viernes, 12 de marzo de 2010

DERECHISMO A LA NORTEAMERICANA

Bajo la presidencia de Obama, de forma reactiva, se está incubando un movimiento de imprevisibles consecuencias tanto para el país como para el mundo. El hecho de que Obama, bastante conservador, provoque semejante reacción es, en sí mismo, un síntoma alarmante. ¿Hacia dónde va aquel país, otrora faro de la democracia planetaria?
    El movimiento del Tea Party sigue en alza con la inefable señora Palin a la cabeza; cobra impulso el movimiento llamado Keep America Save, promovido por la hija de Dick Cheney y por el hijo  del neoconservador Irving Kristol. Nos enteramos de que la Fox News se ha sumado a la campaña de agitación. Y resulta que en la América profunda las “milicias populares” se encuentran en auge. No le veo la gracia, francamente. Que estas cosas ocurran en un país endeudado y a la vez orgulloso, con la clase media golpeada, no es lo que se dice tranquilizador a juzgar por las lecciones de la historia.
    No estamos ante un fenómeno intrascendente, más o menos pintoresco.  Tras la agitación “popular”,  de tintes patrióticos y religiosos, cabe ver la mano de una minoría decidida que ya ha metido al país y la humanidad en graves problemas. Esa minoría no tiene nada que ver con una derecha convencional y, por lo que parece, no tiene ningún inconveniente en cabalgar un tigre. Está dispuesta a romper las reglas del juego. No por casualidad, algunos de sus promotores empezaron en el trotskysmo y fueron discípulos del muy elitista Leo Strauss; no por casualidad,percibo un tufo criptomaquiavélico y criptonietzscheano de la peor especie. Esperemos que el pueblo norteamericano no se deje engatusar, no sea que tengamos que pagar los platos rotos entre todos.

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