Al término de la Segunda Guerra Mundial, que costó millones de muertos y que dejó millones de tullidos y de locos, al final de esa salvajada cuyos efectos subsisten en la gente y en nuestras instituciones, la señora Eleanore Roosevelt comprendió que no había tiempo que perder, y logró que las Naciones Unidas proclamaran a la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Me dispongo a celebrar un nuevo aniversario de tan magno acontecimiento, de los pocos que deberíamos celebrar todos los años, a lo grande además.
Me invade, por anticipado, una profunda melancolía. Ya sé que no habrá una fiesta como Dios manda el próximo 10 de diciembre. No hemos estado a la altura de tan sabia Declaración. Es grato enseñar esos derechos en las escuelas y a los jóvenes, pero vamos a lo serio: nunca se tienen en cuenta a la hora de la verdad. Se han convertido en una especie de neblina moral, que permite hacer pasar por buenos a toda clase de enemigos de la humanidad. Por lo visto, a juzgar por los hechos, despreciamos al ser humano. ¡Qué vergüenza!
Si la humanidad quiere salir bien librada de los tremendos desafíos de la hora presente, hará bien en tomar esa Declaración de 1948 al pie de la letra. (Véase: Declaración Universal de Derechos Humanos ).
Disculpe usted la pregunta, pero califica a la Segunda Guerra Mundial como "una salvajada". ¿Se refiere, entre otras cosas, a la actuación de los soldados norteamericanos, británicos, canadienses, franceses...en la playas de Normandía...entre los setos de Caen, por ejemplo? ¿O tal vez es ese el calificativo que le merecen los pilotos británicos, australianos, canadienses, polacos,franceses...que cayeron en la llamada "Batalla de Inglaterra"? Si no es así, ¿no será que hace referencia a todos esos súbditos de la URSS caídos en Stalingrando, por poner otro ejemplo?
ResponderEliminar¿Es usted de esos que sostiene la idea de que "todas las guerras son injustas"? ¿Estás usted seguro?
Los que se dejaron la piel en el Ebro en defensa de la República, ¿peleaban en una guerra injusta?
¿Ve en serio que usted cree que matar a otro ser humano es un acto intrínsecamente injusto, con total y absoluta independencia de las circunstancias?
Y disculpe si le he importunado-