Un lector se ha enfadado conmigo por mi anotación sobre el chantaje nuclear que estamos padeciendo. Como falta a las reglas elementales de la cortesía, como no razona, como lee mal, me veo compelido a aumentar su irritación.
El problema de los residuos: Un "experto" en energía nuclear me dijo con la mayor seriedad que, a no dudar, la ciencia encontrará "pronto" la manera de hacerse cargo de ellos con “total seguridad”… Mi airado lector pertenece a la misma capilla, y lo sé incapaz de asumir el reto en su totalidad. Porque, amigos, una cosa es empaquetar y tener bajo vigilancia los residuos nucleares durante miles de años… y otra respetar el abecé de una organización hecha para durar. Un sistema ecológico sostenible exige que los residuos generados por cualquier actividad sean reciclables, lo que sitúa el problema de los desperdicios nucleares en su verdadera dimensión. Hablar de ello es, por lo que parece, un tema tabú, de donde se sigue que no habrá debate alguno sobre las cuestiones de fondo.
Se nos hace saber que la energía nuclear permitirá a nuestra civilización no sólo mantenerse en pie sino también seguir adelante sin necesidad de ninguna autocrítica seria. Como si no vivieran en un planeta limitado, los publicistas de la energía nuclear pasan sistemáticamente por alto una sencilla evidencia: a mayor cantidad de energía disponible, mayor devastación. Dichos publicistas están perfectamente dispuestos a legar a sus hijos y nietos un planeta cadavérico. Lo importante, creo haber entendido, es "tener energía"...
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