En
nuestro tiempo, ahora que abarcamos con la vista el planeta entero, las
consecuencias morales de la guerra nos afectan a todos sin excepción, con muy
poco margen para el engaño. Acabo de oír el testimonio de un joven soldado
norteamericano [http://www.youtube.com/watch?v=9kWU-JHetMM&]
que ha cobrado conciencia del mundo en que le ha tocado vivir y que se revuelve críticamente contra el
orden establecido, al que condena de forma inapelable. Es muy difícil, por no
decir imposible, refutar sus afirmaciones. Hágase la prueba, y se verá que,
para llevarle la contraria, sólo contamos con palabras huecas y con
argumentaciones insostenibles. Esta impotencia ante las palabras de un soldado
revela, a las claras, en qué clase de atolladero se ha metido nuestra
civilización.
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