domingo, 25 de octubre de 2009

CAMINO DE PERDICIÓN

Como todo el mundo sabe, se ha inyectado una enorme cantidad de dinero público en el sistema financiero, con la indicación de que, o se hacía, o adiós sistema. La miseria del debate político respecto a las medidas a tomar para poner coto a la rapacidad de los especuladores es una pésima señal.

En su momento, Ernst Nolte profetizó que el derrumbe del comunismo tendría consecuencias trascendentales en los dominios de su oponente capitalista. Y a estas alturas, nada más obvio, con el agravante de que nuestros primates hacen gala de un comportamiento vesánico. La historia no ha terminado y las sociedades abiertas harían bien en protegerse contra dicha rapacidad, si desean subsistir como tales.

El dinero del contribuyente incluido el que se supone que va a ganar con el sudor de su frente– corre el peligro de desaparecer en un agujero negro. Hablando con propiedad, aparte de pastelear y parchear, no se ha hecho nada serio para corregir la deriva fatal. Ya ni siquiera se habla de la "refundación del capitalismo", una salida oportunista, puramente retórica.

La elemental noción de bien común sigue sonando hoy tan obsoleta como en los inicios de la crisis. Y ya ha empezado el juego de cubrir la crisis económica con otros asuntos, de forma que nos acostumbremos a ella. Por lo visto, debemos fiarnos de unos irrisorios brotes verdes y de un lenguaje propio de horóscopos.

¿Y qué nos espera de seguir por este camino de perdición? A juzgar por la larga galopada neoliberal, vamos en línea recta hacia la imposición de un darwinismo social de la peor especie, con su cielo, su limbo, su purgatorio y su infierno. No habrá legitimidad democrática que lo aguante, por mucha hipocresía y márketing que se le eche. Y realmente, no lo digo en plan profético, sino como mero observador del curso de los acontecimientos.

miércoles, 21 de octubre de 2009

SEIS RECETAS EXISTENCIALES

A grandes rasgos, distingo seis recetas existenciales: 1) El estoicismo (y sus variantes budistas y cristianas); 2) el epicureísmo; 3) el kafkianismo; 4) el pesimismo (incluido el existencialismo); 5) la búsqueda del irrefrenable del placer; y 6) el heroísmo…

En otros términos: 1) aceptación más o menos lograda de todas y cada una de las circunstancias vitales al amparo de la creencia de que, tras las apariencias caóticas o dolorosas, subyace un orden o, mejor dicho, una divina directriz (Epicteto, Marco Aurelio, Job, Buda); 2) huida sistemática del dolor (Epicuro); 3) inmersión desconcertada en la vida, con apoyo en el deseo de expresar las propias vivencias hasta el final (Kafka); 4) desesperación, nihilismo, rebeldía impotente, autenticidad, (Leopardi, Camus); 5) búsqueda irrestricta del placer, al precio de la destrucción si es preciso (Kerouac); 6) pesimismo de la fortaleza, heroísmo, búsqueda de un nuevo comienzo (Nietzsche).

Hay otras, claro, por ejemplo la receta posmoderna, conducente, tras algunos alardes de sapiencia, a una acomodación pragmática a los intereses inmediatos. Esta parece ser la preferida por mis contemporáneos...

lunes, 19 de octubre de 2009

GRIPE A: LA DESCONFIANZA VA EN AUMENTO

A fuerza de trapisondas y mentiras alevosas los poderes públicos y sus asociados privados, ya adictos todos a la llamada “industria del asentimiento”, se dedican a dilapidar delante de nuestros ojos ese bien precioso llamado confianza, sin el cual ninguna sociedad abierta puede mantenerse en pie como tal.

Prívese a la democracia de la confianza, y se acabó. Y en el supuesto de que un sistema democrático pervertido pueda mantenerse con la sola asistencia de los despistados crónicos y de quienes por freudianos mecanismos son incapaces de contemplar el mal de frente, aseguro que conducirá a una catástrofe, de lo que tenemos ejemplos históricos más bien aterradores.

La desconfianza está batiendo todos los récords, y ya no es sólo un padecimiento de determinadas élites esclarecidas, pues viaja en taxi y se comenta en cualquier cafetería. Los más jóvenes se sienten “manipulados”, con la particularidad de que se asombran si uno se llama a escándalo (cuentan con la manipulación, lo que nos indica lo bien que hemos hecho las cosas sus mayores).

Viene esto a cuento de la gripe A, un asunto que huele a podrido [ http://vimeo.com/6790193]. Tal como están las cosas, no da ninguna gana ponerse la vacuna.

No soy un experto en gripe, pero Teresa Forcades, una monja benedictina, me merece más confianza que la mismísima OMS, lo que de suyo es indicativo de que la confianza está por los suelos. Teresa Forcades, médica y bióloga, se manifiesta claramente contra esta vacuna y –duele decirlo– lo que dice concuerda plenamente con ciertas informaciones repulsivas sobre la parte oscura del tinglado farmacéutico. A la pregunta de si creo que hay gente que es capaz de jugar con la salud humana por dinero, respondo que sí. Y que se lo pregunten también a John Le Carré.

En asuntos tan serios, el ciudadano de a pie quisiera poder fiarse de las Autoridades a ojos cerrados, pero ya no puede, ni en este campo ni en otros.

Porque llueve sobre mojado. Llevamos varios trágalas seguidos, ninguno de los cuales ha servido precisamente para aumentar nuestra confianza en el Sistema Global. ¡Tantas veces hemos sido sorprendidos en nuestra buena fe! En un orden decente, la desconfianza paranoica no tendría lugar, ni habría tanto espacio para teorías conspiratorias...

El antídoto contra la desconfianza se reduce a una fórmula bien conocida, con tres ingredientes: el compromiso con la verdad, la buena voluntad y el respeto por el prójimo. Ninguno de los tres se encuentra disponible en el Mercado.

viernes, 16 de octubre de 2009

¿LIBERALES CONTRA EL ABORTO?

Para mañana sábado se ha convocado una manifestación contra el aborto en Madrid. Ya están preparados los autobuses, vendrá gente de toda España y el acontecimiento promete ser multitudinario.

Si no he entendido mal, se arremete contra el aborto en todos los supuestos, esto es, también en el caso de violación, malformaciones y peligro para la vida o para la salud física y mental de la madre, y no sólo contra la nueva ley. Ya estoy acostumbrado a que los católicos rechacen el aborto de plano, y también al gastado recurso de salir en defensa de la vida para no ir al fondo de la cuestión con un mínimo de rigor.

Lo sorprendente del caso es que se anuncia la presencia de ilustres liberales. Oportunismos y cotilleos aparte, no es una buena noticia. La suma de laissez-faire en el plano económico y fundamentalismo religioso no da como resultado un liberalismo coherente y consistente, el único que puede servir de fundamento a la convivencia normal de las diversas maneras de entender las realidades humanas.

Sin tolerancia no hay liberalismo que valga, y la tolerancia y dicho fundamentalismo son mutuamente excluyentes, como ya deberían saber los propios interesados.

lunes, 12 de octubre de 2009

HACIA EL HOMBRE-HORMIGA

En el siglo XVIII la orden del Císter tenía 742 monasterios diseminados por Europa, todos iguales, levantados con el mismo plano… Un fraile ciego podía orientarse en cualquiera de ellos. Disciplina rigurosa, reglamentación abrumadora, tanta que a Gimpel le recuerda las cadenas de montaje de Henry Ford…

¿Salió nuestro espantoso mundo de esa matriz conventual? Monasterios, cuarteles, cadenas de montaje, presidios… ¡Por buen camino que se dice! Cómo no sería que, puestos a soñar un mundo ideal, los utopistas soñaron con hermosos hormigueros. y por ello fueron admirados (ay, Campanella, Bacon, Moro… ¡cuánto os aborrezco!).

En cuanto la racionalización de las actividades humanas se convirtió en una manía de altos vuelos, gran salto adelante… Pronto no habrá vuelta atrás. Vamos hacia la conversión de la tierra en un gigantesco termitero. Coge palito, cinco pasos a la derecha, suelta palito, coge palito, otros cinco a la izquierda, suelta palito. Ya lo sabes: "no es nada personal".

martes, 6 de octubre de 2009

SE CELEBRA LA REVOLUCIÓN CHINA

El señor Kees Olie, descubridor de las temibles dioxinas, volvió muy triste de China. Tuvo la osadía de fisgar un poco por allí... "Tomé muestras de suelos con altísimas dosis (de dioxinas) en una fábrica de Tianjin. Hasta que no vi el proceso no lo entendí. Los operarios inhalaban en la cara los escapes de las calderas. Allí, la vida humana apenas tiene valor."

Levanto un ratón Logitech: MADE IN CHINA. Miro debajo un transformador Hawlett Packard: MADE IN CHINA. Miro debajo de la lengüeta de mis zapatos nuevos, unos Timberland: MADE IN CHINA. En fin, si usted siente un escalofrío, por pensar en los pobres trabajadores chinos, entonces es de los míos…

Todo esta muy claro y es muy sencillo, y no precisamente novedoso. Desde que los norteamericanos mandaron hacer las boinas de sus militares a los chinos, no ha hecho falta ser un genio de la economía para captar el busilis de la globalización. Los habilidosos capitalistas de nuestras sociedades abiertas necesitan la dictadura china, ya en situación de aprovecharse de semejante adicción.

El milagro chino no se puede separar de la infame baratura y la indefensión de la mano de obra, y si tiene algunas consecuencias desagradables para dichas sociedades abiertas hemos de recordar que los mandamases chinos no son tan estúpidos como otros dictadores. Como expertos en asuntos de poder están, por lo menos, a la altura de sus cómplices occidentales…

Los herederos del “camarada Mao” tienen incontables admiradores capitalistas. Hoy se considera de buen gusto hacer la vista gorda ante el rutinario desprecio de los derechos humanos característico del régimen chino. Ni siquiera parece educado hablar de la tremenda corrupción reinante. Y los chinos acaban de celebrar los sesenta años de su revolución comunista… La historia, más que irónica, se muestra sarcástica con los devotos del Libro Rojo.

lunes, 5 de octubre de 2009

NOS QUEDA EPICURO...

Para Epicteto y para Marco Aurelio, el mundo es esencialmente racional, inmejorable, armonioso, y toda nota discordante procede del error, de la ignorancia, de un espejismo.

Ambos maestros del estoicismo hicieron su lectura de Platón y para ellos, más allá del visible desorden, hay un orden subyacente. A nosotros nos ha llegado una versión de la misma creencia, caracterizada por la convicción de que las desgracias son pruebas o en castigos específicos enviados desde las alturas. Piénsese en Job, un bobo sublime, un pastor abnegado, un Sócrates del desierto capaz de aguantar series enteras de pruebas.

A Epicuro, en cambio, no se le pasó por la cabeza imaginar semejante orden, que debemos poner en relación con sistemas cerrados, algo extraño a su sensibilidad. Un dato capital: fue un hijo del destierro, de un orden social roto, experiencia que explica su infalible instinto para rehuir los esquemas cerrados y totalitarios de los que Sócrates y Platón, al igual que los fundadores de la tradición judeocristiana, dependieron de principio a fin. No por casualidad, encontramos a Epicuro tan cerca de los taoístas (Mo Tieu, Tsuang Cheu), igualmente hijos del caos.

A Epicuro no le angustiaban las anomias culturales que tanto amedrentan a los comunitaristas reaccionarios de la actualidad. Se había criado en ellas. Los consuelos metafísicos o religiosos le resultaban completamente prescindibles. No esperaba gran cosa del futuro, ni de la actividad política ni del bla, bla, bla sobre el bien común. De ahí que fuese un filósofo de la vida tan serio y tan válido hoy como ayer. Donde otros tuvieron que poner fe, él se limitó a poner dignidad y sabiduría.

A la hora de sufrir, como a la de gozar, no hay maestro mejor que Epicuro y no por otra razón suscita tanto odio por parte de quienes consideran que el sufrimiento es una prueba o castigo por nuestras faltas y que el placer es malo de por sí.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

LA BIBLIOTECA DIGITAL MUNDIAL

En medio de tantas noticias deprimentes, por fin hay algo que celebrar. Me refiero al nacimiento de la que podría llegar a ser la más formidable biblioteca de todos los tiempos. En su sede de París, la UNESCO presenta la Biblioteca Digital Mundial, ya a disposición de cualquier usuario de Internet (www.wdl.org). Su materialización ha sido posible gracias a las aportaciones de las principales bibliotecas del planeta. ¿Te apetece echar un vistazo a pinturas rupestres africanas de hace diez mil años? ¡Allí!

El tesoro de la Biblioteca Digital Mundial incluye mapas, textos, fotos y grabaciones, con explicaciones en siete idiomas.

Hay de todo, desde el Hyakumantu darani, fechado en el año 764, que se considera el primer texto impreso conocido, hasta la Biblia de Gutemberg, o la Biblia del Diablo, del siglo XIII, que debemos a la cortesía de los bibliotecarios suecos… Y esto no ha hecho más que empezar.

jueves, 24 de septiembre de 2009

¡VIGILAOS LOS UNOS A LOS OTROS!

Muhamad Yunus, el afamado “banquero de los pobres” (en rigor, de los “pobres para siempre”), considera de lo más práctico y noble que los servicios de vigilancia a través de circuitos cerrados se encomienden a los aldeanos pobres de Bangladesh… Si la técnica lo permite, ¿por qué no?

Si alguien trata de robar algo en el supermercado de El Corte Inglés de Madrid, la abuelita hindú, rápida como una centella, pondrá en marcha a los de seguridad.... "Probablemente –comenta Yunus, como quien acaba de dar en el clavo–, recibirás un servicio mejor, porque los monitores serán escudriñados por toda la familia." Que yo sepa, nadie ha puesto el grito en el cielo.

No se trata de un asunto menor. Por ejemplo, la atención de las doscientas cámaras de videovigilancia que formarán parte de la barrera entre México y Estados Unidos requerirá la atención de no menos de cien mil observadores, probos trabajadores o soplones según la perspectiva. La idea de que los pobres se vigilen unos a otros tiene un gran porvenir. Vamos hacia un mundo panóptico, con la correspondiente cultura de la delación.

martes, 22 de septiembre de 2009

“BUENISMO” Y “MALISMO”…

El buenista número uno es el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, la diana del concepto, con forma de flecha o de venablo. Ahora se usa también contra Barack Obama y, a creer a ciertos comentaristas ufanos, ya no se sabe quién de los dos es más buenista.

El buenismo no es una forma de hipocresía; es una característica propia de tontainas, de idealistas, de ingenuos, de gentes incapaces de hacerse cargo de la realidad. Ahora bien, seré sincero: yo prefiero ser considerado un buenista a verme en compañía de quienes utilizan esa palabra como insulto.

Tenemos un retrato robot del buenista, pero nos corre cierta prisa tener un retrato de su oponente y perpetuo ofensor, el malista, un tipo de cuidado.

Por lo que tengo observado, al malista le gusta ir de duro y dar a entender que a él no le tiembla la mano, que ha leído a Maquiavelo, que sabe lo que se hace, que es muy macho y hasta que ha entendido a Bush y a Cheney… a su juicio dos auténticos estadistas. No se le puede dar mucha cuerda porque acaba diciendo barbaridades.

ADENDA SOBRE EL TEMA UNIVERSITARIO

No tengo más remedio que hacer mío un comentario crítico a mi anotación sobre el Plan Bolonia. Estoy muy agradecido a mi anónimo comunicante. Por algún mecanismo freudiano no he querido ver que el mal que veo venir sobre nuestra vida universitaria ya se abatió sobre ella y que, como él me señala, el espíritu crítico se evaporó hace tiempo...
La Universidad no va a ser prostituida por el Plan Bolonia, pues ya lo está. Ahora bien, añadiría, lo que se hizo de tapadillo, tanto desde la derecha como desde la izquierda, ahora se hará con descaro, alevosamente. Para mí, estudiante en los años finales del franquismo, esto es muy triste. Se esperaba, desde luego, que la Universidad del futuro sería estupenda, abierta, plural, bien dotada... Con un Departamento de Filosofía acosado, casi triturado, por las "fuerzas del orden", cerrado durante meses, el futuro era, desde luego, importante.
De ello hablábamos muchas veces con Carlos París, que venía a dar clase a los alumnos nocturnos y que nos defendía contra los sucesivos proyectos de erradicación... Ni él ni yo, su alumno, queríamos una universidad clasista, elitista y vendida al mejor postor. La eliminación de los nocturnos, los números clausus, la burocratización creciente del acceso a las distintas carreras y el estrangulamiento económico fueron los primeros pasos por el camino de perdición.
En resumen, que me duele lo ocurrido, la verdad expresada por mi anónimo comunicante, y lo que ocurrirá...

lunes, 21 de septiembre de 2009

EL PLAN BOLONIA: HACIA UNA UNIVERSIDAD PROSTITUIDA

Se ha hablado mucho, desde hace tiempo, de modernizar la Universidad, de acomodar la formación académica a las demandas del mercado laboral, de favorecer la movilidad europea de los estudiantes, de barrer el polvo y de quitar las telarañas… Y aquí tenemos el Plan Bolonia, llegado, por lo que parece, en el momento oportuno, tras madura reflexión.

Lo malo –lo terrible–: so pretexto de modernizar y vivificar, el Plan comporta un latrocinio encubierto, una aviesa liquidación de la universidad pública. No me sorprende en absoluto que muchos estudiantes se rebelen contra semejante atropello.

De aplicarse el Plan, entregada a intereses privados, la Universidad perderá su necesaria autonomía, esto es, abdicará de su función social y de su compromiso con búsqueda de la verdad, su razón de ser.

A nuestros hijos y nietos les espera una Universidad pública prostituida, clasista, elitista, controlada y exprimida desde fuera con criterios empresariales. Sólo se podrá hacer con un currículo decente aquel que se lo pueda pagar… Las pobres humanidades tendrán que contentarse con una existencia fantasmal. Y todo ello con el mayor descaro, en nombre de la eficiencia y contando con la pasividad y la complacencia de una sociedad que prefiere no prestar atención a lo que nos estamos jugando.

Presenciamos una operación de largo alcance. Se trata, por un lado, de disfrutar de un cómodo monopolio del conocimiento; por el otro, de absorber recursos públicos desde el mundo empresarial; y lo que es decisivo, se trata de acabar con la Universidad como referencia crítica, algo que siempre formó parte del abecé del… totalitarismo.

Por haber sido el epicentro de los movimientos críticos de antaño, la Universidad pública ha venido padeciendo, desde hace varios lustros, una dolorosa erosión. Y ahora, si nada lo impide, asistiremos al último capítulo, titulado “la venganza del orden establecido”.

Al respecto, considero de obligada lectura el libro de Carlos Fernández Liria y Clara Serrano García, titulado El Plan Bolonia (Catarata, Madrid, 2009, http://firgoa.usc.es/drupal/node/41906).

BASURA RADIACTIVA

Me dicen que, a no dudar, se encontrará la manera de reciclar la basura radiactiva “el día de mañana”… Basta un pequeño gesto de escepticismo para que mi interlocutor ponga cara de pocos amigos… Tomemos nota: lo nuclear se ha convertido en una materia tan delicada como la religión, por lo que nada tiene de extraño que las grandes promesas vengan en el lote.

Los fundamentalistas de la energía nuclear son, por lo que he podido comprobar, gentes de fe sumamente tercas. Creen que la capacidad técnica del homo sapiens es ilimitada y creen, de paso, en la bondad y en la seriedad del sistema en que vivimos.

Chernobil no les impresiona; ni se acuerdan de Three Miles Island ni del susto de Tokiamura… Las fisuras y los “pequeños fallos” de las actuales centrales no les quitan el sueño; la vetusta Garoña debería funcionar diez años más; el poder contaminante de los proyectiles de uranio enriquecido es un asunto secundario; está muy bien que Rusia y otros países en apuros se conviertan en vertederos para la basura nuclear europea…

Y ya puede la mafia calabresa hundir toneladas de basura radiactiva en el Mediterráneo y en aguas africanas, que ellos seguirán convencidos de que la humanidad está en buenas manos y la situación bajo control. Así nos va.

lunes, 31 de agosto de 2009

ADENDA SOBRE EL CHANTAJE NUCLEAR

Un lector se ha enfadado conmigo por mi anotación sobre el chantaje nuclear que estamos padeciendo. Como falta a las reglas elementales de la cortesía, como no razona, como lee mal, me veo compelido a aumentar su irritación.

El problema de los residuos: Un "experto" en energía nuclear me dijo con la mayor seriedad que, a no dudar, la ciencia encontrará "pronto" la manera de hacerse cargo de ellos con “total seguridad”… Mi airado lector pertenece a la misma capilla, y lo sé incapaz de asumir el reto en su totalidad. Porque, amigos, una cosa es empaquetar y tener bajo vigilancia los residuos nucleares durante miles de años… y otra respetar el abecé de una organización hecha para durar. Un sistema ecológico sostenible exige que los residuos generados por cualquier actividad sean reciclables, lo que sitúa el problema de los desperdicios nucleares en su verdadera dimensión. Hablar de ello es, por lo que parece, un tema tabú, de donde se sigue que no habrá debate alguno sobre las cuestiones de fondo.

Se nos hace saber que la energía nuclear permitirá a nuestra civilización no sólo mantenerse en pie sino también seguir adelante sin necesidad de ninguna autocrítica seria. Como si no vivieran en un planeta limitado, los publicistas de la energía nuclear pasan sistemáticamente por alto una sencilla evidencia: a mayor cantidad de energía disponible, mayor devastación. Dichos publicistas están perfectamente dispuestos a legar a sus hijos y nietos un planeta cadavérico. Lo importante, creo haber entendido, es "tener energía"...

miércoles, 12 de agosto de 2009

MARIO VARGAS LLOSA CONTRA EL FANTASMA DEL 68


Una y otra vez, gentes bienpensantes se toman su tiempo para arremeter contra mayo del 68, momento en el que focalizan su resentimiento contra el espíritu de la llamada “década prodigiosa”. Se trata de una moda bastante rara, por no decir maliciosa, a la que Mario Vargas Llosa acaba de aportar su granito de arena (“Prohibido prohibir”, El País, 26 de julio de 2009).

Por lo visto, para entender la ruina de la enseñanza pública haríamos bien en llevar nuestras pesquisas hasta al lema “prohibido prohibir” que apareció escrito en una pared hace cuarenta años… con motivo de la revuelta parisina...

Bajo ese lema, nos dice Vargas Llosa, el principio de autoridad fue anulado en el ámbito de lo público, con desastrosas consecuencias sociales. Dicho principio sólo pudo conservarse en el campo de la enseñanza privada, la gran vencedora. Así pues, con aquello de “prohibido prohibir” no se sirvió a la causa de los pueblos, sino a la de los ricos. El juicio de Vargas Llosa cae sobre una generación entera, errada en sus medios, en sus fines y en sus efectos.

Si dejamos a un lado lo que este juicio tiene de moda, es inevitable que uno se sobresalte al ver reducido el principio de autoridad a la función de prohibir, así, sin más. No sé qué clase de autoridad desea ver restaurada Vargas Llosa, ni tampoco qué es lo que se aspira a prohibir, pero he de confesar que percibo un desagradable tufo antilustrado, un regusto a antiguo régimen e incluso a mero despotismo (a ordeno y mando, que por algo soy la autoridad).

Eso sí, el elegante análisis dialéctico de Vargas Llosa, lleva su parte de verdad en un punto, en el que se cuida de ahondar. Porque es cierto que, tras las revueltas estudiantiles de los sesenta –las hubo en todas partes, no sólo en París–, se inició, y no precisamente por parte de los jóvenes contestatarios, el escalonado y metódico ataque contra la enseñanza pública, hoy una caricatura de lo que fue.

Vistas las cosas desde la óptica del poder, nada peor que contar demasiados muchachos instruidos y despiertos: el saber y el conformismo no van de la mano, como acababa de demostrarse. En ello veo yo el verdadero motivo de la destrucción de la enseñanza pública y el paulatino robustecimiento de la enseñanza privada. Echarle la culpa a la “generación del 68” no pasa de ser un ejercicio de prestidigitación intelectual, cargante a decir verdad.

domingo, 19 de julio de 2009

LA SALUD, OBJETIVO GLOBAL

Allá por el año 1946, la Organización Mundial de la Salud, recién creada, definió la salud como el "el estado de completo bienestar físico y social y no solamente como la ausencia de enfermedad". Ya que estamos en una avanzada fase de "globalización", esta definición me parece irrenunciable, valiosísima, un auténtico faro en medio de la oscuridad.

Quienes no la aceptan, quienes la critican, quienes la tildan de "idealista" no pasan de ser unos cómplices de la antihumanidad militante que amenaza con arruinar nuestras vidas y el planeta. Tomada en serio es, desde luego, una definición exigente, y seguramente hoy se optaría por alguna fórmula rebajada, menos comprometedora, más fácil de manipular en términos estadísticos.

Yo he conocido esa salud, con ese completo bienestar, la he perdido y vuelto a recuperar... Aun no disponiendo de ella en estos momentos, me siento agradecido. ¡En los tiempos que corren es un privilegio haberla experimentado!

¿Acaso debemos tener como objetivo supremo que todo ser humano pueda disponer de una escudilla de arroz? ¡Un poco de ambición! Porque todos merecemos esa salud, para la cual estamos hechos –a menos que persistamos en preferir el viejo y maligno cuento del Valle de Lágrimas.

martes, 14 de julio de 2009

¿CONSEGUIRÁ OBAMA IMPEDIR LA CREACIÓN DE UN SISTEMA DUAL PLANETARIO?

Ojalá que sí. En los próximos tiempos, a no dudar, saldrán a la luz nuevos datos sobre las actividades oscuras de la era Bush-Cheney y se entrará en una fase decisiva.
Todo indica que hemos corrido el peligro de vernos atrapados en un sistema dual de alcance planetario, con gravísimo daño para todos (amigos y no amigos). Es mucho lo que nos jugamos, por lo tanto. Con cárceles negras, con una organización capaz de secuestrar ciudadanos con la complicidad de las autoridades, vuelos misteriosos, cámaras de tortura, mentiras e intromisiones en la intimidad de las personas, ¿adónde se supone que iríamos a parar?
¿Podrá Obama salir airoso de los tremendos desafíos que le saldrán al paso en este frente decisivo? Ojalá que sí, porque en este tipo de asuntos no suele haber segundas oportunidades.
Un sistema dual es aquel que tiene dos caras, una presentable, otra impresentable; una legal y otra ilegal, una limpia y otra sucia. Los sistema democráticos tienden, mal que nos pese, a cierta dualidad, pero más allá de un punto, no se sostienen.
El ejemplo mejor estudiado de sistema dual fue el Tercer Reich, con sus tribunales por un lado y sus campos de concentración por el otro. ¿Y cómo consiguió establecerse? Poco a poco, con bruscas novedades y períodos de aparente autocontención. Y por supuesto, con la complicidad de mucha gente, dispuesta a continuar como si tal cosa, como si aquello fuera de lo más normal y sólo los malos corrieran peligro.

jueves, 9 de julio de 2009

LOS DEL G8 ANTE NUEVE MILLONES DE NIÑOS MUERTOS


La benemérita organización Save the Children ha puesto sobre la mesa del G8 la situación de millones de niños condenados a una muerte prematura por motivos de salud indignos del siglo XXI. Con nuestros usos y costumbres, dejamos morir, todos los años, a más de nueve millones de niños.
No es la primera vez que que Save the Children reclama que se preste la debida atención al drama de la gente menuda. Sólo durante los tres días de la cumbre de L'Aquila (Italia) fallecerán 75.000 niños.
Si los dirigentes del G8 son capaces de salvar a banqueros y financieros en crisis, ¿por qué no van a ser capaces de hacer algo por la infancia sufriente? A fin de cuentas, sólo se les pide un milagro muy pequeño en comparación.
¿Acaso harán algo al respecto los máximos dirigentes del planeta? No lo creo, francamente, y eso que dejar morir y asesinar es lo mismo cuando se tienen las estadísticas a la vista.
Pero de algo estoy seguro: si no se hace nada por acabar de inmediato con el sufrimiento de los niños de este planeta, se puede dar por perdida la batalla contra el cambio climático y todas las demás batallas de las que depende la suerte de la humanidad. Tiempo al tiempo. Con almas de basalto a los mandos de la globalización, todos estamos perdidos, tan perdidos como esos niños.

martes, 7 de julio de 2009

AL FOTÓGRAFO GERVASIO SÁNCHEZ


El fotógrafo Gervasio Sánchez es un testigo de nuestro tiempo, un periodista de verdad, un hombre comprometido con la causa de la humanidad. Cada una de sus fotos me despierta, me sacude la conciencia.
Siempre he tenido motivos para admirar su trabajo y su valentía, y ahora me entero de que, al recibir el premio José Ortega y Gasset, habló con el corazón, causando una ola de irritación entre los primates del establishment. Su sincero y discurso, cargado de humanidad y de razón, ha sido escandalosamente silenciado. Juzgue el lector por sí mismo: www.youtube.com/watch?v=mixlx-KJeks Me solidarizo totalmente con él y le mando un abrazo.

jueves, 2 de julio de 2009

DON CARLO PONZI Y SUS DISCÍPULOS

El gran timador italiano, maestro en el arte de desplumar incautos, es mucho más representativo de nuestro tiempo que el muy avejentado y timorato John M. Keynes.

La economía entendida como artificio piramidal empieza a parecerme la forma más pura y avanzada del capitalismo. Don Carlo ha hecho escuela y, de haber vivido en la actualidad –en la era del dinero fiduciario, siempre dependiente de la confianza–, ¡de qué proezas no habría sido capaz!

A la escuela de don Carlo pertenecen, por ejemplo, Charles Keating, Michel Milken, el “rey de los bonos basura”, y Bernie Madoff , los tres capaces de desplumar a miles de personas bajo las mismas narices de las autoridades. Como don Carlo a sus víctimas, los tres personajes llegaron a inspirar una confianza asombrosa. Cuestión de carisma personal. Al final, se ha tenido que echar mano del dinero del contribuyente para impedir la quiebra del sistema, basado precisamente en la confianza. Ahora la pregunta es cuántas veces nos dejaremos involucrar en el mismo jueguecito, ya multipiramidal.

Ni siquiera es la primera vez que Estados Unidos se la juega al mundo con sus fajos de papel. Recordemos la inolvidable devaluación del dólar, en el abandono del patrón oro sin avisar a nadie, con nocturnidad y alevosía, perpetrado por el presidente Nixon… ¿A cuánta gente se le esfumaron sus ahorros de la noche a la mañana? El abandono del patrón oro vino después de varios acelerones a la máquina de imprimir billetes verdes, una manera de jugar, a lo grande, con las expectativas y con el dinero ajeno, según la típica fórmula de don Carlo.

No es ningún consuelo que ahora se opere en plan privado, con envío de envenenadas “sub prime” en todas direcciones. Tampoco es un consuelo que a Bernie Madoff lo acaben de condenar a 150 años de cárcel por estafa. Porque no es una cuestión de personas. Estamos ante un problema general, de ahí que no se hiciese nada serio tras el desastre de Enron, causante de la ruina de miles de personas. Es cierto que algunos responsables fueron procesados, pero con eso no se hace nada frente a un problema de tal magnitud. Tras Enron, la jugada continuó como si no hubiera pasado nada.

El espíritu de Carlo Ponzi no se deja encarcelar así como así y seríamos unos pardillos si sólo viésemos unas manzanas podridas. Como ha señalado Jean François Gayraud, especialista en el tema, hay que contar, entre los discípulos del italiano, a auténticos mafiosos... capaces de comprar políticos, de alterar las leyes y de trazarse planes piramidales de largo alcance cuyas víctimas seremos nosotros.

miércoles, 1 de julio de 2009

GAZA ME DUELE

 Acabo de ver un documental sobre la desesperante situación  de Gaza y, de pronto, se me han saltado las lágrimas.  ¿Es que no va a acabar nunca el sufrimiento del pueblo palestino?

   El documental, elaborado sobre el terreno por reporteros del Movimiento Solidaridad Internacional  (http://www.wipeoffthemap.com/), me  ha conmovido profundamente.  Doloroso en sí mismo, también me hiere en una fibra sensible, pues el Estado israelí, con la práctica de esa forma de terrorismo,  traiciona los sueños de mis padres y  también, estoy seguro, los de muchas personas de  mi generación, empeñadas, durante años, en idealizar los logros de sus fundadores. 

   No soy judío, pero mis padres me educaron, muy severamente, a la luz del Holocausto, vacunándome contra el antisemitismo y, por extensión, contra el racismo. Les tocó vivir en la Alemania nazi, y desde pequeño oí historias muy aleccionadoras: ambos hicieron lo que estuvo en su mano por ayudar a los judíos en plena persecución, corriendo los riesgos que cualquiera puede imaginar. De ahí mi solidaridad instintiva con  las víctimas de aquella barbarie, una solidaridad que ni siquiera se ha visto atenuada por el paso del tiempo.

    Sobre esa base educacional y sentimental, no consigo entender que los dirigentes de un pueblo que ha sufrido tanto sean capaces de practicar el terrorismo de Estado contra los palestinos de Gaza. La actitud del mundo civilizado, tan condescendiente con esta barbarie, me recuerda, como es obvio, la pasividad ante el antisemitismo nazi, con lo que tuvo de cobardía, de culpa colectiva y de perentoria advertencia para la posteridad.

   No se me pasa por la cabeza atribuir a todos los judíos las malas acciones de los responsables directos de las operaciones contra la franja de Gaza. Ahora bien, dicho esto, quede claro que no se me puede pedir que mire para otro lado por motivos sentimentales o históricos, o que acepte las justificaciones al uso (desde el terrorismo islámico a la listeza de insinuar que los palestinos sólo pretenden embaucar a la comunidad internacional para mejor vivir de la caridad); tampoco acepto las invocaciones a una presunta solidaridad cultural con el más fuerte, pues no viene a cuento.

   Sin duda, hay judíos de buena voluntad que están contra el terrorismo que practica su propio Estado, y a ellos me sumo. Desde hace tiempo tengo el corazón con los palestinos que sufren. 

lunes, 29 de junio de 2009

EL COMUNITARISMO, COMO REGRESIÓN TRIBAL

El comunitarismo surgió como crítica de la Ilustración. A estas alturas, es más o menos inevitable retocar por aquí y por allá el legado de ésta, para perfeccionarlo, para que no pierda operatividad, pero el comunitarismo no se quiere limitar a tan modesta tarea. Quiere enterrar ese legado, aspira a sustituirla.

Y el problema, al menos tal como yo lo veo, es que el comunitarismo no es compatible con el liberalismo, inseparable del impulso ilustrado. Las diferencias son notables.

El comunitarismo, como su nombre indica, pone el acento en la comunidad, no en la humanidad, lo pone en lo particular, no en lo universal. Y tampoco lo pone en el individuo como sujeto moral autónomo, de quien no se fía (y a quien promete la curación de todos los males del individualismo en la plaza del pueblo).

En efecto, a diferencia de lo que se espera de nosotros como ilustrados y como liberales, el comunitarismo nos invita a situarnos en un más acá de la humanidad –en el terruño, en un determinado encuadre étnico, en una nacionalidad– y en un más allá del individualismo, es decir, en un grupo, con el correspondiente instinto gregario.

En este sentido, desanda el largo y fascinante camino que los filósofos antiguos tuvieron que andar para descubrir la humanidad, el mismo por el cual continuaron tanto el cristianismo como la Ilustración y también el liberalismo, deudor del esfuerzo y de la complejidad resultante, fundamento último del individualismo moderno.

Yo no veo, por lo tanto, ningún progreso en esto del comunitarismo. Tiene, sí, cierto interés filosófico, pero su proyección política y mediática es inquietante. Veo una regresión hacia un nuevo tribalismo, mil veces peor que el de Hegel, y quizá una argucia para dislocar a la humanidad, para fragmentarla. Y no me parece que la intención sea saludable.

Llegados a cierto punto, nos dice Alisdair Macintyre, el grupo debe rechazar lo extraño, para protegerse de las contaminaciones peligrosas, para salvaguardar su identidad.

¿Acaso es ésta forma de pensar por la que conviene guiarse en plena globalización? ¿Nos tienta el sospechosamente publicitado choque de civilizaciones? ¿Tenemos ganas de provocarlo? ¿Estamos en edad de matarnos por motivos religiosos?

De tomarse al pie de la letra, el comunitarismo acabaría liquidando los sueños del Siglo de las Luces, y todos, ya dispuestos a batirnos por nuestras querencias particulares con fervor medieval, basaríamos nuestras respectivas “identidades” en elementos secundarios, por ejemplo, en la pertenencia a un grupo étnico –¡yo soy blanco, otra vez!–, a una determinada nacionalidad, a un credo religioso, o por ejemplo, a un grupo gay, a una comunidad de mujeres de tal o cual signo, a un determinado barrio, quizá a una determinada banda. No veo qué saldríamos ganando, pero sí lo que perderíamos con semejante fragmentación.

Entre el viejo Kant, humanista y universalista, y el pequeño Macintyre, un tribalista, me quedo con el primero, sin dudar. Después de todo, soy un homo sapiens sapiens, y con eso me conformo cuando se trata de asuntos serios, que son precisamente aquellos que interesan a la humanidad, hoy amenazada. Además, no estoy de humor para que se critique a la Ilustración mediante invocaciones a una comunidad ideal, sobre la que todos los comunitaristas fantasean de lo lindo.

¿CÓMO SALDRÁ ESPAÑA DE ESTA CRISIS ECONÓMICA?

Me lo pregunto con no poca inquietud. Porque la situación es de mal pronóstico. Las medidas que se han tomado son meramente cosméticas, lo que no es extraño: como ya deberíamos saber, los "milagros económicos" no existen. Los éxitos en la materia obedecen a mecanismos sencillos, comprensibles, fáciles de explicar, no a improvisaciones ni a juegos trileros.

El “desarrollismo” español de los viejos tiempos fue posible gracias a las naranjas, al trabajo de nuestros compatriotas en la próspera Europa y al turismo, por aquel entonces baratísimo desde el punto de cualquier ciudadano del primer mundo, y recibió un fuerte impulso gracias a la baratura y la docilidad de nuestra mano de obra y a las ventajas que dio el franquismo a la penetración de las grandes corporaciones transnacionales. El milagro chino ha sido, a lo grande, una copia del nuestro, basado en una fórmula infalible, de gran eficacia en sociedades menesterosas que, de pronto, se abren al mundo.

Cada vez que se contrajo la economía ajena, la nuestra entró en crisis atroz, por su incurable dependencia. La moderación salarial, las sucesivas oleadas privatizadoras, unidas a los fondos de cohesión, obraron maravillas, cierto es, pero con las obvias limitaciones que no deberían sorprender a nadie. Hace sólo un par de años, el gabinete de estudios de una prestigiosa entidad bancaria señalaba que la mano de obra de los emigrantes representaba el último balón de oxígeno para la economía española. ¿Y ahora qué?

Si prescindimos de los paños calientes y de nuestras ínfulas de nuevo rico, he aquí un dato inquietante: las únicas propuestas que están sobre la mesa no son precisamente novedosas ni agradables. Se habla de retrasar la edad de jubilación, de “dinamizar” el mercado de trabajo, de abaratar el despido, siendo así que nuestra mano de obra tendría que rebajarse hasta niveles asiáticos para ser competitiva.

Y se habla también de un nuevo impulso “privatizador”, lo que sólo puede exponernos a la venta al mejor postor de bienes públicos hasta ahora protegidos. O sea, se habla de soluciones desesperadas, acerca de cuyos efectos sobre otros pueblos ya deberíamos estar avisados. Pan para hoy, hambre para mañana. Que se lo digan a los ciudadanos de Chicago o de Detroit que, a fuerza de “privatización”, carecen hasta de agua en sus hogares.

En último análisis, lo que está en juego es la cohesión social. Si no se hace nada al respecto, unos tendrán todo el agua que quieran, otros, los más, tendrán que penar por ella en las más odiosas circunstancias, lo que, no nos llamemos a engaño, nada tendrá que ver con una "recuperación"...

viernes, 26 de junio de 2009

LA IDENTIDAD, UNA OBSESIÓN POSMODERNA

El tema de la identidad se ha puesto de moda. Hasta ayer mismo pocos se tomaban el trabajo de reflexionar sobre ella. Era asunto de especialistas, especialmente de psicólogos…¿No es un intrigante que haya llegado a movilizar a tanta gente aparentemente distraída, que de pronto se muestra celosísima de "su forma de ser", por lo general con grave pérdida de la capacidad de autocrítica y de empatía?

De pronto, surgen por todas partes, como setas, identidades histéricas, y líbrate de herirlas. Mucho cuidado porque los cultores de su identidad no suelen haber meditado gran cosa sobre la condición humana, ni tampoco sobre el hecho de que no somos seres fijos e inmutables sino maleables (como corresponde a nuestra capacidad de aprendizaje y de autorrealización).

La moda tiene su parte de reacción ante los avances de la globalización. Con el auge de las comunicaciones y de los movimientos migratorios, se produce un fenómeno de difusión cultural que no respeta ni las fronteras ni las puertas cerradas. Para unos, es un fenómeno estimulante, enriquecedor, para otros es algo temible. Quienes pretenden vivir en un mundo sencillo, cerrado a influencias extrañas y, por supuesto, sin historia, se sienten amenazados y se esfuerzan por apuntalar reactivamente sus respectivas “identidades”, echando mano de la tradición que consideran propia e irrenunciable, y a falta de ella, se la inventan.

Ahora bien, en esta moda, ya convertida en obsesión posmoderna, hay algo más que miedo a lo desconocido y al poder contaminante del prójimo. No es un asunto puramente psicológico motivado por un fenómeno de difusión cultural más o menos traumático: esta moda, en efecto, no es ajena al comunitarismo, una corriente filosófica posmoderna que, ignoro el motivo, no se suele mencionar por su nombre cuando se echa mano de sus ideas.

Cuando el presidente Sarkozy habla de reafirmar los valores religiosos de Europa, se apoya en el comunitarismo. Lo que corre el peligro de perderse es la vocación universalista del proyecto ilustrado. Al no poner por encima de lo nuestro una instancia superior -la humanidad- perdemos la perspectiva que ha permitido depurar el ideario liberal. Ahora se busca la propia identidad en lo más cercano, en una comunidad, en una tradición, en un giro regresivo típicamente posmoderno. Volveré sobre ello en otro apunte.

miércoles, 24 de junio de 2009

BURKA NO, BURKA SÍ, UNA REFLEXIÓN LIBERAL

El presidente Sarkozy acaba de rechazar el uso del burka en tierras de Francia. A su parecer, según expresó en ambiente decimonónico de género espectacular, no es una prenda que se use por respetables motivos religiosos, sino con la finalidad de sojuzgar a la mujer.

El presidente francés tiene toda la razón... desde nuestro punto de vista. Por algo hemos hecho nuestra la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Ahora bien, hay que andar con mucho cuidado en estas materias.

El burka, mal que nos pese, no está desprovisto de connotaciones religiosas y no se puede pasar por alto que pertenece a una tradición asumida por mucha gente. No estamos, por lo tanto, ante una prenda que se pueda proscribir de la noche a la mañana. ¿Te imaginas, lector, qué cara se le pondría a Sarkozy si un esquimal le tirara a la basura sus trajes o si le fuera impuesta la obligación de lucir una faldita escocesa?

Nos toca hilar más fino. En primer lugar, porque no parece aceptable que un presidente se arrogue el derecho de condenar tal o cual prenda. En segundo, porque forma parte del ejercicio del liberalismo genuino la tolerancia frente a las rarezas ajenas (en ausencia de éstas, a buen seguro que nadie se habría tomado la molestia de sentar las alambicadas bases filosóficas del liberalismo). En tercero, porque no está nada claro que las usuarias del burka estén deseando liberarse de repente (hasta podrían sentirse, cómo decirlo, incómodamente desnudas, como se podría sentir, por ejemplo, una monja católica si se viera obligada a “mostrar sus encantos” porque el señor presidente así lo ha decidido). En cuarto porque, si es preceptivo apoyar a las mujeres que sí deseen liberarse del burka, sería torpe dar a entender a sus opresores que tal impulso se debe exclusivamente a un mandato de las alturas, de una cultura para ellos extraña y avasallante.

En estos temas la "superioridad" no se puede ejercer por las bravas. Una proscripción lisa y llana del burka sólo puede excitar el celo defensivo de sus partidarios, sólo puede herir el pudor de mucha gente, con pocas posibilidades de que se haga patente la disfuncionalidad de la prenda y con ninguna de acabar con la discriminación sexista subyacente, que es, en definitiva, lo único importante.

No hay ninguna superioridad liberal sin los correspondientes modales y sin la necesaria paciencia, y tampoco sin la convicción de que el tiempo trabaja a favor de la razón, de la justicia y de la simple comodidad.

Descontadas las inquietudes policiales ante las personas que no se dejan ver, ¿a qué viene tanta prisa? ¿Por qué no dejar que el tiempo y la seducción de nuestro modo de vida hagan su trabajo? Ya he oído equiparar el velo en su modalidad más sencilla y el burka, y las dos prendas con la mismísima ablación del clítoris, lo que indica una pérdida del sentido de las proporciones.

La ablación del clítoris es, por fortuna, una práctica poco difundida, con la particularidad de que exige, por sus irreparables consecuencias, una intervención inmediata por nuestra parte, por estar en juego la integridad de la mujer. Creo que sólo en este tipo de casos un liberal puede y debe oponerse frontalmente a una tradición ajena a la suya propia.

Rechazamos la ablación del clítoris, la abrasión de la vagina y, por supuesto, el canibalismo. Pero el velo y el burka no pertenecen, que yo sepa, a la misma categoría, ni tampoco, como prendas, son equiparables entre sí.

Como hay cierta variedad de modelos, ya veo venir que, de acuerdo con los criterios policiales de Silvio Berlusconi, dispuesto a imponer dos años de cárcel a las usuarias del burka, habrá patéticas discusiones en comisarías y juzgados sobre si tal modelo es "pasable" o no. Que las víctimas del acoso de las autoridades sean precisamente las mujeres me parece moralmente inadmisible. Ya las veo presionadas por nosotros y por los suyos...

lunes, 22 de junio de 2009

HAMBRE Y NEOLIBERALISMO: MÁS DE LO MISMO

Según el último informe de la FAO, uno de cada seis seres humanos padece hambre. Nuestra arrogante civilización ya tiene en su haber algo más de mil millones de hambrientos… Y mejor no ponerse a contar los fallecidos, ni las vidas arruinadas, mejor olvidar lo que ya sabemos, a saber, que la mala alimentación daña irreparablemente el desarrollo cerebral, lo que nos llevaría a amargas consideraciones sobre los millones de niños que nacen condenados a una existencia miserable e inmerecida.

La globalización en clave neoliberal, lejos de hacer retroceder el hambre, la ha expandido por doquier hasta niveles nunca vistos. De hecho, uno ya se puede morir de inanición en el seno de las sociedades hasta ayer mismo consideradas opulentas. Pero todavía se invoca la bondad de la famosa Mano misteriosa, como si no hubiéramos tenido ocasión de advertir lo peligrosa que es.

Se nos da a entender que esto del hambre en el mundo es un asunto de paciencia, en el supuesto de que sólo se puede erradicar a fuerza de más fundamentalismo del mercado. El neodarwinismo social –ingrediente inseparable de la Ética del Tendero–, todavía se justifica con tan sobada y maligna listeza, lo que es indicativo del grado de postración intelectual en que nos creen caídos los primates del negocio.

¿Hace falta recordar los efectos de la adicción a los principios de la escuela de Manchester, tal como se manifestaron en la Inglaterra de principios del siglo veinte? Londres era la ciudad más rica del mundo pero la tercera parte de sus habitantes disfrutaba de una existencia miserable. La inmensa mayoría de los ingleses tenía que conformarse con una esperanza de vida de menos de treinta años (la mitad de lo que le cabía esperar al ser humano del paleolítico). Había indigentes por todas partes; el raquitismo era un mal endémico. Y eso que estamos hablando de la potencia hegemónica de aquel entonces, con un imperio a pleno rendimiento... ¿Acaso no nos suena conocido?

Con las estadísticas en la mano, leído el libro El hambre que viene, de Paul Roberts, una clara anticipación de lo que nos espera a todos si no se rectifica de inmediato, me parece delictivo que se nos exija una fe ciega en los principios manchesterianos, encima con la pretensión de que, sin ellos, no se puede ser liberal. ¡Como si Green, Hobhouse y lord Bedveridge, que razonaron en contra de del capitalismo salvaje, no hubieran sido liberales, como si hubieran sido comunistas o cosa peor!