miércoles, 14 de abril de 2010

LA POLÍTICA DEL JUZGADO

   No me parece normal que el debate político se traslade a los juzgados. ¿No será este un pequeño anticipo de la política del futuro? Esperemos que no. Lo que está claro es que, si se meten bajo la alfombra ciertas responsabilidades históricas, acaba por ser necesaria la intervención de un juez como Garzón. Pero ahora resulta que lo acusan, a pesar de los matices de su auto, de prevaricación, y que corre el peligro de ser inhabilitado por veinte años. De ahí pasamos, sin posible remedio, a que sus acusadores se vean asimismo acusados de prevaricación. La cosa va para largo, como el Estatuto catalán, no por casualidad atascado en el Tribunal Constitucional. Si las cosas se hubieran hecho bien, no habría llegado allí y el alto tribunal no se vería forzado a tomar decisiones políticas.
   Ya estamos todos  pendientes, con esquinada mentalidad de leguleyo, de tal o cual frase, sin el menor avance político, como si aquí siempre hiciera falta una autoridad superior, encargada de establecer la blancura o la negrura de asuntos que a todos nos compete. En lo tocante a la trama Gürtel, por ejemplo, vivimos pendientes del sumario, cada vez más gordo, a la espera de la sentencia, ya que no de de unas consecuencias políticas  lógicas e inteligibles.
    Y por encima, un lenguaje tremendo: una manifestación de apoyo a Garzón se convierte en un golpe de Estado contra la democracia, en guerracivilismo; el  fascismo está alojado en el Tribunal Supremo, se responde; lo de Gürtel se convierte en una conjura policial contra el PP, nos dice Alvarez Cascos, como si la cosa tuviera ramificaciones judiciales mucho más complicadas... Si se menta el Estatuto catalán, se oyen cosas tremendas también: que España se rompe o que  o Cataluña sufre una asfixia intolerable.  Yo no lo veo normal. 

lunes, 12 de abril de 2010

¿QUIÉN PAGARÁ EL PATO?

  Estamos metidos en una crisis de pésimo pronóstico, por lo que, más que nunca, los ciudadanos del montón debemos estar en guardia, ante la eventualidad de que el “sindicato de intereses” (banqueros, financieros, burbujistas, etc.)  nos obligue a pagar el pato mediante una sucesión de chantajes mucho peores que los padecidos hasta la fecha.
    Las llamadas a la austeridad y las predicaciones a favor de la flexibilización del mercado laboral, las rebajas salariales y los recortes del Estado de bienestar, aunque ya clásicas, están de moda. Se trata, se masca en el aire, de preparativos para una acción encaminada a que paguemos  el pato sin chistar.  
   Nótese que ni por descuido se habla de meter mano a las arcas de los acaudalados (por ejemplo a las misteriosas Sicav). Tampoco se habla de limitar los gastos militares, ya comprometidos, ni menos de poner fin a la escalada de gastos suntuarios o futbolísticos.  Aquí, nos dicen, el problema es el Estado de bienestar, acerca de cuyo consensuado raquitismo no se considera oportuno decir ni pío.
   Por lo visto, aquí nadie ha traficado ni traficará con el sudor ajeno y nadie, salvo nosotros,  ha hecho el loco y merece castigo. De donde resulta que los mileuristas, los pensionistas y los parados, tanto los que tienen esperanza de trabajar como los que no, se verán racionalmente forzados a apretarse el cinturón…  Ante todo, la sostenibilidad del Sistema y dar aire los “creadores de riqueza”, campeones de la justicia social.
   Se pueden decir muchas tonterías, pero no nos llamemos a engaño: lo que está en juego es la propia salud del sistema democrático en que habitamos, pues si éste se limita a servir al sindicato de intereses,  veremos evaporarse su legitimidad de la noche a la mañana. Es de lamentar que los que nos hablaron del fin de la historia se hayan creído su propio cuento. 

viernes, 9 de abril de 2010

GUANTÁNAMO COMO ACUSACIÓN

   El grado de civilización alcanzado o perdido se revela en el trato que se dispensa a los inocentes. Y como era de temer, resulta que la mayor parte de las personas que fueron a parar a Guantánamo pertenecían a esta categoría.  Estamos hablando de cientos de personas,  menores de edad incluidos, llegadas hasta este campo de concentración tras haber sido compradas a razón de cinco mil dólares por cabeza. Encima, la administración Bush sabía que eran inocentes, como acaba de revelar Tim Reid, en The Times (http://www.timesonline.co.uk/tol/news/world/us_and_americas/article7092435.ece). Tenemos que vérnoslas con una monstruosidad, en cuya materialización la Europa de las libertades y de los derechos humanos ha tenido su parte, como ya nos hizo saber Dick Marty. Si de lo que se trataba era de neutralizar a los terroristas de verdad, la chapuza no ha podido ser mayor; ahora bien, si de lo que se perseguía era burlarse de la ley a la vista del mundo entero, aterrorizarlo y dar razones de peso al odio y la venganza, la operación tenebrosa ha sido un "éxito". 
    Si  tenemos en cuenta que Guantánamo ha sido  una especie de escaparate, mejor no pensar en lo que ha podido suceder en las cárceles secretas de Polonia y Rumania. Viene a la memoria el recuerdo de Dachau, campo que los nazis tenían a bien abrir a las visitas, para que las camas bien hechas tranquilizaran la estuporosa conciencia  moral del mundo civilizado. 
    Y viene también a la memoria lo que  confesó el comunista Mikoian cuando se reconoció, en 1955, la inocencia de los perseguidos por Stalin: era “políticamente imposible” declararlos  inocentes  y obrar en consecuencia, porque eso hubiera sido tanto como revelar ante propios y extraños que –cito textualmente– “el país no estaba conducido por un gobierno legítimo sino por una banda de gángsters”. 
   
   

EL PRECIO POLÍTICO DE LA CORRUPCIÓN

   ¿Es el votante de hoy menos sensible que el de ayer  ante el problema de la corrupción? Las urnas nos darán muy pronto la respuesta. 
   Para que nos hagamos una idea: en tiempos de la República, Alejandro Lerroux, a quien los estafadores Strauss y Pearl (inventores del estraperlo) regalaron un caro reloj, fue castigado con dureza en las elecciones de febrero de 1936: de tener ochenta diputados, su Partido Radical pasó a tener sólo ocho.  En tiempos más recientes, el predicamento ético de los socialistas de Felipe González  se vio arruinado no sólo por el GAL sino también por las corruptelas, y lo pagaron en las urnas.
    En teoría,  admitiendo que cierto grado de corrupción acompaña al ejercicio del poder, se considera demostrado que una democracia se encuentra mejor protegida contra este mal que una dictadura, por definición incapaz de liberarse periódicamente de sus parásitos.  Pero me intriga el veredicto de las urnas en lo tocante a la trama Gürtel y a las actividades del señor Matas. Si a la hora de la verdad, la Gürtel no pasa factura al PP, tendremos motivos para  exigir una revisión a fondo de los mecanismos de autopurificación de nuestro sistema político, cuyo saneamiento, en contra de lo que creen algunos miopes y ciertos oportunistas, no puede estar únicamente en manos de la policía y de los jueces.

miércoles, 31 de marzo de 2010

SOBRE LA RESPONSABILIDAD DE LA CLASE POLÍTICA

    La clase política española está perdiendo a ojos vistas la confianza de la gente y esto es muy peligroso. Cuando los políticos van a lo suyo con olvido de sus responsabilidades, una sociedad corre peligro. 
   Los juegos entre los "conservadores" y los "liberales" de espaldas a las necesidades del país acabaron con la Restauración canovista, siendo lo demás una penosa consecuencia. Y no es que nos persiga una maldición particular. Los juegos de la clase política alemana, acabaron con la República de Weimar. Tanto en nuestro caso como en el alemán, como también en el italiano, se perdió la fe en la democracia casi de un día para otro. Ni Mussolini ni Hitler ni Franco surgieron como por ensalmo. Cualquiera que repase la historia latinoamericana podrá confirmar la regla fatal: los juegos entre colorados y blancos a expensas del bien común dejaron paso a dictaduras más o menos atroces y duraderas. Cuando los políticos empiezan a abusar estúpidamente de legitimidad democrática, hay que dar la voz de alarma. Cuando se oyen justificadas diatribas contra “los politicastros” y “los corruptos”, mala cosa:  siempre hay un tirano en la penumbra, a la espera de que todo se pudra, a la espera de que su audiencia madure, a la espera de que la gente se harte de la “partitocracia”.   

martes, 30 de marzo de 2010

VAMPIRISMO ESPECIALIZADO

   Varios Estados norteamericanos, con las arcas vacías, andan a vueltas con la idea de hacerse con unos dólares por el simple procedimiento de imponer impuestos especiales por corte de pelo, lustrado de zapatos o servicios de tintorería (http://www.nytimes.com/2010/03/28/us/28taxes.html ).
   Todo indica que nos vamos adentrando en una fase caracterizada por actividades de vampirismo económico especializado, dirigidos a “la pobre gente que paga impuestos”, una expresión medieval que  haríamos bien en recuperar.
   Lo serio sería meter mano a las arcas de quienes han causado esta crisis y proceder a lo que en su momento se consideró inevitable, a saber, a la refundación del capitalismo sobre una base sensata, como se hizo en Bretton Woods. Pero no se hará ni lo uno ni lo otro, y es de temer que el ciudadano de a pie sea objeto de pequeñas succiones. La gracia está en no alterar las reglas del juego y en la aparente insignificancia de los ataques a su bolsillo. La libertad de mercado, para los peces gordos, para los demás succión. 
   La suma total de lo succionado a muchísima gente promete grandes cosas, y lo que pueda sucederles a los que se queden exánimes no representa ninguna clase de obstáculo moral. Ya  hay que pagar por la recogida de basuras, hasta ayer un servicio público gratuito. Los radares situados en puntos estratégicos de la ciudad y de la red de carreteras atacan el bolsillo de los conductores más prudentes… Nada de esto es casual, como no lo será pagar un canon en función de la complejidad del arreglo capilar. 

lunes, 29 de marzo de 2010

NIÑOS HAMBRIENTOS

   Según datos de la FAO nueve millones de niños argentinos pasan hambre, muchos de ellos hasta la muerte.  Que esto suceda en el país que figura en el tercer lugar entre los mayores productores de alimentos es algo que nos invita a meditar sobre las cualidades morales del Sistema de valores imperante en el planeta. Argentina no es un caso aparte, ni mucho menos, aunque muchos comentaristas se apliquen a convencernos de lo contrario. Hasta llegó a ser uno de los más ejemplares cumplidores de las recetas del FMI. En tiempos, fue el “país del futuro”.  Cuando yo era un muchacho, en Argentina había pobreza, mucha pobreza, pero no hambre.  Ahora me cuentan que, en clase, hay niños que caen desmayados, con el estómago vacío. 

martes, 23 de marzo de 2010

ELECCIONES EN FRANCIA

   Pasó lo que se veía venir.  Victoria socialista y retroceso de las huestes de Sarkozy, claramente desgastadas.  Para mí, lo más llamativo, aparte de la abstención y del resurgimiento lepenista, ha sido  el apoyo tácito de  Martine Aubry al señor George Frêche, que acabó batiéndolos a todos en Languedoc-Rosellón. No puedo entender que la estrella emergente del socialismo francés se haya permitido semejante jugada por mero cálculo electoral. El señor Frêche no es un compañero de viaje  aceptable para una izquierda  seria, actualizada y con visión de futuro. Estamos hablando de un político racista, capaz de llamar “infrahombres” a los argelinos, perfectamente conocido por sus salidas de tono y sus fantasmadas populistas. Que Frêche se diga de izquierdas es una cosa, que lo sea otra,  por muy mitterranista que haya sido (de sus orígenes maoístas mejor no decir nada). Al no pararle los pies, Martine Aubry ha  hecho un flaco favor a la izquierda y, de forma lamentable, ha preparado el camino para que la derecha vuelva a sus  insensatos tocamientos con la extrema derecha. 

miércoles, 17 de marzo de 2010

LA IZQUIERDA ACOMODATICIA Y LA DERECHA ENVANECIDA

  En los próximo años veremos qué tal le va al sistema político, teóricamente basado en el consenso entre gobernantes y gobernados. Como bien nos ha hecho notar James Petras,  dicho sistema  se ha desplazado, todo él, hacia la derecha.
   Bien está que derecha e izquierda no choquen como ciegas placas tectónicas, pero no estoy nada seguro de que se obre con tan loable propósito. Se oyen demasiados insultos. Hay gente que parece empeñada en hacer chocar dichas placas, como si  nadie creyera posible que se produzca un terremoto. Hay mucho irresponsable suelto, convencido de que se puede abusar indefinidamente de ese bien precioso llamado legitimidad.
   La izquierda se ha vuelto acomodaticia, confiando en las bondades de la democracia de audiencia y en los regentes de la economía planetaria, exponiéndose con ello a que buena parte de sus electores se queden sin representación política normal. La vemos operar sobre asuntos interesantes pero secundarios, como el matrimonio entre personas del mismo sexo, la igualdad  de género o el  aborto, pero sin tomar la iniciativa en los dominios de la economía, donde va a remolque de lo que digan dichos regentes.
   La pérdida de contenido de la izquierda  explica su profunda crisis de identidad y su indecisión. Por su parte, la derecha, grande o pequeña, se aprovecha de la situación, ya metida en una mutación de alcance impredecible. La derecha tradicional  aprendió a no pasarse de la raya, la de ahora ha redescubierto a Ricardo y a Spencer a la vez y se ha tomado al pie de la letra la indicación de Hayek, en el sentido de que no hay que ser “conservador”.  Vamos a ver hasta dónde la lleva su originalidad.
    Duras enseñanzas históricas hicieron posible el sentido social de personajes de derechas como Adenauer o De Gaspari. Olvidadas dichas experiencias (sobre las que se basó el consenso de la posguerra y la promoción de la clase media, así como la fecunda dialéctica de democristianos y socialdemócratas), la derecha de hoy va a lo suyo con desenvoltura creciente. La idea de repartir el pastel pertenece al pasado, como el propósito de cultivar la cohesión social.
   La izquierda acomodaticia y la derecha desenvuelta pretenden ofrecernos, palabras más o menos, una versión así o asá del capitalismo salvaje, al que, por supuesto, tendremos que llamar “economía de mercado”. La publicitada creencia de que ya no tiene sentido hablar de izquierda y derecha, como la historieta del fin de la historia convienen al extraño negocio. Pero no pasan de ser cuentos posmodernos, que ya veremos cómo aguantan los embates de la inclemente realidad que se nos ha echado encima.

lunes, 15 de marzo de 2010

DE LA CRISIS COMO OPORTUNIDAD…

   Hay que conservar la sangre fría, pues esta crisis está a punto de ser ladinamente aprovechada por quienes desean acabar con nuestro rudimentario Estado de bienestar, ya carcomido por tres décadas seguidas de raspado neoliberal.  
   Hay que mirar a los ojos a los voceros de la crisis, pues no todos son iguales. Unos la padecen, simple y dolorosamente, pero otros –los  que dicen tener soluciones–, están en otra cosa,  más bien oscura, siento decirlo. 
   La idea es hacer pagar a los más débiles no sólo la crisis sino también la propulsión de la economía española hacia cotas jamás soñadas. Claro que para ello  habrá que renunciar a la solidaridad y a la cohesión social, no paso a pasito, como ha sido costumbre hasta la fecha, sino de forma súbita, sin el menor debate parlamentario, cuando el paciente esté maduro, esto es, paralizado por el miedo.  Quizá no falte mucho. 
   La flexibilización del mercado laboral y la refundación a la baja del sistema de pensiones forman parte del abecé neoliberal, de modo que ya sabemos a qué atenernos: ni con la una ni con la otra han salido del agujero las clases medias y bajas de los países que se vieron obligados a pasar por el aro.  No por casualidad, alguien ha tenido la ingeniosa idea de sugerirles a los griegos que vendan islas a buen precio… Otros países en parecida situación han tenido que vender o alquilar a sus propios hijos, algo así como una "oportunidad" cazada al vuelo. 

viernes, 12 de marzo de 2010

DERECHISMO A LA NORTEAMERICANA

Bajo la presidencia de Obama, de forma reactiva, se está incubando un movimiento de imprevisibles consecuencias tanto para el país como para el mundo. El hecho de que Obama, bastante conservador, provoque semejante reacción es, en sí mismo, un síntoma alarmante. ¿Hacia dónde va aquel país, otrora faro de la democracia planetaria?
    El movimiento del Tea Party sigue en alza con la inefable señora Palin a la cabeza; cobra impulso el movimiento llamado Keep America Save, promovido por la hija de Dick Cheney y por el hijo  del neoconservador Irving Kristol. Nos enteramos de que la Fox News se ha sumado a la campaña de agitación. Y resulta que en la América profunda las “milicias populares” se encuentran en auge. No le veo la gracia, francamente. Que estas cosas ocurran en un país endeudado y a la vez orgulloso, con la clase media golpeada, no es lo que se dice tranquilizador a juzgar por las lecciones de la historia.
    No estamos ante un fenómeno intrascendente, más o menos pintoresco.  Tras la agitación “popular”,  de tintes patrióticos y religiosos, cabe ver la mano de una minoría decidida que ya ha metido al país y la humanidad en graves problemas. Esa minoría no tiene nada que ver con una derecha convencional y, por lo que parece, no tiene ningún inconveniente en cabalgar un tigre. Está dispuesta a romper las reglas del juego. No por casualidad, algunos de sus promotores empezaron en el trotskysmo y fueron discípulos del muy elitista Leo Strauss; no por casualidad,percibo un tufo criptomaquiavélico y criptonietzscheano de la peor especie. Esperemos que el pueblo norteamericano no se deje engatusar, no sea que tengamos que pagar los platos rotos entre todos.

martes, 9 de marzo de 2010

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

  No entiendo cómo es posible que se mantenga en pie la discriminación sexista, que viene de los tiempos de cuando la tierra era plana. Según un informe de la OIT, para lograr la igualdad salarial, de seguir las cosas a este ritmo, la mujer tardará otros 500 años en ganar lo mismo que el hombre.  Parece mentira que los cuentos de viejas sociedades guerreras, como la griega y la hebrea, sigan operativos en la actualidad. La idea de reciclar esos cuentos sobre bases “científicas”, tras mucho pesar cerebros y amañar tests de inteligencia, acabó en nada. ¿A qué viene eso de un sexo de segunda clase, cuando, encima, el macho proveedor está por los suelos y la preparación de la parte femenina de la humanidad, a diferencia de antaño, es sobresaliente? No deja de parecerme triste que el poder establecido se aproveche  con tanta facilidad de la división entre los explotados de ambos sexos, en lo que todos tenemos parte de culpa.

jueves, 4 de marzo de 2010

CON LAS PENSIONES NO SE JUEGA

    En plena crisis, se habla de retrasar la edad de jubilación, de prolongar el período de cotización, siempre con la idea de que “así no se puede seguir” y de que todo el sistema se encuentra en peligro. Vamos  a cómo se las apaña el Estado mínimo con las responsabilidades  de un Estado de bienestar de por sí insuficiente.
  No es de recibo que se hable precisamente ahora de las pensiones, como si los trabajadores, los parados  y los pensionistas se hubieran corrido una formidable juerga a costa del erario público.  Y esto empieza a oler a cuerno quemado. Algunos parecen haber olvidado que vivimos en la era del dinero fiduciario, basado en la confianza, y a mí me tranquilizaría saber que el dinero de las pensiones se encuentra garantizado por hermosos lingotes de oro. Con tantos tiburones rondando, metidos todos en una pirámide de Ponzi, es como para echarse a temblar.
   Mientras el estado se achica, mientras sueña con nuevas privatizaciones, mientras deja escapar a los contribuyentes gordos, mientras el dinero de las cotizaciones da vueltas por ahí en forma de vaya uno a saber qué mágicos productos de ingeniería financiera, ¿quién puede respirar tranquilo? Para los que sólo piensan en hacer formidables negocios sería estupendo que los trabajadores mantuvieran, ellos solitos,  a los jubilados. La idea de que lo hagan a crédito no es mala tampoco, porque aumenta las posibilidades de juego y de eso que se llama dominación.

jueves, 25 de febrero de 2010

ESPLENDOR Y MISERIA DE LA ENERGÍA NUCLEAR

    Los partidarios de la energía atómica andan eufóricos estos días. El presidente Obama acaba de poner miles de millones de dólares del contribuyente al servicio de la causa. Nada más seguro y limpio que una central nuclear, nos dijo en el lenguaje acostumbrado.  No piensan lo mismo quienes viven cerca del reactor Vermont Yankee, expuestos a sucesivas fugas radiactivas. Sus representantes acaban de votar, por abrumadora mayoría, el cierre de la central.
    Los partidarios de un relanzamiento de lo nuclear, ya lo sabemos, no escarmientan en cabeza ajena. Nos hacen notar que la central de Vermont  es antigua, de 1972, y parecen no impresionarse ni lo más mínimo ante la noticia de que la torre de refrigeración  se encuentre en ruinas. Los oigo y parece que estuvieran despidiéndose de un coche viejo mientras ponderan las ventajas del nuevo. Nada les impresiona el hecho, revelado recientemente, de que veintisiete reactores hayan dejado escapar trititio, un isótopo radiactivo considerado cancerígeno, en distintos puntos del país.  Los de Vermont lo tomaban con el agua potable

martes, 23 de febrero de 2010

LA GUERRA Y LA CONCIENCIA

   En nuestro tiempo, ahora que abarcamos con la vista el planeta entero, las consecuencias morales de la guerra nos afectan a todos sin excepción, con muy poco margen para el engaño. Acabo de oír el testimonio de un joven soldado norteamericano [http://www.youtube.com/watch?v=9kWU-JHetMM&] que ha cobrado conciencia del mundo en que le ha tocado vivir y que  se revuelve críticamente contra el orden establecido, al que condena de forma inapelable. Es muy difícil, por no decir imposible, refutar sus afirmaciones. Hágase la prueba, y se verá que, para llevarle la contraria, sólo contamos con palabras huecas y con argumentaciones insostenibles. Esta impotencia ante las palabras de un soldado revela, a las claras, en qué clase de atolladero se ha metido nuestra civilización. 

viernes, 19 de febrero de 2010

DE IZQUIERDA A DERECHA: EL FENÓMENO DE LOS CONVERSOS

  Siempre se dijo que los jóvenes tienden al idealismo y los mayores a la acomodación, lo que tiene su lógica: a medida que las fuerzas se gastan, es más difícil nadar contra la corriente.  Pero hoy se presencian fenómenos extraños, que no tienen nada que ver con el cansancio, ni tampoco con búsquedas existenciales más o menos honradas. Roger Garaudy –por poner un ejemplo extremo– pudo pasar del existencialismo al comunismo, de ahí al cristianismo y después al islamismo. No sé en que anda ahora, si vive o no, pero podemos estar seguros de que, a su manera, buscó la verdad, y no seré yo quien se lo eche en cara. Lo que me intriga es que hoy haya  tantos intelectuales que, de pronto, sin haber hecho la menor autocrítica, pasen de la izquierda a la derecha sin escalas y sin razones, siendo muy celebrados por ello. Es un fenómeno de tipo migratorio, en esa dirección.
    El converso pasa de un sistema de creencias en crisis a otro que también lo está. Y ya se sabe como son todos los conversos, más bien fanáticos. La experiencia no ha tenido tiempo de limarles las aristas y son muy propensos a hacer méritos, lo que les lleva a decir lo que las personas de derechas de toda la vida pueden callar sin ver alterada su autoestima. El sujeto cambiado es interlocutor molesto porque se comporta como si hubiese descubierto el Mediterráneo y te demanda una comprensión absoluta, lejos de haber recibido una lección de humildad. Por lo visto, se ha caído del caballo en el camino de Damasco, y a su autorizado parecer no te queda otra opción que tirarte tú también, aunque vivas en Madrid y sólo veas propiamente el vacío a los pies de tu cabalgadura. Me los quedo mirando, a ver si los  entiendo. ¿Hablaban como loros también antes? ¿Será sólo una cuestión de dinero? Hay que tomarse en serio este fenómeno, porque estos transformistas parecen haberse aplicado todos a una  a la tarea de ganar la batalla de las ideas por segunda vez, ahora desde el campo contrario, lo que –me temo– no augura nada bueno para la verdad, ni menos aún para la búsqueda de la verdad.

miércoles, 17 de febrero de 2010

UNA FOTO ME OBSESIONA


     La terrible foto ha desaparecido, no soy capaz de encontrarla, pero no me la puedo quitar de la mente. En ella se ve a un afgano barbudo ante un soldado que le apunta con una cámara; otro soldado, con dos dedos, le está abriendo bien un ojo, pues de lo que se trata es de fotografiarle el iris. Me parece estarlo viendo. Me duele. No es que le estén haciendo daño: se procede con él como con un niño pequeño al que hay que ponerle una inyección. La foto es en colores, pero me trae a la mente  fotos de pesadilla, en blanco y negro, en las que se veía a unos tipos siniestros midiendo cabezas y estudiando rasgos faciales de personas tratadas como cosas. Deberíamos avergonzarnos.

lunes, 15 de febrero de 2010

A VUELTAS CON LA EDAD PENAL


    El juez decano de Madrid, señor González Armengol, considera procedente rebajar la edad penal hasta los trece años, de forma que los muchachos dejen de “campar a sus anchas” por las calles, entendidas como academia de la delincuencia. Entre sus argumentos a favor de la medida, nos pone ante un dato que yo desconocía: en Suecia, con siete años de edad el sujeto se encuentra en edad penal… 
     Espero que la propuesta del señor González Armengol no prospere y, por supuesto, que no se nos ocurra jamás imitar a los suecos. Me parece el colmo que en lugar de atender las necesidades reales de la infancia y de la adolescencia, francamente descuidadas, haya tanta gente maquinando “soluciones” policiales y judiciales a los problemas humanos más elementales. Ya lo dije: vamos hacia un mundo panóptico. Pero tenía la esperanza de que los niños  se libraran de pagar el pato.

jueves, 11 de febrero de 2010

GRECIA, PAPANDREU Y LOS TIBURONES DE LAS FINANZAS


   Los españoles tenemos buenos motivos para prestar atención al caso griego. De momento, lo único que ha obtenido el mendicante Papandreu es un vago compromiso de “apoyo político”. Como lo que menos le conviene a la Europa pudiente es que Grecia acabe a las órdenes del Fondo Monetario Internacional, con un previsible daño para el euro, ¿cómo es posible que no haya recibido auxilio económico inmediato? ¿Acaso  la Europa comunitaria no está en condiciones de echarle una mano a Grecia? ¿O hemos de suponer que no quiere  y que por eso se aferra a la letra pequeña del contrato de adhesión a la moneda única?
   Ya dije que la Europa de los mercaderes tiene sus limitaciones… Y entre ellas figura la incapacidad para hacer los deberes en el plano de la cohesión social. El plan de ajuste que el socialista Papandreu va a imponer a los griegos para satisfacer las exigencias del Sistema implica, como es obvio, el traslado a las buenas gentes de la factura de la monumental juerga de otros, lo que empieza a aparecer como lo que es: una costumbre de los juerguistas. Cuando Grecia se encuentre totalmente postrada, cuando su suelo y su gente, quizá el Partenón mismo, no valgan nada, entonces y sólo entonces se convertirá en un bocado apetitoso para los señores inversores del mundo entero.
    Ya decía Himkelamert que el Tercer Mundo está creciendo en el espacio del Primer Mundo. Vamos hacia un mundo de ricos sin nacionalidad y pobres sin fronteras, sin lo que antes se entendió por clase media, demasiado cara de mantener  o, mejor dicho, suculenta como alimento para los tiburones.   No hace falta ningún adivino para predecir un desastre. 

lunes, 8 de febrero de 2010

EL PRECIO DEL AIRE

     Quienes hemos sido educados en la fe en eso que se llamaba progreso, tenemos la antenas muy finas, demasiado sensibles para estos tiempos extrañamente retrógrados. Hoy, por primera vez en mi vida, bastante larga, me he topado con un extraño aparato, con el logo publicitario de una afamada empresa petrolera. Si quería aire para los  neumáticos de mi coche, tenía que meter un euro en una ranura y hacer uso de un panel digital. Tuve que ponerme las gafas: Nunca vi nada igual. Eso si, pongas mucho o poco aire, te cobran lo mismo... lo que quizá deba ser entendido como una gentileza de la casa. De la otra punta del mundo me llega la noticia de que una niña de doce años fue arrastrada fuera de la clase, debidamente esposada, conducida a la comisaría y juzgada... por haber escrito unas niñerías con tinta lavable en su precioso pupitre. He acabado el día con una especie de náusea.

sábado, 6 de febrero de 2010

EL PRESIDENTE ZAPATERO Y EL MODISTO

   Haga lo que haga, el presidente Zapatero se encuentra bajo el fuego cruzado de críticos diversos, tanto de derechas como de izquierdas, que le instan a “hacer algo”, una moda que, sinceramente, empieza a olerme a cuerno quemado.
     Cuando el presidente Sarkozy no sabe por dónde tirar, cuando Obama parece empantanado, cuando el G20 se dedica simplemente a marear la perdiz, cuando se suceden las cumbres inútiles, cuando unos y otros van de renuncio en renuncio, precisamente le pedimos a Zapatero que de el do de pecho, poniendo remedio a los graves males económicos que  nos aquejan. Incluso, se va más lejos, y se le hace responsable directo de los mismos, lo que ya es el colmo, pura mala fe. 
    Naturalmente, a ciertas eminencias grises del sistema les encantaría que un presidente socialista les hiciera el trabajo sucio de reducir el Estado, de descargarlo de sus obligaciones sociales. A esas eminencias les habría gustado contar con una especie de Blair o con un  Menem…  Podría darse el caso de que el día de mañana echemos de menos a Zapatero, reconociéndole –ay, demasiado tarde– el mérito de haber intentado impedir que se nos vayan por el sumidero de la historia bienes tales como la protección de los más débiles y la cohesión social, esos bienes que al señor Domínguez le traen sin cuidado.
   Ya he dicho alguna vez que entre el “buenismo” y el “malismo” me quedo con aquel. Me reafirmo en ello, pero añado una consideración: si hemos de guiarnos por la experiencia, haríamos bien en no dejarnos obnubilar por la creencia de que personajes tan efectivos y desenvueltos como el señor Blair o el señor Menem aportaron a sus respectivos pueblos los bienes prometidos por sus espectaculares “reformas”. Y otra más: no es lo mismo navegar contra la corriente –o simplemente, resistir con mayor o menor fortuna– que ir, como fueron estos dos, a su favor… Zapatero es de otra madera, mucho más noble.

jueves, 4 de febrero de 2010

CHANTAJISTAS DE GUANTE BLANCO

   Desde los altos organismos que rigen la economía mundial y la europea recibimos interesantes “consejos” un día tras otro. El Estado español  “debería” recortar sus gastos, “debería” acometer importantes reformas estructurales y someterse a un plan de ajuste, etcétera. Los españoles de a pie “deberíamos” estar dispuestos a apretarnos el cinturón y consentir un recorte de nuestros derechos, pues, para empezar, deberíamos trabajar más por menos. Nada nuevo bajo el sol.
    Los  habitantes de otros países han recibido los mismos consejos de manera más o menos insidiosa antes de que el poder propiamente dicho, con modales de chantajista, tomase cartas en el asunto, sumiéndolos en la desesperación. Aquí la única novedad es  que los “aconsejados” seamos nosotros, unos europeos. Si nos creíamos a salvo de semejante humillación por “estar en Europa”, estábamos equivocados. La Europa de los mercaderes tiene sus limitaciones. 
  Si creíamos que, dada la poquedad de nuestro Estado de Bienestar, podríamos conservarlo, también nos equivocábamos. Si creíamos que ya nos habíamos liberalizado lo suficiente, igual… Pero hay algo claro: lo que corre peligro, aquí como en todas partes, es la cohesión social, como corre también un serio peligro la legitimidad del sistema político en que hemos depositado nuestra confianza. Ya sé que no son temas que importen en absoluto a los primates de la “revolución de los muy ricos”, como la llamó Galbraith, pero, al menos, que quede constancia de que a mí me importan. Si queremos averiguar hasta qué extremos se puede llegar, lo mejor será releer ahora  La doctrina shock. El auge del capitalismo del desastre, de Naomi Klein.    [véase http://www.naomiklein.org/shock-doctrine/materiales-espanol]

domingo, 31 de enero de 2010

BLAIR Y LA GUERRA DE IRAK: PREOCUPANTE

 La deposición de Tony Blair  sobre sus razones para ir a la guerra ha sido más bien patética; no ha hecho más que repetirse con senil obstinación. Que si las armas de destrucción  masiva, que si la maldad de Sadam Hussein, “un pscópata”,  que los peligros futuros, lo de siempre. El problema que por lo visto no atañe al señor Blair es el siguiente: si con tales “razones” se ha ido a la guerra, ¿quién nos garantiza que esta escalada ha terminado,  que la humanidad se encuentra a salvo? Que el señor Blair sea un supuesto líder progresista, ex presidente de un nación libre, agrava el cuadro...
    Reagan bombardeó Libia tras un incidente en el club nocturno berlinés La Belle, con sus buenas “razones”: una supuesta conjura libio-sandinista, que hacía temer por la seguridad de los Estados Unidos, a punto de sufrir –no exagero– una invasión… Luego vino lo de Panamá, con el publicitado propósito de raptar al presidente Noriega. A creer a Bush padre, Noriega, viejo compadre como Sadam Hussein, era  –se había descubierto de repente– un peligro para la seguridad de Estados Unidos, un tipo que esnifaba coca en calzoncillos, que hacía vudú, un monstruo. Ni se habló del Canal … y con eso bastó para bombardear e invadir el país, lo que costó la vida a millares de inocentes. ¿Vamos a seguir en este plan?
    Como desde Tucídides hemos aprendido a distinguir, en caso de guerra, entre los pretextos, la ocasión y los verdaderos motivos, las explicaciones del señor Blair nos causan –hablo en plural, si me permite la licencia–, más que perplejidad, auténtica angustia existencial.

jueves, 21 de enero de 2010

LA DEMOCRACIA DE LAS “PERSONAS INMORTALES”


    El Tribunal Supremo de los Estados Unidos ha decidido que las empresas puedan intervenir, con sus dineros, en las campañas electorales; en adelante, podrán actuar a las claras, sin necesidad de esconder la mano.
    Es una monstruosidad transferir a las empresas los derechos del ciudadano. Es realmente escandaloso que la humanidad ceda graciosamente tales derechos a esas entidades de por sí nada democráticas. Claro que, como apuntó Chomsky hace una década, con ironía, éstas tienen la ventaja de ser, aparte de ricas,  algo así como “personas inmortales”… Lo que vemos es, desde luego, parte de un proceso contrario a la esencia del liberalismo y de la Ilustración. La prepotencia va en aumento.

viernes, 15 de enero de 2010

MONSEÑOR MUNILLA AMENAZA

    El nuevo obispo de San Sebastián advierte al presidente Zapatero, para que no  tenga la infeliz ocurrencia de acercarse a comulgar. El sacramento le sería negado por su responsabilidad en la promulgación de la Ley del Aborto. Monseñor Munilla considera que la Iglesia es víctima de una movida  “anticlerical”…
    Que la Iglesia tiene derecho a negar los sacramentos a quien le de la gana, por tales o cuales razones, no es algo que yo discuta. Pero, ¿qué está pasando? Detecto una creciente intromisión de la Iglesia en la esfera política, al tiempo que oigo repetirse eso del "anticlericalismo". Muy raro todo, porque la atmósfera se puede cortar con un cuchillo si uno pregunta de qué estamos hablando.
    En cierta ocasión tuve que vérmelas con unos muchachos universitarios que se tienen muy creído que los socialistas, y especialmente ZP, son unos  ateos sulfúricos, metidos ya en ataque frontal contra la Iglesia.¿Cómo es posible que los alumnos de una universidad católica, a los que debo atribuir cierta instrucción, se consideren perseguidos? ¿Qué clase de lecciones reciben de sus  profesores y confesores?  Ya sé que no es  fácil conciliar el liberalismo con el dogmatismo, pero yo tenía la esperanza de que se hubiera avanzado un poquito más…

jueves, 14 de enero de 2010

HERMES A LA VISTA…

   El monstruo creado por la Universidad Autónoma de Barcelona, cuya presentación oficial acaba de celebrarse, se llama Hermes. Con varias cámaras y un potente sistema informático, Hermes, con algo más de dos millones de euros de  patrocinio comunitario, promete grandes cosas: se le supone capaz de predecir los movimientos de las personas, casi de leerles el pensamiento. Los mentirosos serán cazados al momento, pues descifra como nadie el lenguaje corporal. Quienes anden con malos propósitos en medio de una multitud, serán descubiertos, seguidos y neutralizados.  
     Hermes permitirá controlar los movimientos de las personas que están solas, de forma que antes de que pase lo que no debe pasar, dará la voz de alarma. Por ello será, nos dicen, de gran utilidad para controlar a las personas ancianas que duermen solas: al menor suspiro extraño habrá intervención.  Será de lo más normal pillar a los delincuentes con las manos en la masa: las fuerzas del orden los estarán esperando. 
   Hermes pretende acabar con la impredecibilidad, una de las características más preciosas del homo sapiens como nos hizo notar Kierkegaard… Dudo que lo consiga, pero ya  me repugna la intención. Vamos, como dije en otra ocasión, hacia un mundo panóptico, fatídico para la libertad pero también para la dignidad. 

miércoles, 13 de enero de 2010

CONFESIONES SOBRE LA GUERRA DE IRAK

 Un día sí, otro también, van saliendo a la luz cabos sueltos sobre la decisión de meternos en esta  guerra que de ninguna manera el buen Santo Tomás hubiera calificado de “justa”. En rigor, las confesiones británicas y holandesas de estos días no añaden gran cosa a lo que ya se sabía, pero ponen de relieve, con la mayor crudeza, el déficit democrático que nos aqueja, la inanidad de las leyes y los organismos internacionales, la falta de criterio, la  ausencia de respeto por los derechos humanos, la perfidia, la estrechez de miras...  El poder anda suelto entre nosotros, indiviso, desnudo, descarado, prepotente, y no cabe esperar de él ni una confesión de verdad, ni lo que se entiende por propósito de enmienda.  ¿Poniendo a trabajar unas comisiones de estudio con casi diez años de retraso estamos haciendo algo al respecto? Me gustaría creerlo, pero en el futuro, a puerta cerrada naturalmente, alguien dirá: “Ya vendrán ellos con sus  comisioncitas  dentro de diez años, ¿y qué diablos nos importa?” Me parece estar oyendo las risotadas.  

SOBRE LA RETIRADA DE LOS SÍMBOLOS FRANQUISTAS


    Según la Ley de Memoria Histórica, se debe  proceder a la retirada de los símbolos franquistas, lo que causa un comprensible malestar a las personas que los tienen en un alto aprecio. Después de mucho darle vueltas al asunto, creo que esta Ley, acertada en parte, demasiado tímida en algún sentido,  falla en este punto, por llevar la lógica de la eliminación mucho más allá de lo estrictamente necesario.  Una sociedad abierta tiene que estar en paz con su pasado y respetar los símbolos de unos y de otros, y abstenerse de reescribir la historia a golpes de piqueta.
    Las  formidables estatuas de Largo Caballero e Indalecio Prieto “equilibraron” Nuevos Ministerios; la eliminación de la estatua  ecuestre de Franco causó el efecto contrario... Aparte de que el tiempo todo lo borra, lo más práctico, lo más saludable, lo más pedagógico, en lugar de picar los símbolos del contrario, es añadir los propios al paisaje urbano.

lunes, 11 de enero de 2010

EN DEFENSA DE LA SEÑORA ROBINSON


   La señora Robinson debe ser rehabilitada de inmediato, debe ser consolada. Necesita tiempo para madurar por sí misma las lecciones del caso. Salgo en su defensa a pesar de que ella, con su puritanismo extremoso, con su manía de juzgar y condenar al prójimo a la luz de un texto antiquísimo, me lo ha puesto lo que se dice difícil.  Pero la defiendo porque no me ofende en absoluto el hecho en sí: ¿Qué tiene de malo que una señora mayor y un muchacho se involucren en una relación sentimental, aunque no dure eternamente? ¿Juzgamos con la misma vara de medir a los sexagenarios y a las sexagenarias? ¿A santo de qué tanto titular, tanto escándalo, tanto rechinar de dientes, tanta angustia? ¿Todavía tenemos la jeta de burlarnos de los sentimientos ajenos, de ensuciarlos por principio? No deja de ser admirable la forma en que ciertas  personas retrógradas  acaban saltándose las reglas... 

jueves, 7 de enero de 2010

750 EUROS POR USAR BURKA…


      Tal es la multa que se proponen imponer en Francia a las usuarias de la polémica prenda. Ya veremos si la ley sale adelante o no, pero ya veremos también lo que queda de nuestro liberalismo por tan absurdo método de ganar terreno a quienes no piensan como nosotros. No es que a mí me guste el burka, pero estamos ante una cuestión de principios, de respeto por las creencias ajenas y de sentido pedagógico. A los partidarios de la ley anti-burka, con dárselas de progresistas les basta. Evidentemente, no piensan en las tribulaciones que causarán a sus usuarias, a las que, por anticipado, están negando la opción de guardar la prenda en el armario por propia voluntad, lo que nada tiene de progresista. Quienes pierden la compostura ante un minarete o ante un chador, o ante un burka, me causan preocupación, pues parecen no darse cuenta de que están dando clases prácticas de intolerancia. Los noto tan nerviosos como a los fundamentalistas del otro lado, lo que ya es decir. Va siendo obligación de todos releer, al menos, la "Carta sobre la tolerancia" (1689), de John Locke...
  

martes, 5 de enero de 2010

EL PODER ATONTA...

     Solemos atribuir a los poderosos capacidades extraordinarias, rigor analítico, sentido de la previsión, competencia técnica, control de los factores en juego, en una palabra, inteligencia. Sin embargo, haríamos bien en contar siempre, al estudiar cualquier fenómeno histórico,  con las chapuzas inherentes al ejercicio del poder. “El poder atonta”, dijo Nietzsche, y es la pura verdad.
   Después de habernos reído muchísimo de las chapuzas soviéticas, resultado de la concentración del poder,  deberíamos tener, al menos, la capacidad de prestar atención a las nuestras, por norma además. El exceso de poder, en cualquier ámbito, es inseparable de la arrogancia,  de la pérdida del sentido de las proporciones y, por descontado, de la capacidad de autocrítica.
    Me permito recomendar la lectura de El imperio de Hitler, de Mark Mazower. El mito de la “eficacia alemana” se ve definitivamente  puesto en su lugar, pues aquello fue, aparte de criminal, una completa chapuza.  Siempre, queridos amigos, hay que contar con el factor chapuza y no dar por supuesto jamás que quienes tienen la sartén por el mango saben lo que se hacen. Porque pueden haber perdido la razón y ser no sólo unos atolondrados sino también unos tipos muy peligrosos.

domingo, 3 de enero de 2010

BLASFEMAR, CON MULTA…

     Por  si el miedo al infierno no bastase,  en Irlanda van a multar a los blasfemos con 25.000 euros, lo que, se mire por donde se mire, representa un claro retroceso del sentido liberal de la convivencia y un nuevo deslizamiento por el camino que conduce a nuevas formas de absolutismo. Ser liberal de verdad consiste en cultivar la capacidad de aguantar la libertad de expresión del prójimo, ya deberíamos saberlo, por lo no me tomo el odioso trabajo de exigir que se multe a quienes no piensan como yo, a quienes me irritan, por ejemplo a quienes creen que la religiosidad humana se puede mantener a base de castigos.
      No es que a mi me parezca educado soltar blasfemias, pero a saber qué se acaba entendiendo aquí por blasfemia.  Al final, puede resultar que, sin decir ninguna cosa malsonante, uno acabe siendo acusado de la horrible falta. 
   Tengo la desagradable sensación de que el número de inquisidores y de fundamentalistas en general está yendo en aumento, pues hasta gentes hasta ayer mismo  ilustradas –caso Habermas–, no tienen ningún inconveniente en ver la "parte buena" de no sé qué “postlaicismo”,  antesala de un nuevo oscurantismo. Si no se para la deriva fatal con una masiva oposición (remitámonos a blasphemy.ie), la libertad de expresión se  expone a una sucesión de recortes, lo veo venir.Las grandes regresiones empiezan así.


domingo, 27 de diciembre de 2009

LA LLAMATIVA DESLOCALIZACIÓN DE MERCEDES…

  Como es sabido, el Tercer Mundo está creciendo dentro de las sociedades antes llamadas “opulentas”, donde, desde hace tiempo, las buenas gentes penan por el “privilegio de ser explotadas”, como ya denunció Himkelamert. La crisis en  curso no ha hecho sino agravar el fenómeno, que más pronto o más tarde pondrá en entredicho la legitimidad de todo el sistema político en el que algunos viven todavía muy confortablemente. Paul Krugman  ha dejado caer que en España, no siendo posible devaluar la moneda como antaño, no nos va a quedar más remedio que devaluar el trabajo, lo que,  desgraciadamente, añado yo, implica una devaluación de las personas que necesitan trabajar para comer. ¿Hasta qué punto hay que llegar? Eso no lo dijo, pero está bastante claro: Los trabajadores españoles deberíamos depreciarnos hasta equipararnos a los trabajadores chinos… Si tal cosa se impusiese en plan ricardiano, los señores inversores, raza estupenda, volverían a entusiasmarse con nosotros, tan mansos, tan puntuales, tan buenecitos, tan tirados. El mundo va lanzado por ese infame camino. Tomemos nota:  Mercedes Benz ha optado por traspasar parte de su producción a Estados Unidos, donde el crecimiento del Tercer Mundo ha creado inmensas bolsas de trabajadores a precio de saldo… La lógica de este sistema oligarco-coroporato-cleptocrático no perdona ni siquiera a los ciudadanos de la potencia hegemónica, un serio aviso para caminantes.

lunes, 21 de diciembre de 2009

LECTURAS RECOMENDADAS

Hace mucho, mucho tiempo que el poder se desbocó. De manera que no tiene nada de extraño que asistamos a grandiosas puestas en escena, destinadas a marear la perdiz. Lo de Copenhage se veía venir. Cada vez que parece que se va a entrar en razón, resulta que no.
El poder va a lo suyo, como siempre, burlando nuestras expectativas de la forma más burda. Hasta el punto de que uno llega a dudar de los fundamentos morales de nuestra civilización, ya metida en una galopada nihilista.
Para tener una idea aproximada de la clase de mundo en que nos ha tocado vivir, considero recomendable la lectura del valiente libro de Naomi Klein, La doctrina del shock, El auge del capitalismo del desastre (Paidós, 2007), donde se muestra a las claras el absoluto desprecio por el ser humano que se ha apoderado esta civilización arrogante. Se deduce que, como han sido tratados los rusos o los sudafricanos, seremos tratados todos, con la correspondiente mezcolanza de medidas coercitivas y chantajes. También parece recomendable leer con sumo detenimiento el libro de Niall Ferguson, La guerra del mundo (Debate, 2009), no sea que nos creamos demasiado buenos. Y añadiría también Democracias S.A - La democracia dirigida y el fantasma del totalitarismo invertido (Katz, 2008), de Sheldon Wolin. Avisados sí que estamos, ilustrados también. Ya están todas las cartas bien visibles, boca arriba…

domingo, 13 de diciembre de 2009

OBAMA, PREMIO NOBEL DE LA PAZ…

No deja de ser penosamente instructivo que el mismo día en que tocaba celebrar un nuevo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), nos tengamos que ver con la pieza oratoria que el presidente Barack Obama pronunció en Oslo.

El flamante premio Nobel de la Paz ha hecho saber al mundo que debemos contarlo entre los defensores de la “guerra justa”, cuyos requisitos –esto no lo dijo– fueron establecidos allá por el siglo XIII. El problema, desde entonces, han sido precisamente las guerras justas, no en la teoría sino en la práctica. Imbuido un jefe militar de la creencia de que está librando una guerra justa, ¿quién lo va a parar? Tenemos mucha y muy triste experiencia al respecto.

A juzgar por la pieza oratoria de Oslo, bien se ve que Obama es un avezado jurista, que sabe matizar, que trata de hacerse entender, que procura mostrarse ecuánime, pero precisamente por ello el resultado se puede considerar más inquietante que la impetuosa tosquedad de su predecesor, el cristiano renacido George W. Bush. No debo ocultar mi preocupación. Junto al oscurantismo religioso, nos ronda otro no menos deletéreo, de orden puramente intelectual, de mal pronóstico también. ¿Se puede confundir el ejemplo de Mohadas Gandhi o de Martin Luther King, hombres grandes de verdad, con… el de Ronald Reagan? Obama acaba de hacerlo, con naturalidad pasmosa.

Recordar la “guerra justa” contra Hitler y el nacionalsocialismo con la intención de justificar lo de Afganistán es, se mire por dónde se mire, un sofisma de la peor especie. ¿De verdad cree Obama, tan inteligente e instruido, que se puede comparar una cosa con otra? ¿Cree que Santo Tomás de Aquino le haría el favor de considerar justa la guerra que se está librando en Afganistán?

lunes, 7 de diciembre de 2009

LOS DAÑOS QUE NO QUEREMOS VER

Contamos los muertos, nos acordamos a veces de los heridos, calculamos el número de los hambreados, e incluso el de los obesos, pero pasamos por alto sistemáticamente todo lo relativo a los daños físicos, emocionales e intelectuales que arruinan el desarrollo de los supervivientes, de las personas “normales” e incluso de las afortunadas, por lo general corroídas por dentro. Ni siquiera vemos esos daños.

Si un artista frustrado es un buen contable, si un hombre de espíritu acaba convertido en un amargado jefe de personal, no vemos el menor motivo para preocuparnos. Un especialista en gases a baja presión, aunque no sepa reír, nos parece admirable y digno de imitación, sobre todo si tiene una piscina en el jardín. Si un muchacho se hace con un máster –con cualquiera–, sin duda merece un aplauso, como su familia, aunque ésta vaya a rastras por la vida.

Si un joven es más listo de lo que conviene a sus coordenadas sociales y laborales, no nos damos cuenta. Si un parado encuentra trabajo, aunque sea en un sótano y sólo por treinta días, nos alegramos sin el menor remordimiento. Si nos presentan al hijo de una pareja de desdichados, a duras penas nos daremos cuenta de que tendrá problemas que no merece. Si nos enteramos de que unos niños trabajan recolectando flores, nos complacemos en la idea de que así pueden contribuir a mantener a sus familias. Pues bien, todo eso es lamentable. Una civilización que se asienta sobre la idea de que el ser humano se debe conformar con una décima parte de sus posibilidades está condenada al fracaso.

jueves, 3 de diciembre de 2009

AFGANISTÁN ME DUELE

Acabo de leer el discurso pronunciado por Obama en la Academia de West Point, sin encontrar, en el fondo, nada nuevo, ningún motivo esperanza. Por lo que se ve, ha optado por una especie de huida hacia adelante. Enviará al frente treinta mil soldados más y pide a los aliados que no dejen a Estados Unidos en la estacada. Es inevitable recordar que la Unión Soviética se desangró precisamente en Afganistán.

Según parece, el trabajo de “estabilización” debe estar concluido en dieciocho meses. No termino de comprender cómo se puede aspirar a ello en tan breve plazo, tras ocho años de infructuosos esfuerzos. Ahora, ya con poco dinero para modernizar aquello, con la maquinaria militar forzada al máximo, se busca el KO, al parecer a la desesperada, lo que promete una gran violencia.

Con tan corto espacio de tiempo para cumplir su misión, los soldados norteamericanos y sus aliados se verán en una disyuntiva atroz sobre el terreno. Seguir como hasta ahora, o lanzarse a por todas sin ningún miramiento. Por eso, si cabe, Afganistán me duele más que ayer. Los afganos inocentes, que se verán pillados entre varios fuegos a la vez, merecían algo mejor de nosotros.

lunes, 30 de noviembre de 2009

LOS LÍMITES DEL PACIFISMO

Un lector atento me llama la atención sobre el calificativo “salvajada” que apliqué a la II Guerra Mundial. ¿Acaso he llamado “salvajes” a quienes lucharon contra el nacionalsocialismo y, por extensión, a quienes defendieron la República en la batalla del Ebro? Se trata, desde luego, de una cuestión de máximo interés. ¿Es el pacifismo un valor absoluto, o hay que admitirle un límite?

Yo estoy convencido de que la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, cuyo aniversario toca celebrar el 10 de diciembre, fue redactada con un agudo conocimiento de causa. Tras los sufrimientos ocasionados por dos guerras mundiales casi seguidas, la humanidad tuvo un momento de lucidez, al que conviene volver una y otra vez.

La Declaración apunta, toda ella, a crear el marco de una convivencia pacífica, como salvaguarda de los derechos de la persona, que deben ser protegidos, nos dice, para que nadie se vea “compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión”. Este matiz, que figura en el preámbulo, responde con suficiencia, creo yo, a los interrogantes planteados.

La Declaración reconoce los límites del pacifismo, y si identificamos la causa de los Aliados o la de los republicanos españoles con la causa de la libertad, no está bien confundirlos con sus enemigos. Lo reconozco. Pero mi propósito era –es– defender, punto por punto, dicha Declaración. Y tengo claro que la humanidad no puede permitirse una recaída en la violencia, siendo el pacifismo una opción prioritaria, como se afirma en el texto de 1948.

Sólo me resta añadir que considero una torpeza renunciar al pacifismo –o tan solo escarnecerlo– a la luz de situaciones históricas excepcionales, como las evocadas por mi anónimo comunicante.

En la mayor parte de los enfrentamientos bélicos padecidos por la humanidad en los últimos dos mil años, la divisoria entre los buenos y los malos ha sido más que dudosa; y encima, las victorias han venido acompañadas y seguidas por realidades infames desde la óptica moral de los idealistas caídos. El pacifismo de hoy –o al menos, en el que yo me reconozco– no sólo se nutre de la conciencia de que el potencial bélico de la humanidad no permite la menor condescendencia con respecto al empleo de la violencia; también se nutre de las páginas poco edificantes del registro histórico, las mismas que, leídas las noticias de cada día, dejan una amarga sensación de déjà vu…

martes, 24 de noviembre de 2009

¿Y LA FIESTA DEL 10 DE DICIEMBRE?

Al término de la Segunda Guerra Mundial, que costó millones de muertos y que dejó millones de tullidos y de locos, al final de esa salvajada cuyos efectos subsisten en la gente y en nuestras instituciones, la señora Eleanore Roosevelt comprendió que no había tiempo que perder, y logró que las Naciones Unidas proclamaran a la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Me dispongo a celebrar un nuevo aniversario de tan magno acontecimiento, de los pocos que deberíamos celebrar todos los años, a lo grande además.

Me invade, por anticipado, una profunda melancolía. Ya sé que no habrá una fiesta como Dios manda el próximo 10 de diciembre. No hemos estado a la altura de tan sabia Declaración. Es grato enseñar esos derechos en las escuelas y a los jóvenes, pero vamos a lo serio: nunca se tienen en cuenta a la hora de la verdad. Se han convertido en una especie de neblina moral, que permite hacer pasar por buenos a toda clase de enemigos de la humanidad. Por lo visto, a juzgar por los hechos, despreciamos al ser humano. ¡Qué vergüenza!

Si la humanidad quiere salir bien librada de los tremendos desafíos de la hora presente, hará bien en tomar esa Declaración de 1948 al pie de la letra. (Véase: Declaración Universal de Derechos Humanos ).

viernes, 20 de noviembre de 2009

EUROPA POR UN CAMINO EQUIVOCADO

El belga Herman van Rompuy ha sido elegido presidente de la Unión Europea; la baronesa Catherine Ashton es la nueva “alta representante de política exterior y seguridad común”.

Los ciudadanos europeos no los hemos elegido, no los conocemos; no sabemos qué cabe esperar de ellos, ni menos aún ante quienes tienen que responder por sus actos. Se trata de nombramientos digitales, resultado de misteriosos conciliábulos. Que tal cosa suceda a en Europa –¡a principios del siglo XXI!– es algo que debería avergonzarnos. ¿Qué clase de juego es éste?

Democráticamente hablando, el proyecto europeo se encuentra bajo mínimos. Me da mala espina que los candidatos hayan aceptado sus respectivos cargos sin trazas de rubor. ¿Y la legitimidad?

viernes, 13 de noviembre de 2009

DISCIPLINA, SACRIFICIOS Y AUSTERIDAD

Cuando nada serio se ha hecho para salvarnos a nosotros de los efectos de la devastadora crisis en curso, he de admitir que me producen una gran irritación las voces que nos invitan a aumentar al máximo nuestra disposición a apretarnos el cinturón y a llevar una vida sacrificada, metódica y responsable.

Las que se ceban en el “hedonismo” de los muy jóvenes, como ni necesitasen algún correctivo, me irritan en grado indecible.

Porque, amigos míos, no es este hedonismo ni tampoco nuestra indisciplina y nuestro egoísmo lo que ha causado este desastre. Es absolutamente falso que nosotros nos hayamos dado la gran vida en los últimos años, es falso que hayamos tirado la casa por la ventana por vivir como insensatos, es falso que carezcamos de valores y de disciplina, es falso que hayamos estado holgazaneando, es falso que hayamos vivido principescamente sin dar palo al agua, es falso que hayamos vivido incrustados como ladillas en los pliegues de no sé qué Estado de Bienestar malsano… Ya sé que la crisis no se cebará en quienes se la tienen merecida, pero ésta es otra historia.

sábado, 7 de noviembre de 2009

SUICIDIOS EN FORT CAMPBELL

Once soldados norteamericanos se han suicidado en sólo tres días. Las autoridades militares de esta base se enfrentan con un problema de muy difícil solución. Se ha sabido que en 2008, 130 militares del Ejército de Tierra se quitaron la vida. A juzgar por los casos de este año, más de medio centenar, el número de caídos en combate es menor que el de suicidas.

Se fomenta la formación de grupos de autoayuda, se arenga a los soldados, se les aconseja que pidan asistencia psicológica al menor signo de depresión, pero la trágica escena se repite. Y no es un problema nuevo. El ser humano no es tan maleable como algunos creen, y no hace falta que sea un enfermo para que acabe volviéndose contra sí mismo.

Ya se dijo que las fuerzas armadas norteamericanas se veían forzadas al máximo. Habría que añadir que la distancia entre la vida civil y la vida en el frente no se puede salvar, de ida y vuelta, sin consecuencias psicológicas graves. Por desgracia, es improbable que se extraigan las conclusiones obvias, a menos que mucha gente alejada del frente, bajo menos presión, las tome a su cargo.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

¿QUÉ ES ESO DE SER FRANCÉS?

El presidente Sarkozy ha metido a sus compatriotas en un buen lío al imponerles desde el Elíseo una reflexión sobre la esencia de “ser francés”. Puede ser muy molesto tener un presidente deslumbrado por la filosofía comunitarista y, por lo que parece, poco consciente de lo que ésta tiene de contrario al legado de la Ilustración, algo que, tratándose precisamente de Francia, resulta casi inconcebible.

Para comprender la iniciativa hay que recordar que el hiperactivo Sarkozy, que de por sí pugna por ser original, pertenece a una derecha cuya vocación conservadora ha sido lanzada por la borda en aplicación de las lecciones del viejo F. A. Hayek (reléase Los fundamentos de la libertad, especialmente el capítulo titulado “¿Por qué no soy conservador?”).

Preparémonos, pues, para oír las cosas más peregrinas. En lugar de una definición interesante de qué es eso de ser francés, todo quedará, como es inevitable a estas alturas de la historia, en una enumeración de las características de las personas que determinados franceses, no necesariamente los más cultos y viajados, entienden por no francesas y por lo tanto necesitadas de corrección o marcado.

sábado, 31 de octubre de 2009

¿CANDIDATOS PORQUE SÍ?

Coinciden en el tiempo dos batallas presidenciales, la de Caja Madrid y la de la presidencia de la Unión europea. Para quienes tenemos cierta edad, es inevitable recordar las cábalas que se hacían en torno a las decisiones digitales del general Franco, y los apresurados comentarios sobre las aptitudes y tendencias de los beneficiarios de los cargos. Algo hemos progresado, pero no lo suficiente.

La democracia que disfrutamos es de muy cortos vuelos. Si por democracia entendemos que se nos deje entrever la trastienda, mal nos va. El Gran Dedo actúa, sin duda, en la terraza.

En lo tocante a los señores Rato, González y Pizarro, candidatos a la presidencia de Caja Madrid, sabe Dios por qué lo son y por qué se distinguen entre sí. El ciudadano tiene motivos para contemplar con irritación lo que parece simple pugna de poder entre distintas facciones, sobre cuyo contenido último no procede informar a la opinión pública. Sobre sus respectivos proyectos nada sabemos.

A escala ampliada, lo mismo sucede en el caso de la presidencia de la Unión. De pronto, reaparece Tony Blair como candidato. ¿Acaso fue votado en algún descuido por grandes masas de europeos? Tranquilo, amigo, que hay otros candidatos, los señores Jean-Claude Juncker, Jan Peter Balkenende, John Bruton y Frederik Reifendelt. Y parece que el que goza de mayores posibilidades es el señor Jan Peter Balkenende… Ahora bien, ¿qué sabemos de él, en realidad? ¡Que alguien nos explique de dónde surgen estos candidatos!

Ya que es una cuestión de personas y de sus amistades más que de programas razonables y comunicables, ante los cuales quepa el compromiso, habida cuenta de que se nos considera tan primitivos como ciudadanos, contando con el hecho de que los candidatos deben guardar silencio a la espera del dedazo, al menos deberíamos tener la posibilidad de olerlos y tocarlos.

jueves, 29 de octubre de 2009

APUNTE SOBRE EL POPULISMO BERLUSCONIANO

Desde una óptica liberal, el populismo es un fenómeno perverso, muy dañino para un sistema democrático.

El gobernante populista se arroga la representación del pueblo en su totalidad, encubriendo la parte del mismo que no le apoya, la cual pasa a ser considerada como enemiga.

En lugar de dialogar y de mediar en busca de consenso, el gobernante populista avasalla a sus oponentes, forzando las flexibles articulaciones del sistema político hasta romperlas. Este sistema le importa poco y sería demasiado pedirle que tenga en cuenta su futuro, su equilibrio, su continuidad histórica.

El populismo contiene un impulso dictatorial, inseparable de su autosuficiencia. Cuando el populismo tiene como punto de partida un orden democrático, por su propia dinámica, y por la resistencia que suscita, suele dar lugar a un sistema dual, en el que coexisten la vieja legalidad y la pura arbitrariedad del poder, como ocurrió extremosamente en la Alemania de Hitler. No todos los populismos son iguales, pero esas características nunca faltan.

En una época tan pobre desde el punto de vista político como la nuestra, la reaparición del populismo no me parece sorprendente. En su versión izquierdista, tenemos el chavismo venezolano. En este caso, el populismo se nutre de la voluntad de poner fin a la dominación de una oligarquía de probado egoísmo, lo que permite al presidente Chávez revestir sus actos de una intencionalidad justiciera, como en su día hizo el general Perón. Nada nuevo bajo el sol, por este lado.

Por el otro, por el lado de la derecha, tenemos el populismo berlusconiano, bastante más novedoso. En este populismo el propósito justiciero brilla por su ausencia. Berlusconi sólo ofrece la conservación de un estado de cosas que favorece a los satisfechos y a quienes se identifican con ellos. Para su gente, es no menos simpático que Chávez para la suya. Porque, claro es, a muchos italianos les gusta su machismo, su galantería pasada de moda, su racismo, su altanería, su mezcolanza de elementos retrógrados y posmodernos, su desprecio por la clase política. Y les parece muy bien que Il Cavaliere se permita arrogarse la representación de todos los italianos. Quienes se le oponen deben ser, como mínimo, unos comunistas trasnochados o unos fanáticos de los tiquis miquis legalistas.

A primera vista, el populismo berlusconiano parece inimitable. Y sin embargo, pertenece a nuestro tiempo, y nos indica a las claras qué clase de peligros acechan a la muy degradada democracia posmoderna. Su forma de jugar a estar por encima de la dialéctica derecha/izquierda y de jugar a confundir los papeles del empresario y del político no es un fenómeno puramente italiano. Y cuando la derecha cae en la tentación de ser original, cuando da de lado a las exigencias del sentido conservador que la unce voluntariamente al sistema democrático, es como para echarse a temblar.

martes, 27 de octubre de 2009

SE CUESTIONA LA GUERRA DE AFGANISTÁN

Mattew Hoh, máximo funcionario del Departamento de Estado norteamericano en la provincia afgana de Zabul, ha presentado su dimisión: "Ya no entiendo ni tengo confianza en los propósitos estratégicos de la presencia de Estados Unidos en Afganistán", escribió Hoh. "Tengo dudas y reservas acerca de nuestra estrategia reciente y nuestra estrategia planificada para el futuro, pero mi renuncia se sustenta no en la forma en que conducimos esta guerra, sino en por qué y con qué fin".

Mattew Hoh entiende que los talibanes son una “presencia maligna” y que es necesario pararle los pies a Al Queda, pero le parece injustificable se manden soldados a morir en una guerra que es, en esencia, una guerra civil. Entiende, además, que muchos afganos luchan contra la coalición liderada por Estados Unidos por sentirse invadidos y por el hecho de que respalda a un gobierno corrupto, lo que, lejos de debilitar a la insurgencia, la fortalece.