viernes, 10 de marzo de 2017

HABLA LA MINISTRA DE DEFENSA

    El jueves en el Club Siglo XXI María Dolores de Cospedal ha impartido una lección de ortodoxia atlantista que no se puede pasar por alto sin más ni más. La ministra nos hizo saber que es preciso duplicar los gastos en defensa durante los próximos siete años. Así, como suena. Se le oyó decir con entusiasmo que lo armamentístico es un negocio ventajoso, “de riesgo cero”…
     Su mención a los gastos en sanidad, educación y pensiones no tuvo desperdicio. A creer a la ministra, solo un ingenuo podría decir que no ha lugar a tan espectacular gasto en defensa habida cuenta la necesidad  cubrir estos rubros sociales con un mínimo de solvencia. Porque solo un ingenuo puede ignorar que, sin un “escudo protector”, seremos víctimas del terrorismo islamista radical. Se deduce que estamos completamente indefensos por no haber gastado lo suficiente.
     He aquí la película, totalmente paranoica: Ya arrasados por dicho terrorismo islamista radical, fin de la sanidad, de la educación, de las pensiones y de la libertad. De modo que la salvaguarda de estos bienes pasa, en primer término y lógicamente, por duplicar el gasto en defensa, ya mismo, antes de que sea tarde. Los asistentes al acto se vieron invitados  a la magna tarea de  “convencer a la ciudadanía” de que es cuestión de vida o muerte. Ignoro si aplaudieron o no.
      Lo de menos es la grotesca palabrería. Lo tremendo es el proyecto y la escala de valores subyacente. Si indignante es la sola idea de volver a sangrar las arcas públicas no lo es menos el hecho de que nuestro país, de suyo hipotecado,  se vea aherrojado a intereses tan oscuros y obtusos. Trump ordena a los europeos que aumenten el gasto militar, Bruselas  vacila, la señora De Cospedal se apresura a  halagarle los oídos… Y solo es, me lo temo, un pequeño adelanto de lo que vendrá.