jueves, 22 de abril de 2010

NAJWA MALHA, VÍCTIMA DE UN ATROPELLO

    Estoy incondicionalmente de parte de esta alumna y en contra de lo dispuesto por el Instituto Camilo José Cela de Pozuelo de Alarcón, que no la deja ir a clase con el pañuelo islámico, o hiyab. Me parece increíble que a principios del siglo XXI se puedan atropellar los derechos de una muchacha de forma tan mezquina.
    Los responsables de dicho centro docente, así como los que aplauden su reglamento, no son liberales y si pretenden hacerse pasar por tales los consideraré unos  sujetos carentes de preparación alguna. Es probable que ellos no lo sepan, de puro ignorantes: Son unos absolutistas, incapaces de practicar y menos aun de enseñar lo que es el liberalismo. ¿Se les llenará después la boca con bonitas palabras sobre la tolerancia y sobre el respeto que nos debemos los unos a los otros? No sería de extrañar. Lo grave es que tengan que ser personas así quienes explique a los muchachos por qué la Declaración Universal de los Derechos Humanos ampara la libertad de creencias. 

1 comentario:

  1. No es el hecho de un pañuelo en la cabeza, sino el incumplimiento de las normas establecidas.

    La tolerancia debe tener límites, ¿debemos tolerar la ablación o la lapidación?

    Si, hay que aplaudir la decisión del no sometimiento al libre albedrío. El pañuelo en aras de su libertad individual, que se lo ponga en su casa. En lugares que son de todos, que acepte las normas dadas por todos. Fácil.

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