Juan Carlos Escudier ha publicado un
artículo sobresaliente (http://blogs.publico.es/escudier/2013/05/el-mejor-pacto-es-un-frente-de-izquierdas/ ) con su inconfundible estilo, nunca exento de acidez, de humor negro y de
exquisita precisión. Allí nos deja, para la reflexión, el siguiente párrafo: “Lo
que debería ser posible y hasta obligado es la formación de un frente de
izquierdas, donde partidos, sindicatos y movimientos sociales, incluido el
15-M, dejen de hacer la guerra por su cuenta y construyan una alternativa, una
respuesta unitaria a tanto destrozo”. Suscribo este parecer.
Por eso he hablado en algún post de la necesidad
de ir hacia un Frente Amplio, e incluso me he atrevido a utilizar la expresión
Frente Popular, a sabiendas de que a algunos les puede causar escalofríos.
Creo, además, que sólo la articulación de un
Frente capaz de aglutinar a todas las personas que rechazan el actual estado de
cosas puede salvar a nuestra
democracia, revitalizándola por el procedimiento de hacerla efectiva. Porque es
lo único que puede romper el círculo vicioso al que nos ha llevado el
“bipartidismo imperfecto”. El tándem PSOE-PP, capaz de algo tan abyecto como la
modificación del artículo 135 de nuestra Constitución, ya no da más de sí.
A no
dudar, los dos partidos hasta ayer hegemónicos, que se han cavado la fosa ellos
solos, serán duramente castigados en las urnas, hagan lo que hagan de aquí en
adelante. Pero ello no quiere decir que el camino sea llano para quienes
deseamos una alternativa. Hay que contar con la pesada inercia, con los
compromisos sentimentales y también con el miedo a lo desconocido, que será
atizado desde todas las instancias planetarias. Cuando un sistema de poder se
ve amenazado por las urnas no se queda nunca de brazos cruzados.
A esta
legislatura ya se le ha acabado la cuerda y es probable que no llegue a su
término normal. No cabe pasar por alto esta situación, y lo ya sabido: la
articulación de un partido hecho y derecho, de nueva planta, capaz de ganar y
no meramente de figurar, es tarea de años. Y nuestros problemas son todos
urgentes, del tipo de los que se agravan con el tiempo. Bajo esta luz se impone
la necesidad de crear un Frente Amplio, que debe estar operativo a la mayor
brevedad posible, antes de que seamos víctimas de algún torticero “pacto de
Estado” o de algún Monti, antes de que el poder termine de desmandarse, antes
de que el mecanismo democrático salte por los aires.
Por lo tanto, los representantes de las fuerzas
enumeradas por Escudier deben sentarse a la mesa mañana mismo. No se trata de
que nadie renuncie a tales o cuales querencias particulares, que ya tendrán su
cauce y su momento. Se trata de impedir una catástrofe social y política, echando
mano de lo que nos une.
Las diferencias de criterio que hay en el seno de la
izquierda pueden ser utilizadas para bien, para mantener la elasticidad y la
amplitud de miras, para hacer un saludable ejercicio de tolerancia, para
encontrar la justa proporción de utopismo y de pragmatismo que exige esta situación. Y téngase presente que, ya puestos a ello, sería un error excluir en bloque y mecánicamente a las gentes del PSOE, un error tan grueso como dejarse copar por ellas.
Dicen los expertos en estas materias que
nada une más que un enemigo común. Y esto es precisamente lo que tenemos. No
otra cosa es la Bestia neoliberal que pretende devolvernos al siglo XIX. No es
el momento de perder el tiempo con personalismos, tiquis miquis doctrinales, viejas pendencias, cortedades o
desmesuras. La Bestia ya se ha abalanzado sobre nuestro pueblo y lo está
destrozando.
[Acabo de leer un artículo del profesor Vincent Navarro que merece ser leído al hilo de estas reflexiones. En lugar de la palabra "Frente", el profesor prefiere "Coalición". Véase:http://blogs.publico.es/dominiopublico/6949/apuntes-para-una-estrategia-de-cambio/]
[Acabo de leer un artículo del profesor Vincent Navarro que merece ser leído al hilo de estas reflexiones. En lugar de la palabra "Frente", el profesor prefiere "Coalición". Véase:http://blogs.publico.es/dominiopublico/6949/apuntes-para-una-estrategia-de-cambio/]
El movimiento 15-M NO es y NUNCA se ha definido como "de izquierdas". Un frente común contra el bipartidismo, bien. Pero... ¿por qué sólo de izquierdas?
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