Un
representante israelí ha justificado la criminal acción de su gobierno con un
razonamiento de lo más sencillo: si éste hubiera dejado pasar a la Flotilla,
tras ella vendrían otras… lo que constituye una declaración de impotencia.
Constato que, con tal de lograr sus fines, el gobierno israelí no ha dudado en retratarse para la posteridad con un rostro francamente inhumano. Quizá estemos ante una repetición, quizá ante una novedad, quizá ante las dos cosas. Ahora bien, el poder armado tiene un límite, como decía el viejo Gandhi y como nos acaba de ser recordado. El uso de armas contra gentes desarmadas provistas de una intención moral se vuelve indefectiblemente contra el que abusa de su poder.
Constato que, con tal de lograr sus fines, el gobierno israelí no ha dudado en retratarse para la posteridad con un rostro francamente inhumano. Quizá estemos ante una repetición, quizá ante una novedad, quizá ante las dos cosas. Ahora bien, el poder armado tiene un límite, como decía el viejo Gandhi y como nos acaba de ser recordado. El uso de armas contra gentes desarmadas provistas de una intención moral se vuelve indefectiblemente contra el que abusa de su poder.
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