Así se titula el artículo en el que el periódico La Razón pretende aclararnos lo que está pasando en los sufridos
dominios de la Educación.
A
creer a su autor, las protestas convocadas obedecen a la acción de unos malos
estudiantes, supuestamente compinchados como el PSOE, cuyos nombres, retratos y
currículums incluye con el
descarado propósito de denigrarlos a ellos y a la causa que defienden. Cosa de
que queden convenientemente marcados.
No sé si
con ello se inicia una recaída en modos dictatoriales, de naturaleza
persecutoria, con el habitual fichaje de cabezas de turco para eludir los temas
más obvios. Pero sí sé que con la defensa que le brinda La Razón, el señor Wert no necesita un solo crítico más para verse
completamente al descubierto. Haría bien en dimitir, en retirar sus inhábiles manos de un mundo que no entiende y al que causa alergia.
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