Ha
fallecido, a los setenta y nueva
años, Félix Pastor Ridruejo, notario de profesión, hombre de espíritu, amigo
entrañable y, en términos históricos, uno de los artífices de nuestra
Transición. He aquí un
hombre que puso su inteligencia y su saber político, y también su falta de
ambición personal, al servicio de la convivencia.
En los
viejos tiempos era posible encontrarlo en la cárcel de Carabanchel, haciéndose
cargo de las necesidades notariales de los presos políticos, o en la Dirección
General de Seguridad, decidido a levantar acta en casos de tortura. Por eso se
dijo que era un “notario atípico”.
Era amigo del alcalde comunista de
Marinaleda, de cuyos trabajos en el campo del cooperativismo siempre me habló
con admiración. Muy comprometido con la doctrina social de la iglesia, era un
social-liberal.
Su
contribución a nuestro sistema de partidos fue sobresaliente. Trabajó desde el
lado derecho, apoyando el proyecto de Manuel Fraga Iribarne, tirando
sostenidamente hacia el centro. Fue uno de los fundadores de Alianza Popular, y
fue también su salvador cuando el barco estuvo a punto de naufragar víctima de
la adversidad electoral.
Creo que en ese campo nadie razonó mejor a favor de la moderación, lo que entonces era bastante más arriesgado que
hoy. Su artículo “Franquismo”,
publicado el 14 de enero de 1978 en el diario Informaciones, fue muy valiente. Félix Pastor pedía a la derecha
española el debido distanciamiento del régimen anterior, ostensiblemente
antidemocrático, y la invitaba a llorar sus culpas, única manera de poder mirar al futuro y de no
quedar convertida en una estatua de sal.
Como la historia ha demostrado, nada más difícil que crear un partido
hecho para durar y la contribución de Félix Pastor a la obra de Fraga nunca
será olvidada por los estudiosos de nuestro sistema de partidos.
Había vivido, de niño, el trauma de los
bombardeos, durante nuestra guerra civil, y había visto el pavoroso espectáculo de la Europa de la
posguerra. Con motivo de la guerra
de Irak, no dudó en desmarcarse de la línea oficial de su partido, con unas declaraciones
al periódico El Mundo. Era un pacifista
insobornable.