lunes, 8 de febrero de 2010

EL PRECIO DEL AIRE

     Quienes hemos sido educados en la fe en eso que se llamaba progreso, tenemos la antenas muy finas, demasiado sensibles para estos tiempos extrañamente retrógrados. Hoy, por primera vez en mi vida, bastante larga, me he topado con un extraño aparato, con el logo publicitario de una afamada empresa petrolera. Si quería aire para los  neumáticos de mi coche, tenía que meter un euro en una ranura y hacer uso de un panel digital. Tuve que ponerme las gafas: Nunca vi nada igual. Eso si, pongas mucho o poco aire, te cobran lo mismo... lo que quizá deba ser entendido como una gentileza de la casa. De la otra punta del mundo me llega la noticia de que una niña de doce años fue arrastrada fuera de la clase, debidamente esposada, conducida a la comisaría y juzgada... por haber escrito unas niñerías con tinta lavable en su precioso pupitre. He acabado el día con una especie de náusea.

1 comentario:

  1. Dentro de poco nos cobrarán por el aire que respiramos, por la saliva que gastamos-indebidamente-al contemplar los manjares que otros se zampan, por usar la acera para caminar hacia el trabajo o por el hecho de mirar hacia arriba en noches de luna llena y poder ver a nuestro planeta tan grande, tan redondo y tan misterioso ... El caso es sacar tajada por lo que sea. Un saludo. Anónimo (Veneciano, naturalmente)

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