viernes, 8 de octubre de 2010

EXPERIMENTOS INMORALES


    Estados Unidos acaba de verse obligado de pedir  perdón a Guatemala: ochocientos guatemaltecos fueron utilizados como cobayas humanas para estudiar los efectos de la penicilina sobre la sífilis y la blenorragia, allá por los años cuarenta… Ya es una regla fatal que de estas cosas nadie se entere a tiempo.
     Hemos llegado al colmo de sentirnos buenos.  El doctor Mengele, ese sí que era malo… Pero, ay, resulta que la desvalorización del ser humano es lo que tienen en común tanto el comunismo, como el nazismo y el dolarismo.  No hay otra explicación.
     Mengele anda entre nosotros como Pedro por su casa. Nuestra civilización está lo que se dice podrida. Sólo así se explica el trato dispensado a los ochocientos guatemaltecos, nada sorprendente si tenemos en cuenta que en centros universitarios  de Nueva York, Illinois, California y Tenessee se administraron, hasta bien entrados los años sesenta, inyecciones de yodo radiactivo a pacientes desprevenidos, incluidas no pocas mujeres embarazadas y niños subnormales... Sobre lo que está pasando en estos momentos nada sabemos y es inútil hacer preguntas, lo que  no es lo que se dice tranquilizador.

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