Así se titula un libro de necesaria lectura, escrito por David Finkel, publicado por Crítica, cuyo subítulo, muy preciso, reza así: muerte, miseria y decepción en la guerra de
Irak.
Finkel convivió en el frente, durante ocho meses, con los hombres del
Batallón 2-16, y el resultado ha sido este testimonio francamente estremecedor.
La sufriente humanidad de estos soldados, algunos de sólo diecisiete años,
metidos en una experiencia límite, se proyecta sobre la conciencia con la
fuerza de lo indeleble. Finkel ni siquiera se ve en la necesidad de condenar
esta guerra. Le basta con contarla desde la perspectiva de los soldados.
El
libro nos debe servir para recordarnos que al sufrimiento que se inflige al
pueblo iraquí es de rigor sumar el de los propios soldados norteamericanos. Al
menos, desde el punto de vista de quien se permita contemplar esta desventurada civilización desde una perspectiva humanista.
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