He oído palabras de entusiasmo por el resultado de las negociaciones encaminadas a la “reestructuración” de la
deuda griega, por la mágica “quita” que supuestamente ha venido a salvar a
Grecia y al euro del desastre. No seré yo quien suelte un suspiro de alivio,
pues en vista de que, en última instancia, sólo se han salvado los intereses
financieros, nuevamente a costa de la gente, con un alambicado sistema que
permitirá a los bancos acreedores deshacerse de papeles sin ningún valor para
recibir dinero fresco y toda clase de garantías con respecto a los nuevos
papeluchos, veo el panorama negro. Grecia seguirá hundiéndose, y
nosotros con ella.
No
por azar, se habla ya de las nuevas inyecciones de dinero que necesitará el
infortunado país en el futuro inmediato, no para crecer sino para pagar a los usureros, lo que indica que el chantaje al
pueblo griego está lejos de haber terminado. Y es preciso seguir de cerca lo
que le sucede a este pueblo, para entender lo que nos pasa, pues, hablando
seriamente, estamos en las mismas, en otro espacio, en otra fase, pero en las
mismas.
Se demuestra que las buenas gentes no
cuentan para nada ante el imperio de los mercados, a los que se ha sumado
Bruselas, en calidad de cómplice numero uno. Como proyecto político Europa está
acabada, lo que me causa un dolor indecible. El caso griego, así como el
nuestro, me recuerdan la genialidad de ciertos parásitos, capaces de dejar a un
animal en los huesos sin llegar a matarlo, pues de él viven, bien entendido que
ahora estoy hablando de parásitos que no han demostrado atenerse a ningún
límite.
¿Qué pasará entonces? Pues lo que
ya ocurrió en el pasado, tras la Gran Depresión. Visto lo visto, ya al borde del estrangulamiento, ya
cansados todos de esta galopada nihilista amparada bajo la autoridad de Adam Smith, según la
versión de Friedman, habrá quien vuelva los ojos hacia Lenin, por la
izquierda, y quien la vuelva, por la derecha, al mismísimo diablo. ¡Y con razón! Tal es la
necedad suicida de los dueños de la situación, hórreos de conocimientos
históricos, y hasta creídos, por haberse tragado su propia milonga, de que la
historia misma se terminó hace
unos años a su entera satisfacción. La historia acelera y las palabras sensatas
sólo encuentran oídos sordos como una tapia. Que lo inteligente y lo europeo era no dar razones a esas regresiones extremas lo sabía cualquiera con dos dedos de frente, pero hay gente importante que tiene menos neuronas que un parásito.
Lo que no me cuadra, lo que no puedo comprender es la inacción palmaria de los gobernantes. Mas que un grupo consciente de malvados, parece que hay en juego una dinamica anonima que rige malevolamente los acontecimientos actuales, un Logos perverso, algo así como el Espiritu de Hegel.
ResponderEliminarHegel trasfigura el Dios cristiano producto de la escolastica medieval y lo convierte en Logos, Conocimiento o Espiritu. (previamente Kant ya habia transfigurado al Dios medieval en Idea). Hegel y Nietzsche son filosofos opuestos ya que Hegel solo entiende la identidad del individuo a traves de su integracion en la sociedad, en el proyecto comun, en el Estado. Hegel es el tipico filosofo de la Corte Prusiana e incluso le hace la pelota al rey de Prusia al considerar a Prusia como el Estado perfecto, la tercera y ultima fase de su concepcion de la Historia como un proceso que partiendo de la pristina polis griega atraviesa un largo y doloroso periodo de oscuridad y sufrimiento hasta alcanzar un final feliz bajo un Estado modelico (Prusia). Sin embargo Nietzsche es todo lo contrario, la filosofia de Nietzsche eta basada en el individualismo, en la autoafirmacion del yo, en despojarse del complejo de culpa, en hacer que el individuo reniegue de su propia sociedad y de su propio Estado (tal y como hizo Nietzsche en su propia vida). Por eso Nietzche es el filosofo de la modernidad y establece la base del individualismo moderno, en donde el individuo reclama su derecho a desentenderse de la sociedad y el proyecto comun, para satisfacer sus propios deseos instintivos ( esto es la base del nihilismo moderno)
Por eso pienso que el nazismo se inspira a partes iguales tanto en Hegel y su ideal del Estado Prusiano como finalidad del desarrollo historico, como en Nietzsche a traves de sus llamadas a la desinhibicion de los deseos personales.