lunes, 21 de septiembre de 2009

BASURA RADIACTIVA

Me dicen que, a no dudar, se encontrará la manera de reciclar la basura radiactiva “el día de mañana”… Basta un pequeño gesto de escepticismo para que mi interlocutor ponga cara de pocos amigos… Tomemos nota: lo nuclear se ha convertido en una materia tan delicada como la religión, por lo que nada tiene de extraño que las grandes promesas vengan en el lote.

Los fundamentalistas de la energía nuclear son, por lo que he podido comprobar, gentes de fe sumamente tercas. Creen que la capacidad técnica del homo sapiens es ilimitada y creen, de paso, en la bondad y en la seriedad del sistema en que vivimos.

Chernobil no les impresiona; ni se acuerdan de Three Miles Island ni del susto de Tokiamura… Las fisuras y los “pequeños fallos” de las actuales centrales no les quitan el sueño; la vetusta Garoña debería funcionar diez años más; el poder contaminante de los proyectiles de uranio enriquecido es un asunto secundario; está muy bien que Rusia y otros países en apuros se conviertan en vertederos para la basura nuclear europea…

Y ya puede la mafia calabresa hundir toneladas de basura radiactiva en el Mediterráneo y en aguas africanas, que ellos seguirán convencidos de que la humanidad está en buenas manos y la situación bajo control. Así nos va.

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