viernes, 13 de abril de 2012

MÁS RECORTES, MÁS REFORMAS Y UNA CONCLUSIÓN

    Se nos ha hecho saber que los recortes no obedecen a presión exterior, sino que dimanan de un proyecto de reforma autóctono.
    A primera vista, uno puede creer que tal declaración ha sido inspirada por algún mago de la mercadotecnia, pendiente de salvar el patriotismo, la personalidad y el futuro político del recortador. Pero, ay,  se puede tomar en serio, al pie de la letra. Y entonces resulta que la cosa luce tal que así: el que hace los recortes los hace por militar en la misma escuela o banda de los que dictan los recortes desde fuera. ¡Acabáramos!
     No tiene sentido que nos molestemos  en ir  paso a paso, tratando de desentrañar los alcances del recorte de cada día, tratando de aquilatar su aristotélico sentido del equilibrio. Pues se apunta directamente al entierro de la sociedad en que hemos vivido, para dar paso a un modelo de sociedad tercermundista, de dominio descarado de una minoría sobre el común de las gentes.
    No es que los mandarines de dentro obedezcan a los de fuera,  como habíamos creído, es que pertenecen a la misma familia y comparten el mismo proyecto,  ya realizado a conciencia, con suma brutalidad, en otras regiones de este sufrido planeta.
    Como el proyecto es en sí mismo inconfesable, vergonzoso y –por usar el lenguaje al uso- invendible, cabe esperar que seremos mareados con toda clase de pases  trileros para que no veamos más allá de nuestras narices.  
    A tales juegos pertenece, por ejemplo, la apelación a la declaración de la renta del ciudadano. En los viejos tiempos, bastaba con echar un vistazo a la cara y a la indumentaria de un sujeto para clasificarlo…. Y  a ello volveremos en no mucho tiempo, previo período de clasificación en base a la citada declaración. 
   Si el sujeto no puede acreditar capacidad de supervivencia, ¿qué  sentido tiene darle una beca? ¿Si se le puede sacar algo de dinero por tal o cual servicio, por endeble que sea su base de sustentación, por qué  no sacárselo? Mientras se lo tiene desnudo, financieramente hablando, con todas sus cosas a la vista, también con sus vergüenzas, seguro que se queda callado, e incapacitado para levantar la vista hacia los altos estratos donde se juega a lo grande. 

lunes, 9 de abril de 2012

DE GUINDOS AVISA: NUEVOS RECORTES


    Tras la presentación de los presupuestos generales de la vergüenza en vísperas de la Semana Santa, y antes de que esta termine, el ministro De Guindos, el tecnócrata, ex Lehman Brothers,  se sincera a un periódico alemán, una técnica muy socorrida: habrá mas recortes, ahora en educación y sanidad, dos ámbitos ya castigados.
   La mecánica es siempre la misma. Tras el hachazo y las felicitaciones de Bruselas, vienen las nuevas presiones. Los mercados y la bolsa han demostrado que los sacrificios previstos, terroríficos para la gente, no garantizan nada, de modo que habrá que hacer más sacrificios. ¿Y cuál es el tope? Amigos: no hay tope. Ahora mismo, tras ceder lo que no se puede ceder, Grecia no está mejor sino peor, y se le van a pedir nuevos sacrificios.
    La lógica de los chantajes carece de tope, o mejor dicho tiene por tope el colapso del chantajeado. Europa no tiene un programa serio para sí misma, si descontamos el de desplumar a los endeudados, ya metidos en una espiral autodestructiva, espiral de la que los muy ricos y las grandes corporaciones están a salvo por principio, como acaba de demostrarse de manera brutal y chulesca.  
    ¿Y cómo continuar? ¿Echándole la culpa al PSOE? ¿Metiéndole más miedo a la gente? ¿Haciendo uso de policías y de jueces? ¿Convirtiendo a los que protestan en terroristas? ¿Haciendo promesas de imposible cumplimiento? 
    Es inevitable que uno se pregunte dónde están los parlamentos, el nuestro y el europeo…  Se supone que, al menos, deberían estar haciendo algo para moderar a los chantajistas. Es lo menos que se les puede pedir. ¡Que hagan honor a su función!  ¡Que digan algo! ¡Que protesten! ¡Que debatan alguna alternativa creíble!  ¿O debemos imaginarlos compinchados con los vendepatrias de turno, con los nuevos quislings? 

sábado, 31 de marzo de 2012

LA HUELGA GENERAL Y LOS PRESUPUESTOS DE LA VERGÜENZA

    Tras le hachazo a los derechos de los trabajadores, un hachazo que nos ha devuelto al siglo XIX, ¿qué esperaba el gobierno? ¿La felicitación de los afectados? La respuesta ha sido la huelga general que acabamos de vivir.  Y he aquí que esta huelga, tardía y modulada,  ha sido tildada de antipatriótica, de inoportuna, de contubernio sindical, de asunto de un PSOE resentido, de cosa de lunáticos...
     Sobre la marcha, en caliente, el gobierno nos hizo saber que la reforma del mercado de trabajo es "imparable", y que no modificará un ápice su política. No he oído una sola palabra calmante, ni el más pequeño gesto de comprensión. De forma que, de entrada, parece que se les quiere dar la razón a quienes ya han dejado de creer que por medios convencionales  se pueda influir ni un poquito siquiera en el ánimo de los que están arriba.
    La señora Aguirre ha llegado al extremo de decir que los sindicatos, “como el muro de Berlín”, se encuentran en fase de derribo, con lo que quiso decir que no valen nada y que la huelga ha sido un fracaso. Este es el  punto de vista que la prensa amarilla se empeña en dejar bien sentado.   Me parece lamentable: así se falta tanto a la verdad como al respeto debido a los sindicatos y a los huelguistas. Me da grima tanta arrogancia y tanta frivolidad, tanto desprecio por el dolor del ciudadano de a pie.
    Seguidamente, en vísperas de Semana Santa, cuando se supone que la gente está distraída, como viene siendo norma,   el siguiente hachazo: se dan a conocer los presupuestos generales del Estado, con drásticos recortes en áreas delicadas, que ya venían deprimidas, desde la Educación a la Sanidad, y con un fatídico tijeretazo a los fondos destinados al benemérito cumplimiento de la Ley de Dependencia. Bastarían  estos recortes para considerarlos los presupuestos de la vergüenza, pero es que además tienen dos particularidades odiosas, pues obedecen a un chantaje exterior y, encima, expresan que se ha renunciado de plano a invertir en medidas que impulsen el crecimiento, lo que enmarca la reforma laboral en un panorama desolador. 
     Desde el punto de vista del ciudadano de a pie, resulta que el Estado no es más chico ahora, pues ejerce hacia abajo una fuerza aplastante, y que por estado mínimo debemos  entender un Estado puesto al servicio de oligarcas próximos y remotos. 

lunes, 26 de marzo de 2012

UNA CENITA CON MR. CAMERON


    Acaba de saltar a la luz una modalidad de participación activa en la conciencia del premier británico. Resulta que por “sólo 250.000” se puede cenar con él en Downing Street, se diría que a la luz de las velas, y contar además con la presencia de George Osborne, el ministro de Finanzas. Siempre, claro es, con la disculpa de que el dinerillo se destinará a la financiación del partido conservador.
     La noticia es escandalosa, pero no de tipo sorprendente, porque hace tiempo que el sistema nervioso de la democracia ha sufrido un cortocircuito, siendo lo demás, estas cenitas y la bajada de impuestos a los ricos, la consecuencia inevitable.
    Aunque trate de hacerse el distraído para no respirar el mal olor y para hacerse cargo de los imperativos de la supervivencia, el ciudadano normal recibe todos los días, en la cara, abundante información sobre las enormes sumas de dinero contante y sonante que circulan y se intercambian alegremente por encima de su cabeza. Cameron saldrá del paso de cualquier manera, con ayuda de sus sofistas de cabecera, y el caso acabará naturalmente en nada. Ahora bien, es inevitable que uno se pregunte cuánto tiempo más se podrán seguir manteniendo las apariencias. Nuestros primates no experimentan el menor escrúpulo de conciencia, y ningún reparo estético tampoco, y se dedican, sin más, a chulear al ciudadano normal. Me parece una irresponsabilidad por su parte. Y me parece trágico, si tenemos en cuenta lo mucho que costó atemperar los odios de clase, si tenemos en cuenta la cantidad de ruedas de molino que nos hemos tragado a espera de que dichos primates recapaciten.

sábado, 24 de marzo de 2012

HUELGA GENERAL Y PATRIOTISMO

   He oído decir que ir a la huelga el día 29 no es patriótico, que lo patriótico es trabajar ese día… No he podido quedarme callado y ha habido una discusión. Me ha sido dicho, acaloradamente, que el derecho de huelga debería ser regulado, léase limitado, de acuerdo al capricho de la CEOE. La discusión ha subido de tono, tanto que ha sido mejor darla por terminada, e incluso por no sucedida.
     Ya sé que algunos de nuestros primates se verían muy complacidos si las huelgas fueran imperceptibles, si las manifestaciones no ocasionaran ni la menor turbulencia, si el llamado cuerpo social encajase todos los golpes como un saco de arena y no como un ser vivo. Pero no sé como pueden ser tan arrogantes, tan brutos. ¡A estas alturas de la historia!  Y les diré que hacen muy mal cuando se atreven a apelar al patriotismo, pues, planteadas las cosas en términos patrióticos, ellos mismos tendrían que declararse en huelga también, y dejar de actuar al dictado de poderes supranacionales a los que el bien común les importa un bledo.
     

martes, 20 de marzo de 2012

VENIZELOS, UN CASO PREOCUPANTE

   El caso de Evángelos Venizelos me da mucho que pensar.  Primero, ministro de Defensa, luego ministro de Hacienda… y ahora nuevo presidente del PASOK, el partido socialista griego, fundado en 1974 por Andreas Papandreu.
     Se dice que Venizelos ha sido elegido democráticamente por los militantes de dicho partido, pero no cabe pasar por alto que era el único candidato, y así cualquiera. Lo que yo no consigo entender es que precisamente haya alcanzado la presidencia del partido el hombre a quien todos hemos visto rendir pleitesía al Comité del Dolor. Sólo un 16 por ciento de los griegos se fían  a estas alturas del PASOK, lo que es muy comprensible si se atiende a su comportamiento objetivo. No sé que esperan las cabezas pensantes del PASOK del señor Venizelos, que ya ha dado de sí todo lo que cabe esperar de él y de esa forma de entender la “responsabilidad” que ya se comió todo el prestigio del infortunado Yorgos Papandreu. Políticamente hablando, Venizelos es un cadáver, por muy alta estima que merezca a los chamuscados líderes de su partido y a los  compadres de Bruselas.
    El caso me preocupa porque, como ha he dicho alguna vez, esta crisis se está comiendo a los partidos con responsabilidades de gobierno –y al entero sistema político– sin que me haya sido posible detectar el menor gesto defensivo por parte de dichas cabezas pensantes, pendientes de sus propios asuntos y extrañamente insensibles a las necesidades de sus votantes.
    El encumbramiento de Venizelos a la presidencia del PASOK constituye una invitación a la automática radicalización de la izquierda, porque sólo los despistados y los desmemoriados se creerán sus  guiños a la socialdemocracia, todos ellos indignos de crédito. Y recuérdese  que la colaboración de la derecha con fuerzas transnacionales representa una invitación al extremismo por el lado contrario. Nos encontramos ante una crisis de representación, de curso  inquietante. Ojalá me equivoque.

domingo, 18 de marzo de 2012

¿GEORGE CLOONEY, ARRESTADO?


     Pues sí. ¿Y por qué? Por desobediencia civil. Pasó tres horas a la sombra y  tuvo que depositar 100 dólares de fianza para recuperar la libertad. Por el mismo trance han pasado el padre del actor y el hijo de Martin Luther King. Todo por manifestarse pacíficamente ante la embajada de Sudán, en demanda de que se ponga fin a los inhumanos atropellos que sufre la población de ese país. Así va el mundo.
    Y sin ir más lejos, aquí acaban de imponerle una multa de 2.000 euros a un jubilado de apellido Rebollo, por manifestarse a favor de Garzón, al parecer provisto de un megáfono.
     Los casos de Clooney y Rebollo no puede considerarse menores o meramente anecdóticos. El sistema está generando poderosos anticuerpos contra los derechos civiles más elementales. Y es que el poder, ya  en fase descontrolada, ya caído en la irracionalidad, no tiene ni la menor intención de respetar a los indignados de aquí o de allá, y menos aun de escucharlos. Quizá no se de cuenta de que en ello le va su propia cordura, y por supuesto su humanidad. Malos tiempos se avecinan.