivitales.
martes, 21 de diciembre de 2010
HUNGRÍA RESTABLECE LA CENSURA
En Hungría acaba de restablecerse
censura. La libertad de expresión y la libertad de imprenta se han acabado
allí, para vergüenza de todos los europeos, cuyo proyecto hace aguas por todas partes.
Parece mentira, pero es así. La regresión ha sido impuesta por el presidente
Viktor Orban, que presume de ser de centro derecha, lo que indica un desplazamiento de todo el sistema hacia el campo gravitatorio de la extrema derecha posmoderna. Con una cómoda mayoría
parlamentaria, Orban ha lastrado la Constitución de su país con esta novedad
“democrática”.
Los húngaros tendrán que vérselas con la Autoridad Nacional de
Medios, un organismo que estará facultado para imponer leyes y reglamentos de
tipo dictatorial, fuera de control parlamentario. Dicho organismo, con el
correspondiente equipo de fisgadores,
Torquemadas y soplones de oficio, será el encargado de establecer lo que
los húngaros deben entender por “interés público”. El infractor será puesto en vereda por
medio de tremendas sanciones económicas. Estemos atentos a la evolución del
penoso caso, no sea que se trate de una enfermedad contagiosa.
sábado, 18 de diciembre de 2010
LAS AGUAS BAJAN INMUNDAS
Nada más insano que el
hábito de estar informado… He aquí
que la clase política del mundo entero está dando muestras de servir a fuerzas
oscuras, no a los ciudadanos, lo que equivale a arrojar la legitimidad democrática a los pies de los caballos.
Ya han empezado, en la somnolienta
Europa, las manifestaciones airadas, no por casualidad. Y ello con la
correspondiente movilización policial. Vuelve la violencia, tan asimétrica como
siempre.
¿Y qué hace España en estado de alarma continuado? No hay dónde descansar la vista, a menos que unos se abisme en el mundo de las bacterias,
¿Y qué hace España en estado de alarma continuado? No hay dónde descansar la vista, a menos que unos se abisme en el mundo de las bacterias,
El recién elegido presidente
de Kosovo se encuentra bajo la sospecha de haber liderado una banda de
traficantes de órganos. La banda era capaz de engordar a sus víctimas serbias, antes
de matarlas. Lo que parece haber ocurrido bajo las mismas narices de las
democráticas fuerzas multinacionales a las que Kosovo debe su independencia.
Horroriza
tomarse en serio y en profundidad el informe de Dick Marty sobre la banda
kosovar, que ya había estado, sin ninguna consecuencia práctica, bajo la lupa
de la fiscal Carla del Ponte.
No
tiene ninguna gracia constatar que las supuestas fuerzas del bien andan en
feliz combinación con las que obviamente pertenecen al lado oscuro. Y por eso
me resulta tan irritante enterarme de que el socialista (¿?) Sócrates hacía la
vista gorda ante los vuelos de la CIA. Pero nadie va a dimitir por estas cosas,
que dejarán de ser noticia. Guantánamo, el Dachau posmoderno, sigue donde
estaba, se diría que con naturalidad.
Vamos hacia atrás, y esto también se
nota en los detalles. Por ejemplo, en el hecho de que el banco suizo UBS se
permita decir cómo deben vestirse sus empleados. Hasta se les dice qué deben
comer y qué no. Así nos enteramos de que nadie debe comer cebolla ni ajo durante la semana, de
que las mujeres sólo deben usar ropa interior de color carne, y no de algodón, porque se
arruga, y de que los hombres, que bajo ningún concepto pueden dejarse crecer un
poco la barba, deben ponerse
zapatos serios, de los que hay que ponerse con calzador… Y otros mil detalles de los que no
puedo reírme porque representan otros tantos ataques contra la autonomía
personal. Es que da asco, realmente.
viernes, 10 de diciembre de 2010
HACIA UNA UNIVERSIDAD CLASISTA
El conservador Cameron acaba de imponer una tremenda elevación de las
tasas universitarias. Los
estudiantes británicos tendrán que pagar hasta diez mil euros por curso, lo que,
como se comprenderá, está causando protestas, algunas de tintes salvajes. La
medida de Cameron no es sólo una medida anticrisis. Forma parte de una
estrategia que hiela la
sangre, por varios motivos. En primer lugar, porque es darle la
patada al proyecto Ilustrado; en segundo, porque apunta claramente a favorecer
a los estudiantes “de buena familia”; en tercero, porque obstaculiza la
movilidad social en sentido ascendente por el camino del estudio; en cuarto
porque somete la universidad a criterios económicos; en quinto, porque forma
parte de una intervención de ingeniería social, encaminado al restablecimiento
de una sociedad basada en el viejo truco medieval de que unos tengan acceso al
conocimiento y otros no. Náuseas es lo que me da. Asistimos a un cambio de época al socaire de la
crisis, a un cambio incubado desde hace tiempo por los cerebritos de la
escuela neoliberal. ¡Cómo se ve que ya no hay que presumir de tener mejores
escuelas y universidades que los comunistas! ¡Cómo se ve que, puestos a hacer
recortes, lo que se lleva es
aprovechar para redefinir los objetivos sociales, a costa de los más débiles.
No seré yo quien celebre una universidad clasista.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
NOTICIAS DEPRIMENTES
Leo que los irlandeses han visto
esfumarse los dineros de su seguridad social, devorados por la crisis. Veo que
Obama opta por seguir en la línea de Bush, rebajando los impuestos a los ricos,
supuestos creadores de riqueza. Veo que Zapatero elimina de un plumazo el
salario, de por sí mísero, a los parados. Veo que los controladores aéreos
dejan plantados a los pasajeros y me veo haciendo un esfuerzo para entender sus
motivos, oscurecidos por la ira que han concitado sobre sí mismos con su
desconsiderado proceder. Al final no me creo las razones del gobierno ni las de
los controladores, lo que ya es indicio de desconfianza generalizada.
Me entero de que las altas autoridades
europeas han rechazado prolongar las bajas por maternidad, a pesar de la luz
verde de los expertos. Oigo a Aznar decir algo así como “menos pensiones y más
trabajo”. Vuelvo a leer el
documento Transforma España y me quedo en un estado intermedio entre el llanto
y el cabreo. Oigo que el FMI aplaude los recortes de Zapatero, un hombre
sumamente astuto desde el punto de vista de los norteamericanos. Parece que ha gustado mucho su intención de privatizar algo de lo poco que queda.
Oigo
a Vargas Llosa arremeter contra la democracia de Bolivia y de Nicaragua, como si otras fueran perfectas. Constato que el proyecto europeo,
reducido a la mínima expresión por el imperio de los buhoneros, hace agua por
todas partes, mientras la señora Merckel se remite insípidamente a los valores
judeocristianos. Me entero de la detención de Julian Assange, cuyas buenas
intenciones empiezan a ser cuestionadas sistemáticamente, por un supuesto
delito de violación y otro de abusos. Hay quien, a cara descubierta y con un
lenguaje de épocas que creíamos pasadas, reclama la eliminación física de
Assange. Por mucho que me estruje el cerebro, no veo nada positivo en todo ello.
Hemos entrado ya en una fase oscura, no sólo en el plano económico.
lunes, 29 de noviembre de 2010
“TRANSFORMA ESPAÑA”, UNA PROPUESTA ELITISTA
La Fundación Everis,
presidida por el exministro Eduardo Serra, acaba de entregar en mano al
rey don Juan Carlos un documento de extremoso título: “Transforma España”... www.diariocritico.com/imagenesPieza/Propuesta%20TransformaEspana(1).pdf
El
documento cuenta con el respaldo
de la plana mayor de la élite
empresarial y bancaria. Se nos hace saber que en su elaboración han intervenido
cien personalidades de máximo nivel, con lo que queda firmemente establecido
que más serio y riguroso no puede ser.
Lo
he leído y voy a ser sincero. Me parece el trabajo de un alumno de primer curso
de empresariales, hecho por el sistema de cortar y pegar, con el abecé del
neoliberalismo por todo contenido. Está mal escrito, en una extraña jerigonza,
en la que se advierte la influencia estilística del power point y de los
apuntes tomados al vuelo.
No es posible resumir la pieza,
demasiado confusa. Sin embargo, queda clara, por repetición, la idea de que es
necesario transformar España.
Se nos hace saber que, venidos del mundo del “debo” pasamos al mundo del “me apetece”, con consecuencias desastrosas.
Se nos hace saber que, venidos del mundo del “debo” pasamos al mundo del “me apetece”, con consecuencias desastrosas.
Los cien sabios nos informan: “Competimos
en un mercado en el que hay que ganarse el derecho a ser consumido”. El mercado
mismo es el sapientísimo encargado de la planificación a largo plazo. Volvemos,
pues, con aires de novedad, a la Mano Misteriosa de Adam Smith, al viejo
darwinismo social puro y duro.
¿Por qué nos vemos en tan crítica situación económica? Porque hemos hecho el vago… O los cien sabios han perdido por completo el sentido de la realidad o disfrutan de una desfachatez a toda prueba. ¡Echar
la culpa de la crisis a las buenas gentes, a quienes se han deslomado
trabajando! Me parece a la vez feo y sintomático que las altas personalidades de
la élite bancaria y empresarial eludan toda autocrítica y cualquier crítica por el
procedimiento de ver vagos por todas partes. Pero la necesidad de encontrar un cabeza de turco es fuerte,
y los cien sabios ya lo han encontrado, sin esfuerzo, siguiendo la línea de ciertos think tanks norteamericanos. Que el problema son los vagos es algo que nos viene siendo repetido desde hace treinta años, en un intento de devolvernos a las coordenadas ricardianas y malthusianas, y esta gente no da más de si.
Se nos informa, en plan proverbio chino, de que la
crisis económica ofrece una "oportunidad" para “transformar España” (nada menos...) Para ello hace falta una transformación del ciudadano (¡cielo santo!), que debe
llegar a ser “integral”, es decir, un sujeto bien troquelado en cinco “facetas
fundamentales”: “El ciudadano como
depositario responsable de los valores de un país” (esto procede de la cantera
de la filosofía comunitarista), “el ciudadano elector” (no hace falta más, por
lo visto), “el ciudadano consumidor”, “el ciudadano financiador” (esto no queda
claro) y “el ciudadano productor de valor socioeconómico”… No se ría el lector
ante semejante reducción del ciudadano y tampoco ante la implícita puesta en
tela de juicio de la ciudadanía de quien no esté a la altura del modelo, porque
esto ha salido de la sustancia gris de cien sabios.
El documento alcanza clímax en una frase descompuesta, en la
que se expresa el loco sueño de que se produzca “la evolución de una sociedad
de personas hacia una sociedad de talentos” [sic!].
Una de
dos: o los empresarios y banqueros que suscriben este documento ni siquiera lo
han leído, o se lo toman en serio. Yo espero de todo corazón lo primero, porque
en el segundo caso me vería obligado, muy a mi pesar, a admitir que decisivos
resortes de poder están en manos de personas que, en cuanto dan un pasito fuera
de su campo de actividad, pierden
de súbito el sentido común, sin la menor posibilidad de tener eso que antes se
llamaba sentido del Estado. Y esto sí que resultaría fatal para los destinos
del país.
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