miércoles, 16 de noviembre de 2011

LA EUROPA FRACASADA


    Hace tiempo que el sueño europeo degeneró en pesadilla. Y ahora vienen las consecuencias, en forma de crisis del euro, negociaciones a puerta cerrada, desprecio por el bien común y gobiernos carentes de legitimidad democrática como los de Grecia e Italia.
    Europa se ha labrado su desgracia a pulso, y sus bien alimentados y doctos dirigentes carecen de disculpa.  Todavía vale la pena leer El sueño europeo, de Jeremy Rifkin, pero no para hacerse ilusiones, sino para lamentar lo que pudo ser y no fue. 
    Esos dirigentes, lejos de afirmarse en la singularidad europea heredada de Adenanuer,  De Gasperi y Monet, se dejaron acunar por los mantas neoliberales que venían del otro lado del Atlántico, hasta marearse, hasta perder la conciencia histórica.  De ahí que confiasen la Constitución europea al neoliberal atlantista Valery Giscard d’Estaing, el amigo de Bokassa, de ahí que, rechazado el aborto consiguiente por la ciudadanía, prefiriesen seguir adelante sin ninguna Constitución.  No querían verse con las manos atadas por un documento serio. De ahí que se cuidasen muy mucho de suscribir una Carta Social. Y ahora precisamente vemos las consecuencias, y ellos se ven con las manos libres para acogotar a los pueblos.
    Europeísta convencido, yo todavía recuerdo mi estupefacción al descubrir que el secretario general del Partido Popular Europeo no era otro que Alejandro Agag, el  cuñado de Aznar. ¿Qué pintaba este  avispadísimo hombre de negocios en ese puesto?  ¿A tal punto había degenerado el centro-derecha europeo? Pues sí. Y también el centro izquierda se había ido al diablo, comprado y enviciado.
    Todo el sistema se había desplazado hacia la derecha, y tanto los prohombres de la derecha como los de la izquierda, pisoteados sus respectivos ideales democristianos y socialdemócratas, se entendían de maravilla –mafiosamente– en clave neoliberal. Los resultados, a la vista. Para esta gente, desde el primer momento, el mayor estorbo ha sido el Estado social europeo, una rémora intolerable desde la óptica neoliberal. Ahora se están dando el lujo de dejarlo en los huesos. Tomemos nota los europeos desprevenidos: en los Estados Unidos hay casi cincuenta millones de pobres –catorce de ellos en las alcantarillas– y unas desigualdades que claman al cielo. Debería bastarnos un vistazo a ese país para saber lo que nos espera. Es tarde para pedirles a los máximos dirigentes europeos, parte de los cuales no dependen para nada de nuestros votos, un mínimo de respeto por los valores de la vieja Europa, pues viven de copiar y de servir a sus oscuros patrones. 
   Con todo, no debemos meter a todos los políticos europeos en el mismo saco. A los que quieran rebelarse contra esa mafia, hay que apoyarles, bien que exigiéndoles que nos den cuenta de su existencia. 

martes, 15 de noviembre de 2011

DE LA CRISIS AL DESASTRE


    Vivimos, como es sabido, en la era del dinero fiduciario, basado todo él en la confianza, y precisamente es  confianza lo que no hay ni puede haber en las actuales circunstancias.
   De ahí que haya servido de tan poco que las altas autoridades europeas hayan creado un fondo de un billón de euros para tapar agujeros, esto es, para tranquilizar a los bancos, a las grandes empresas y, en general, a los magos de las finanzas globales.  No es de extrañar:  ya no se sabe muy bien qué es lo que demonios hay dentro de ese fondo, con la particularidad de que los sujetos a tranquilizar saben mejor nadie que no es oro todo lo que reluce. 
    Se está haciendo un esfuerzo supremo para impedir que se venga abajo el sistema. Nos encontramos ante un pirámide de Ponzi y no hace falta ser un genio para predecir un desastre mil veces peor que el del año 29, con un coste político y humano que será, como mínimo, el de entonces, espantoso, aunque se llegue a él a cámara lenta. 
    Me quedan pocas esperanzas de que los mismos personajes sapientísimos que nos han conducido a este desfiladero sean capaces de rectificar. No lo han hecho, luego no lo harán. Les pasa como a los adictos a la heroína que, una vez enganchados, la prefieren a cualquier otra cosa, al punto de parecer estúpidos y de arruinarse a sí mismos y a sus familias, como ellos están arruinando a sus pueblos, ebrios de ortodoxia neoliberal.
     No tiene ninguna gracia pensar que estamos en manos de gentes así. ¿Cuándo entrarán en razón? ¿Cuando vean convertidos los billetes, los valores y  los malditos bonos en papeluchos? Para  entonces, el sistema político europeo habrá sido triturado. Nótese que Monti ha venido a rematar la obra iniciada por Berlusconi, como Papademos ha venido a rematar la obra de Papandreu, sin que nadie, ni los tontos, hayan recuperado la confianza, ese bien perdido, a todas luces incompatible con la acción de desplumar a los pueblos. EL BCE y Bruselas, ya metidos de lleno en esta acción demencial, deberían ir entonando un mea culpa, porque mañana será demasiado tarde, y cosa que digan será tenida por tramposa, malvada y antidemocrática. 

lunes, 14 de noviembre de 2011

MARIO MONTI COMO DESGRACIA

   Ya es oficial: tras la dimisión de Berlusconi, llega Mario Monti, por lo que no tiene ningún sentido celebrar la caída del Cavaliere. Entiendo que la llegada de Monti al poder es una desgracia para Italia y para Europa. Porque a este señor no lo han elegido los italianos sino el mismísimo Comité del Dolor integrado por banqueros, financieros y grandes empresarios. Queda claro que este Comité   se ha apoderado del destino de Europa a mayor gloria de sus particulares intereses.
    Increíble pero cierto: Monti  ha declarado que pretende agotar la legislatura, y mantenerse en el poder, al frente de un gobierno de unidad, hasta el año 2013…  Los buenos europeos, que somos demócratas hasta los tuétanos, tenemos la obligación de denunciar este golpe de Estado de los mercados, el segundo, después del griego. Celebrarlo le convertiría  a uno en un colaboracionista, en un cómplice de la dictadura neoliberal. Así de claro.
     Ya no estamos ante un problema meramente económico, sino ante un drama político y moral.  Porque el  señor Monti, director europeo de la Comisión Trilateral, directivo del Club Bildelberg, asesor de la multinacional Coca-Cola, ha figurado hasta ayer mismo entre los altos ejecutivos de Goldman Sachs, el banco de inversión involucrado en el loco y tenebroso asunto de las hipotecas suprime. Pintarlo como simple tecnócrata es algo más que un abuso de confianza. 

jueves, 10 de noviembre de 2011

PAPADEMOS, MONTI Y LOS QUE VENGAN: ¡QUÉ VERGÜENZA!

    Ahora resulta que al infortunado Papandreu, elegido democráticamente por los griegos, le viene a sustituir  un tal  Papademos, un tecnócrata, un secuaz de lo que Krugman ha llamado el Comité del Dolor (integrado por banqueros, grandes empresarios y tiburones de las finanzas).
    Presenciamos, en primera fila, la quiebra de la democracia griega, en la línea de lo que yo me temía.  Es mismamente como si aquí padeciésemos la súbita ascensión de  Boyer, Rato,  Pizarro  o a Zutano a la jefatura de un  pomposo gobierno de salvación nacional encaminado a satisfacer las exigencias del Comité.
     La operación de desplumar al pueblo griego que el señor Papandreu no pudo llevar a su término satisfactoriamente pasa a ser encomendada a un tecnócrata, el cual, por no deberse a dicho pueblo en ningún sentido, es de suponer que no se detendrá ante nada. (Es de suponer, porque no se va muy lejos cuando la legitimidad del sistema se ha quedado a cero.)
    Y ya Goldman Sachs pide para Italia la misma fórmula. El secuaz elegido para sustituir a Berlusconi será, al parecer, el señor Mario Monti, otro tecnócrata, de quien se espera que haga lo que Berlusconi, pendiente de sus electores, dijo que haría –desplumar  a los italianos– pero que hizo sólo un poquito, consciente de que hacerlo de verdad sería como suicidarse.
     No es que yo simpatice con  Berlusconi, pero no estoy dispuesto a dejarme manipular: los italianos lo eligieron, lo que no es el caso del señor Monti. La jugada es demasiado fea, demasiado antidemocrática, y la sola idea de que se repita merece una repulsa general.
    Claro que esto no importa, porque aquí  lo que se necesita es un individuo con las manos libres, sin compromisos con el pueblo, decidido a aplicar la tijera, el rodillo y hasta el hacha. Y conste que la promesa de futuras elecciones no tiene ningún valor, pues si no se hiciese estaríamos hablando golpes de   Estado convencionales. Claro que un  golpe de Estado de los Mercados es cualquier cosa menos convencional.
    Ya nos habíamos indignado ante el hecho de que la clase política europea no se comporte como tal. Ya nos habíamos percatado  de que Papandreu y Berlusconi, como otros, han sido esclavizados por el Comité del Dolor. Y ahora resulta que no eran esclavos suficientemente dóciles sino gentes con tiquis miquis muy molestos.  De ahí que el control pase directamente a los secuaces de dicho Comité. Para vomitar.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

GRECIA E ITALIA RUMBO A LO DESCONOCIDO


    El infortunado Papandreu quemó su último cartucho al anunciar la convocatoria de un referéndum. Pretendía que el pueblo griego se pronunciase a favor o en contra del plan de rescate que lo dejará entrampado para los restos. De paso, pretendía  presionar un poco al cerco de chantajistas, o al menos ganar tiempo, y también reducir su responsabilidad personal.  Las Autoridades Supremas no le permitieron seguir por ese camino a pesar de que el buen hombre no diese la menor prueba de trabajar a favor de una respuesta negativa. ¿Y si lo perdía, y si ganaba el no? ¡Con lo sensibles a la incertidumbre que son los mercados!
    Papandreu acaba de tirar la toalla y se constituirá un “gobierno de unidad”, un “gobierno de coalición”. En lugar de irse directamente a su casa, Papandreu negocia el invento con su rival  Antoni Samaras, el líder de Nueva Democracia, hasta hace poco resistente al chantaje financiero que padece su país.  El resultado de todo esto –lo veo venir– es la trituración del sistema democrático griego. El partido socialista griego y el partido de Samaras se irán juntitos por el sumidero de la historia.
     Y es que ahora lo único que importa es imponer las reformas canallas, dar seguridades al poder financiero global,  en el loco supuesto de que será posible torear indefinidamente a los pueblos.
     Por su parte,  el señor Berlusconi  pretende dejar su dimisión “para después”.  Antes de irse, nos dice, "tiene" que aplicar el plan de reformas canallas que le han dictado. A primera vista, sólo pretende salvar sus propios muebles y ganar tiempo, en la seguridad de que sus rivales, enclenques y mal avenidos, no sabrán qué hacer. Pero la cosa es más compleja, y va más allá de Berlusconi.
    El citado plan, flagrantemente contrario al bien común, centrado en dar una satisfacción creciente a una minoría rapaz e insaciable, tiene, entre otras particularidades, la de consumir políticos y sistemas políticos enteros, y la de ir de menos a más.  Los que mueven los hilos proceden por etapas,  alternando las promesas con las violencias, en plan usurero clásico, en plan proxeneta.  Y se trata de un viaje  a lo desconocido.
    El plan canalla carece de límite: su lógica, que no es otra que la de un chantaje, no lo tiene. Aquí, Zapatero ha acabado en los huesos, pero igual acabará su sucesor. Unos años más, y tendremos un formidable plantel de espectros políticos en un paisaje desolado.  Lo único sano es la indignación que todo esto nos produce.

domingo, 30 de octubre de 2011

LA INDIGNACIÓN DE RAFAEL CORREA


     Con motivo de la XXI  Cumbre Iberoamericana que tiene lugar en Asunción, Paraguay, el presidente de Ecuador, Rafael Correa,  ha tenido una actuación digna de elogio: se negó en redondo a escuchar el discurso de Pamela Cox, vicepresidenta para América Latina del Banco Mundial y cuestionó la participación de Ángel Gurría, secretario general de la Organización y el Desarrollo Económico. 
   En opinión de Correa estas personalidades, que forman parte de las burocracias que se han dedicado a chantajear a los Estados latinoamericanos, nada pintan en esta cumbre.
     Correa ha hablado claro y su gesto lo ennoblece. Nos hacen falta muchos Correa.  He aquí un presidente digno, ilustrado, que no se parece nada a los quisligs y vendepatrias que nos han conducido al presente desfiladero. Yo le aplaudo.

sábado, 29 de octubre de 2011

CHRISTOPHER PISSARIDES


   La Academia sueca acaba de otorgar el Nobel de Economía a este profesor del London School of Economics,  una nueva indicación sobre lo mal que van las cosas y sobre lo que nos cabe esperar.
    Interrogado sobre el caso español, con sus cinco millones de parados, el sabio sentencia que nuestros males se remontan... a los años setenta y ochenta, en los que, según él, se cometió el error de dar demasiado dinero a los obreros y demasiado poder a los sindicatos. Suena como música celestial en  los dominios de la CEOE  y del Comité del Dolor formado por banqueros, financieros y grandes empresarios. Ahora resulta que los culpables de la crisis hemos sido nosotros, los trabajadores, y los blandengues que nos han agasajado con derechos y salarios a todas luces inmerecidos. Sinceramente: hay que tener mucha jeta para decir una cosa así. 
    Parece mentira, pero a principios del siglo XXI estamos a punto de vernos reconducidos a los parámetros capitalistas del siglo XIX. Este Pissarides, por ejemplo, haría un buen papel al frente de una plantación de esclavos. A juzgar por la simpleza de sus planteamientos,  no creo que llegase a tener, ya metido en faena, eso que antes se llamaba mala conciencia. 

miércoles, 26 de octubre de 2011

EUROPA HA PERDIDO EL HABLA


     Por lo visto, se está librando en la trastienda del sistema político-económico un forcejeo del que depende la suerte del proyecto europeo. Digo “por lo visto”, porque aunque ciudadano directamente afectado por las decisiones que se tomen, carezco de información seria y contrastada. Me encuentro  mareado por las cifras, hundido hasta el cuello en un amasijo de datos, en el que se incluyen las fintas de Berlusconi, las contradicciones de Sarkozy y las admoniciones ininteligibles de la señora Merckel.  Como europeo, no recibo explicaciones serias, y me siento rodeado de una oscuridad de tipo soviético.
   Me reconozco pendiente de las gesticulaciones de nuestros líderes políticos. Y esta irritante situación me recuerda la época en que uno vivía tratando de descifrar las intenciones de El Pardo, atento a las palabras sueltas de “los enterados”. Bien entendido que estos  líderes ni siquiera tienen el carácter necesario para dirigirse a la ciudadanía en primera persona, ni para dar explicaciones ni para responsabilizarse por sus actos. Sólo son capaces de hablar entre sí.  De sobra es sabido que hasta los tiranos tienen que dar algún tipo de explicación y responder de alguna manera a las inquietudes de la gente, y que es muy mal asunto cuando no dicen ni pío.
  ¿Qué les está pasando a los líderes europeos, a los que hemos elegido y a los que se han enchufado por sí mismos? ¿Se les comió la lengua el gato? No me cabe duda de que tienen cosas importantes que decir, pero me temo han perdido el habla porque no pueden decir nada presentable, nada respetable, nada decoroso, y eso que no les faltan medios para pintar de blanco lo que es negro. Quizá no haya otro misterio, pues todo indica que, por segunda vez, se echará mano del dinero del contribuyente –del ganado y del que presuntamente gane el día de mañana– para mantener a flote el sistema bancario y financiero… sin ninguna garantía de devolución, al tiempo que se deja en los huesos el Estado de Servicios. Se entiende, pues, que no digan esta boca es mía. El presidente Roosevelt fue capaz de reconducir muchos espíritus con sus charlas radiofónicas: tenía cosas positivas que proponer. Esta es la diferencia. 

martes, 25 de octubre de 2011

GADAFI Y HIJO MUTASSIM, LINCHADOS


    He recibido unas cuantas cartas en las que se me reprocha lo que escribí en la nota precedente, también la alusión a que Gadafi había cumplido  la promesa de morir en su tierra. Se me hace saber que los libios se han librado de un tirano, que lo están celebrando, que ahora son libres, que la comunidad internacional ha obrado de manera intachable. Y tengo que reafirmarme en lo dicho, punto por punto.
    En particular, tengo que redoblar mi repulsa sobre lo sucedido, con las nuevas evidencias. El linchamiento de Gadafi fue aún peor, si cabe, de lo que pareció en un primer momento, porque no sólo fue asesinado. También fue salvajemente torturado. Y resulta que su hijo Mutassim también ha sido asesinado, al parecer a manos de la misma jauría.  Todo esto es inaceptable y hay que exigir a las Naciones Unidas que tome cartas en el asunto con la mayor seriedad y prontitud. Es inútil buscar disculpas en tales o cuales presuntos crímenes de Gadafi y de su hijo. Inútil. Tomarse una cosa así a la ligera sería tanto como abdicar de nuestra condición de seres humanos. Quede claro.
   Nótese que esto  no ha ocurrido en un oscuro callejón. El mundo entero –niños incluidos–  ha podido verlo. Si no se hace nada al respecto, ¡qué inmensa vergüenza, qué deshonra para la humanidad! Y nótese que tras Gadafi y su hijo... hay miles de libios en situación de riesgo.

jueves, 20 de octubre de 2011

LA MUERTE DE GADAFI


      La visión del cadáver del líder libio, como  la de los despojos de Sadam Hussein, no me causa ni la menor satisfacción. Al contrario.  El vídeo  muestra un auténtico linchamiento, algo moralmente repulsivo. La "comunidad internacional" debe necesariamente cuestionarse el significado de haberse involucrado en semejante acción. Lo sucedido nos indica en qué fase de la historia nos encontramos. Empeoramos y ciertos cadáveres se exhiben como trofeos, por la tele, como antes se hacía en la plaza pública. 
    Anteayer enemigo de la potencia imperial, que en tiempos de Reagan bombardeó Trípoli y Bengazi haciendo pagar a justos por pecadores –en respuesta a un atentado acaecido en La Belle, un pub de Berlín–, ayer amigo de nuevo, tan amigo que hasta daba gusto sentarse en su jaima, hoy acribillado, Gadafi ha acabado sus días trágicamente,  previamente demonizado. Cumpliendo, eso sí, su promesa de morir en su patria.
    Se nos ha hecho saber que la intervención de la OTAN ha sido de tipo humanitario. La ministra Chacón acaba de agradecer a nuestros aviadores su contribución a “salvar vidas”.  ¡Un tirano menos, viva la democracia! ¡Qué buenos somos! "¡Guau!" ha exclamado la señora Clinton, al recibir la noticia del linchamiento de Gadafi... Obama a felicitado a los rebeldes a raíz de este suceso, dándoles el título de "vencedores"... 
      Mejor no pensar en los intereses petroleros, en los intereses geoestratégicos y en las divisas que controlaba Gadafi, un bocado apetitoso. Mejor no pensar en que lo sucedido nos confirma la disposición a derribar gobiernos incómodos a cualquier precio, sangrientamente, a lo que se supone que tenemos que ir acostumbrándonos.
   Mejor no pensar de qué forma se armó a la oposición a Gadafi, ni de qué manera se bombardeó el país, mucho más allá de lo que se nos dio a entender y siempre al servicio de los rebeldes.  Mejor no pensar en los inocentes masacrados. 
   Y mejor no pensar tampoco en lo que les espera a los libios.  Pero de algo podemos estar seguros, y es de que, por mucho que los intereses materiales y rapaces  se camuflen mediáticamente bajo lindas apelaciones humanitarias, todos vamos a acabar, tarde o temprano, igualmente mal. Nuestra civilización está fallando y nadie puede considerarse a salvo de la barbarie. Desde el punto de vista de la pobre humanidad, aquí lo terrible no es que Gadafi no fuera lo que se dice un buen hombre, lo terrible es que los que presumen de ser mejores evidentemente no lo son.

viernes, 14 de octubre de 2011

EL CASO FIDALGO

    José María Fildago, hasta hace poco secretario general de CCOO, todavía miembro de su Ejecutiva y del Consejo Confederal, se ha pasado al Partido Popular y se rumorea que podría ser el próximo ministro de Trabajo.
    Está de moda decir que derecha e izquierda son conceptos anticuados, y el caso puede servir  para que no nos quedemos completamente ciegos.
   Porque no estamos ante una traslación sin importancia: el flujo va –siempre en la línea del mínimo esfuerzo y de la máxima gratificación– de izquierda a derecha, y no al revés...   
    No ha sido un pequeño  éxito por parte de los agentes de la revolución de los muy ricos haber amaestrado a los sindicatos y haber contribuido a que se vean desacreditados ante los propios trabajadores. La operación ha salido tan bien que ya se puede fichar, con toda naturalidad, al señor Fidalgo, quizá sin que él mismo  y sus compañeros de la Ejecutiva se den cuenta del significado de esta traslación, del descrédito que proyecta sobre el sindicato, sobre todos los sindicatos y sobre el sistema político en sí mismo.
   A  juzgar por la indignación reinante,  nótese que de forma clamorosa se exige  de los representantes un mínimo de respeto por sus  representados y también  –¡a ver si se enteran!– por lo representado.

miércoles, 12 de octubre de 2011

EL SÁBADO 15 SALGO A LA CALLE

  Saldré, sí, a manifestarme pacífica y seriamente, en unión con todos los indignados.
   Lo haré porque estoy indignado, por  solidaridad con mi gente y también porque creo todavía en la posibilidad de conseguir un mundo mejor, convencido –además, sensación terrible– de que el tiempo se agota y de que la partida se está decidiendo precisamente ahora.
    Y saldré a la calle porque la clase gobernante española, europea y mundial necesita un severo toque de atención para recapacitar sobre las consecuencias de desplumar a la humanidad en beneficio de una minoría de egoístas locos y feroces.  Que se sepa que les hemos visto las cartas, que se acabaron los juegos trileros con la verdad y con los números. 
   Si me quedara en casa me sentiría un colaboracionista, un lacayo de esa minoría totalitaria, un cómplice, y en el mejor de los casos un tonto útil,  un imbécil.

viernes, 7 de octubre de 2011

EL ESCUDO ANTIMISILES…


    De forma súbita, el presidente Zapatero nos comunica que, como españoles y  europeos, estaremos bien  protegidos, gracias a nuestra incorporación al escudo antimisiles... Se habla de que el peligro puede venir de Irán y de Corea del Norte. Y ya está, pues se sobreentiende que no hay que hacer caso del enfado de los rusos.
     Sucede todo esto sin el menor debate, en el último tramo de la legislatura, con el parlamento disuelto, y uno se entera como de refilón, como si se tratase de un asuntillo de andar por casa. Una vez más, nuestra democracia se ha lucido, sonriendo mucho eso sí. Cuando el general Franco se entendía con los norteamericanos, al ciudadano, al menos, no le cabía ninguna clase de responsabilidad. Ahora, en cambio, se da por supuesto que alguna tiene, lo que da una pátina de respetabilidad a los acuerdos tomados a puerta cerrada, de cuyo alcance nos enteraremos cuando ya no haya nada que hacer.
     En su día, Gorbachov se mofó del escudo antimisiles, por lo visto fácil de burlar, pero –claro es– la gracia no estaba en su eficacia sino en el gran negocio, que se llevó los famosos “dividendos para la paz”, de cuyo reparto nunca se supo.

martes, 4 de octubre de 2011

BONO Y COSPEDAL, INDIGNANTES


   Casi al mismo tiempo, José Bono y Dolores de Cospedal se han referido al subsidio a los parados en un lenguaje común, dándonos a entender que debe ser controlado y revisado a la baja. La convergencia entre el supuesto socialista y la exultante dirigente popular forma parte, salta a la vista, de la larga y sinuosa campaña contra los logros de la clase trabajadora.
    Desde hace tiempo, oímos insinuaciones  repulsivas,  en forma de frases equívocas, globos sonda y lapsus. Se nos da a entender que la cobertura a los parados es excesiva, que hay abusos, que no faltan los holgazanes, que la economía no levantará vuelo si no se toman medidas para “dinamizar” el mercado de trabajo.
     Y esto se nos da a entender cuando ya estamos indignados, sin pensar ni por un momento en lo feo que es que personas bien situadas, con las espaldas bien cubiertas, se refieran en tales términos a personas mal situadas y con graves apuros de supervivencia. Todavía ni unos ni otros se atreven a proponer que se supriman los subsidios, pero mucho cuidado, porque vivimos en un mundo extraño, en el que se perfila una minoría esclavista y una mayoría esclavizada. 
    Uno de los logros de pasadas épocas fue que los ricos dejaran de comportarse arrogantemente ante quienes no lo son, lo que permitió suavizar el clima social y político por ambas partes, sobre bases constructivas. A fuerza de torpezas y groserías, el clima va a acabar completamente agriado.

viernes, 30 de septiembre de 2011

MIRANDO AL PORVENIR


    ¿Hasta cuándo  esta crisis? Me lo han preguntado, con angustia, y me quedé sin habla. Ahora se me acalambran los dedos.  Es indignante, pero esta crisis, de no mediar un milagro, de no verse  nuestros dirigentes  obligados a recapacitar, durará hasta que los estándares sociales europeos hayan sido reducidos a la mínima expresión, hasta que cosas y personas valgan tan poco que de gusto comprarlas por poca plata. Entonces y sólo entonces volveremos a ser atractivos y competitivos.  
   Los poderes globales se están aprovechando de la misma crisis que ellos causaron, con esa oscura finalidad. Así, Estados Unidos, teatro de estafas monstruosas, cargado de deudas, se escuda en la crisis europea para ocultar los problemas que, por la misma razón,  sus capitostes económicos no tienen ni la menor intención de resolver, al tiempo que, dentro del espacio europeo, se transfieren las culpas a los más débiles, cuyos ciudadanos son los más expuestos a volverse interesantes en el futuro próximo, como mano de obra barata y ejemplarmente quebrantada.  Razonando no se puede conseguir que la gente lo acepte, mediante el chantaje económico sí que se puede.
    La misma jugada que se hizo contra los intereses del pueblo norteamericano a mayor gloria de una minoría, se está perpetrando en Europa, y el resultado será igualmente espantoso.
    Mientras montar una fábrica cueste el doble en España que en China, no tiene sentido hacer números, como los genios de la deslocalización han sido los primeros en saber.  Si los obreros chinos no cuestan nada, mientras se los pueda contratar o despedir de un puntapié, no podemos pedir que nadie se interese por nuestra mano de obra. No hay más misterio, en lo tocante a nuestros cinco millones de parados. 
   Esto se veía venir, dígase lo que se diga, desde hace tiempo, desde que la secta neoliberal echó raíces de este lado del Atlántico.  ¿Creemos que fue casual que se encomendase la redacción de la Carta Magna europea al neoliberal y atlantista Valery Giscard d’Estaing? ¿Creemos que este buen amigo del sanguinario Bokassa nos iba a proponer algo aceptable? ¿Creemos que sólo por dejadez se ha traspapelado la Carta Social?  Desde hace tiempo, el Tercer Mundo está creciendo en el espacio de los privilegiados. Y esto promete dolor, mucho dolor, siendo inútil buscar en todo ello el menor vestigio de moralidad. Y como no hay moralidad, como no hay un solo ideal decente a exponer, sólo se hablará de que hay que hacer sumas y restas, sobre todo restas.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

EL PEZ GRANDE SE COME AL CHICO

    Como era de temer, los más débiles están siendo abandonados a su suerte.  Nada más vergonzoso que dejar de pagar a las personas que se ocupan de cuidar a enfermos y discapacitados, y se está haciendo con increíble descaro… ¡Cómo si por realizar tan noble tarea cobrasen un salario astronómico! ¡Por favor! Hasta los médicos se encuentran en el punto de mira...
    He aquí una prueba más de la barbarie neoliberal. El contrato social se puede considerar roto, pisoteado a la vista de todos.  Ya hemos entrado en la fase de la crueldad, con la consiguiente pérdida de legitimidad. No hay mayor tragedia para una democracia.
    En vista de lo que está sucediendo no hay más remedio que prestar muchísima atención a lo que se hace con nuestro dinero.  Aquí el único problema no ha sido el de la socialización de las pérdidas.
   ¿Por qué se dan graciosamente 400 millones de euros de subvención a la CEOE si ni siquiera hay dinero para atender a los ancianos y los minusválidos? ¿Es de recibo que se entreguen 10 mil millones de euros a la Iglesia todos los años? Es razonable que el gasto militar ascienda a 17.244 millones anuales, sin olvidar los 25.000 millones en compras de material a crédito?  Por medio de las SICAV, empresas que han obtenido suculentos beneficios, del orden de los 8.000 millones de euros, se han  limitado a pagar 500 millones de euros en impuestos, en lugar de los 1.750 millones que habrían tenido que pagar si no contasen con esa bula para evasores. ¿Es normal, es decente? 
    ¿Por qué no se habla de meter la tijera donde a nadie le va a doler de verdad? Respuesta: porque de lo que se trata es de cargarse al Estado de Servicios en aplicación del dogma neoliberal, que se reduce al imperativo  de que el pez grande se coma al chico. ¿Todavía cabe alguna duda sobre la necesidad de exigir una democracia real ya?

domingo, 25 de septiembre de 2011

ESCÁNDALO EN GRECIA

   Ya no es posible fiarse de lo que nos dicen las autoridades, y esto es tremendo, tremendo. La era de la información es la era de la manipulación.  Lo que acaba de destaparse en Grecia es una prueba especialmente grave.
   Resulta que las altas autoridades presionaron fuertemente al organismo griego encargado de precisar el déficit. Éste rondaba el 12 por ciento, y eso no era suficiente. El chantaje surtió efecto y  quedó fijado en un satisfactorio 15,4 por cierto. Para imponer al pueblo las medidas de ajuste hacía falta un buen pretexto, y así se obtuvo, falseando los datos.  ¿Hay o no hay motivos para la indignación?
   Se exige la creación de una Comisión de Auditoría de la Deuda Pública Griega y el control social sobre la misma, ya con la sospecha de que, en parte, se trata de una deuda odiosa…  Se exige, en efecto, que se abran los libros de la deuda y de las finanzas, ante el descubrimiento de que “el gobierno, el FMI y la UE son peligrosos y están desprovistos de toda legitimidad”.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

EL ACOSO A LA ENSEÑANZA PÚBLICA


    Los maestros madrileños, víctimas de un atropello, han tenido que ir a  la  huelga al comienzo del curso.  El atropello mismo es muy expresivo de la época que nos toca vivir.  Como demostración  de la mezquindad y la cortedad de miras del poder, no tiene desperdicio, e ilustra a la perfección cómo se puede aprovechar una crisis para hacer lo que a uno le viene en gana.
     Se da a entender que la enseñanza pública es demasiado cara, que los maestros hacen el vago, que el sistema está sobredimensionado, y a continuación los recortes.  Alguna lamentación oficial: parece que no podemos permitirnos gastar tanto en educación en estos tiempos, de modo habrá tramos de estudio que los chicos tendrán que pagarse de su bolsillo.
    En primer lugar, antes de los recortes, la educación pública ya estaba medio asfixiada, por lo que se piden sacrificios a quien ya no estaba para alegrías. En segundo lugar, se olvida que en el pasado, en situaciones de mayor estrechez, se hizo lo posible y también lo imposible para contar con un sistema de educación pública, a lo que debemos haber salido del pozo en que nos encontrábamos.
    Lo que está sucediendo sólo se entiende si se tiene en cuenta que los doctrinarios neoliberales se la han tenido jurada a la enseñanza pública desde el principio. Son antiilustrados y elitistas, ansían en el monopolio de la enseñanza, pues no ignoran que la educación es un instrumento de poder, y les atrae la idea de hacer de ella un gran negocio particular. No hay otro misterio. Estúdiense las declaraciones y los lapsus de Esperanza Aguirre y  el documento sobre educación presentado por Joan Rossel, el presidente de la CEOE,  para salir de dudas. Y encima, hay que tener en cuenta que por el mismo calvario ya han tenido que pasar los maestros norteamericanos y latinoamericanos.Esta es una historia con muchos capítulos tristes, todos iguales.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

LAS REFORMAS CANALLAS


    No tendrán fin, pues obedecen a la siniestra lógica de los chantajes.  Si los griegos creían haberse apretado el cinturón  hasta el último agujero, resulta que no, que la cosa no ha hecho más que empezar. Lo mismo sucede en Italia y en nuestro país. La triquiñuela  de escalonar las reformas con el fin de que la víctima se irrite por etapas, sin estallar, está  muy vista  y cualquier día de estos producirá justo lo que desea evitar. Ya le hemos pillado el tranquillo, y sabemos que detrás de una viene la siguiente, terrible pero insuficiente.  Sobrecoge que esto nos esté pasando en Europa, no se sabe si por un fenómeno de combustión interna o por alguna listeza para acabar con ella ideada  fuera por alguna mente maquiavélica.  En todo caso, ella se lo ha buscado. Desde que confió algo tan importante como la Carta Magna europea al neoliberal Valery Giscard d'Estaing, esto se veía venir.  
     Los pequeños gestos para la galería, llámense reducción de vehículos oficiales o de dietas de viaje, a nadie engañarán. De forma sistemática se carga la factura sobre la parte más débil. Los peces gordos, sean bancos o particulares, no tienen nada que temer, tampoco la Iglesia.  Por eso da tanto asco escuchar a los rapsodas de los recortes sociales, incluidos los que afectan a los minusválidos.
    El problema es que, por mucho que intenten marearnos con cifras y porcentajes, los ciudadanos de a pie ya nos hemos dado cuenta de que, tonterías aparte, hemos sido víctimas de una estafa.  Y encima, ya estamos de sobra informados de que los sacrificios que se nos piden no nos sacarán del agujero, ni a nosotros ni a nuestros hijos, y que lo que aquí verdaderamente importa, aparte de socializar las pérdidas, es dar marcha atrás a todas la conquistas sociales, una por una, de forma que doblemos el espinazo. Una forma de jugar con fuego.     
    Recuerdo muy bien el triste caso de Argentina, alumna modélica del FMI, que acabó en el famoso corralito. Siempre ocurre lo mismo: cuando todo ha caído, cuando no queda más salida que la prostitución o el suicidio, aparecen los inversores en el horizonte, siempre del brazo de algún socio local, momento en que se empieza a hablar de recuperación. Pero falta bastante, y muchísimo dolor. La cosa es tan poco democrática, tan rastrera, que empiezo a sentirme rodeado de quislings y colaboracionistas...  

lunes, 12 de septiembre de 2011

DIEZ AÑOS DESPUÉS DEL 11S

    Se dice que el siglo XX  empezó en 1914, al desencadenarse la I Guerra Mundial, y quizá llegue a ser un tópico decir que el siglo XXI  dio comienzo en 11 de septiembre de 1911, con los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono. Parece que ocurrieron ayer, pero no, fue hace diez años. 
     Todos sabemos para qué fueron utilizados esos atentados: para imponer la Patriot Act, sin debate y todavía vigente, para invadir precipitadamente Afganistán, primero, y luego para invadir Irak, no faltando las mentiras graves de por medio. Si la serie resulta de por sí inquietante, los atentados que la hicieron posible permanecen en la memoria sobrecargados de interrogantes que a estas alturas ya deberían haber sido respondidos con absoluta claridad.
    Como en el caso del asesinato de John F. Kennedy, debemos contentarnos con la coexistencia de dos versiones, una oficial y otra extraoficial, esta de género tenebroso.  Confieso que me gustaría muchísimo vivir en un mundo en el que me fuera dado confiar en las versiones oficiales, algo imposible a estas alturas. Encima, en lo tocante al 11S ni por el lado de la versión oficial ni por el de la contraria hay manera de hacer pie en la creencia de que se ha obrado con sensatez. Víctimas y más víctimas inocentes, daños y más daños, ruina y devastación. 

sábado, 10 de septiembre de 2011

LO DE LIBIA COMO SÍNTOMA

    La percepción que uno tiene sobre lo que está pasando en Libia es de lo más extraña, muy expresiva de la época que nos toca vivir.  
    Hay una versión oficial, según la cual nos hemos involucrado en la guerra por motivos estrictamente humanitarios. Asentado el principio de que los rebeldes son los buenos, reservado el papel de malo a Gadaffi, se supone que debemos alegrarnos de las victorias de aquellos y de las derrotas de éste. Y se supone también que debemos hacer la vista gorda ante el hecho de que la OTAN no se haya atenido al papel de fuerza de interposición. Todo sea por la causa, tan intachable.
   Pero hay otra versión, según la cual los intereses que mueven a occidente son cualquier cosa menos presentables, porque hay que tener en cuenta el petróleo y las arcas del dictador, repletas de divisas, un botín suculento en estos tiempos de estrechez, esto por no entrar en consideraciones geopolíticas más o menos obvias y por dejar a un lado el vidrioso asunto de la creciente compulsión a hacer uso de la fuerza.
     Las informaciones sesgadas han sido la norma, y parece que, en lugar de vivir en una sociedad abierta, bien informados, debamos considerar normal la ausencia de noticias y de debates parlamentarios serios. 
     Sin embargo, al final  nos enteramos de que  los rebeldes que estamos apoyando cometen  atrocidades indescriptibles, nos enteramos de que, hasta ayer mismo, las relaciones de Gadaffi con occidente eran, aunque tenebrosas, excelentes, nos enteramos de que el líder rebelde Belhady, el héroe de la conquista de Trípoli, es un acreditado extremista islámico y de que él y gente de su entorno han tenido algún trato con el tristemente célebre Tunecino de los atentados de Madrid. 
     Uno se pregunta qué clase de democracia puede salir de todo ello, pero hay algo seguro: Cuando dentro de un tiempo encajen las piezas del rompecabezas, el cuadro nos dejará espantados, por la lógica del trazo, por la chapuza, por la maldad y por las mentiras que nos tragamos.

lunes, 5 de septiembre de 2011

EL INDIGNANTE TRASFONDO DE ESTA CRISIS



     La entrada precedente, sobre la infumable reforma constitucional, ha irritado a quienes desearían vernos bailar como osos de feria. Que si no había más remedio, que si así es el mundo, que si el banco central europeo nos ha salvado con su Diktat, que si los partidos mayoritarios han dado pruebas de un elevado sentido de la responsabilidad… Pero yo me reafirmo en lo dicho.
    Y algo más voy a añadir: esta reforma de las Constitución representa un sacrificio horripilante de la soberanía en el altar de los intereses financieros y, además,  introduce unas disposiciones que contradicen su espíritu, incompatibles con varios de sus artículos de mayor enjundia, a los que vacía de contenido (artículos 1, 129,130,131…). 
    Este atropello se inscribe en una serie de reformas canallas, encaminadas a cargar sobre nuestras espaldas el montante la juerga neoliberal, por un lado, y por el otro, a  destruir el Estado de bienestar, lo que equivale a romper el contrato social. Naturalmente, nos será dicho que no, que lo que se pretende  es salvarlo, una mentira de las gordas a juzgar por lo que han hecho los neoliberales un año tras otro.
   Y conste que no estamos ante un asunto meramente económico, como pretende hacernos creer la parte interesada. Estamos ante un asunto de poder, de un poder que, por su propia dinámica, se encuentra en  situación de sacar partido de esta crisis que él mismo provocó. Lo que desde fuera parece un fracaso inapelable, desde dentro es un paso más por el camino del éxito. Nótese lo bien que se dosifica el tempo de los acontecimientos, nótese el escalonamiento de las reformas canallas, de las que nadie habló cuando se trataba de socializar las pérdidas.
    Pese a lo ocurrido, pese al derrumbamiento de la pirámide de Ponzi, seguimos en las mismas.  Se pide aun menos gasto público –menos gasto social–, más austeridad, más privatizaciones, menos derechos para la clase trabajadora e incluso menos impuestos, lo que indica que la galopada nihilista va a continuar.
   Economistas tan serios como Joseph  Stiglitz, Paul Krugman y Nouriel Roubini han dejado claro que así, EN LUGAR DE SALIR DE LA CRISIS, LA AGRAVAREMOS. Pero es que da igual. Da completamente igual que la gente ya sepa que se exigen  sacrificios que no servirán para nada salvo para sufrir. En definitiva, estamos ante un chulesco despliegue de rapacidad, ante el cual una de dos, o uno se indigna, o quedará convertido, automáticamente en un COLABORACIONISTA. Se puede llegar a tan fea condición por interés, por falta de luces o por simple cobardía.

sábado, 3 de septiembre de 2011

LA REFORMA CONSTITUCIONAL


     Acabamos de asistir a un espectáculo vergonzoso, a un trágala, a una cacicada, a un pacto del capó.  ¿Con que éstas tenemos? ¡Modificar la Constitución que nos dimos en 1978 con el exclusivo propósito de dar satisfacción a unos chantajistas que para nada tienen en cuenta nuestros intereses!  
    No tengo palabras para decir lo que siento.  Si ya estaba indignado, ahora lo estoy mucho más, y también alarmado, porque el daño ya está hecho,  con una tremenda pérdida de legitimidad. 
   Me pregunto de dónde han sacado los responsables de esta jugada la  creencia infantil de que los chantajistas van a agradecer el favor. Aprobar semejante modificación del texto constitucional equivale a proclamar a los cuatro vientos que los españoles estamos decididos a ahogarnos en la miseria antes de ponerles el más pequeño límite.  En lugar de contenerse, los chantajistas se crecerán, ya advertidos de que, aparte de rendirnos, no sabemos hacer nada de nada.
    Pedir una democracia real ya es, salta a la vista, una cuestión de supervivencia.
    

miércoles, 27 de julio de 2011

EL GESTO DE STIGLITZ

    A los no indignados, a los satisfechos, les ha sentado fatal que Joseph Stiglitz se haya solidarizado con el movimiento del 15m. Nadie esperaba verlo  participando en la Asamblea de Economía que se celebraba en el Retiro. 
    Improvisadamente, altavoz en mano, Stiglitz nos dejó este mensaje, un diagnóstico conciso,  seguido de una prescripción facultativa: “Las malas ideas han dominado el discurso económico las últimas tres décadas. No son ideas sustentadas en la ciencia económica, sino en la ideología y los intereses. Hay una oportunidad real ahora de combinar la ciencia económica con un compromiso con la justicia social, para crear una nueva economía.”
    Y añadió: “Os deseo la mejor suerte”.  Entrevistado por el diario Público, no se anduvo por las ramas: si él estuviese en la piel de los indignados españoles, estaría aún más indignado
     Stiglitz ha dado un paso muy valiente.  Ex vicedirector del Banco Mundial, Premio Nobel de Economía y catedrático de la Universidad de Columbia no es precisamente un hombre ajeno al sistema. De ahí la importancia de su gesto.  Tenemos fundados motivos para creer que dentro del sistema, con cierto poder y con cierto predicamento, hay otros personajes que piensan como él, y sería muy de agradecer que dieran la cara con la misma naturalidad. El movimiento de los indignados está cargado de razón.
    Y bien mirado, entre las pocas esperanzas que nos quedan está la de que los espíritus decentes e ilustrados que se encuentran en el interior del Sistema se hagan cargo de la indignación reinante en las calles. Así, con los de fuera y con los de dentro unidos, sería posible, en teoría, poner límites a la élite maligna que se ha hecho con las riendas de la humanidad.

martes, 26 de julio de 2011

BEHRING BREIVIK

Un loco, es lo primero que piensa uno. Pero este Breivik es algo más que un simple desequilibrado. La salvajada que cometió en Oslo y en la isla de Utoya nos pone ante uno de los enigmas más odiosos de la posmodernidad: la fría aniquilación de personas con segundas intenciones, como resultado de un cálculo, de un plan. No es la primera vez que ocurre, y mucho me temo que no será la última.
     La desvalorización de la vida humana ha llegado a extremos inauditos. Es inevitable ver tan horrible característica de nuestro tiempo en los bombardeos de ciudades, en la indiferencia con que contemplamos a millones de hambrientos, y en este tipo de actos. 

    En los viejos tiempos, el terrorista apuntaba contra los responsables reales o presuntos de tales o cuales injusticias. Ahora lo que se lleva es poner bombas en la calle y disparar contra cualquiera. Esta moda empezó, creo recordar, con la matanza de Peteano, o con la bomba de la sala de espera de la estación de Bolonia. Los locos y los no locos son capaces de las mismas salvajadas.

    En este caso, se ve a las claras el alto precio que se acaba pagando por la retórica del odio al diferente, pues el tal Breivik la tenía tomada contra los musulmanes y contra el multiculturalismo, hasta el punto de disparar contra sus propios compatriotas, supuestos culpables de condescendencia.
    Tenga o no cómplices directos, Breivik no está solo en su odio. Hay mucha gente –intelectuales de pago incluidos– que se dedica a atizar el odio contra los “extraños”. El viejo racismo hitleriano ha sido convenientemente reciclado, y el sueño de la “raza pura” ha sido sustituido por el no menos insensato y criminal de la “comunidad pura”, una invitación a la “limpieza étnica”. Que a estas alturas de la historia tengamos que  vérnoslas con este tipo de cosas es un indicio claro de que ésta, en lugar de progresar, retrocede… Que el señor Breivik tenga una empanada mental no sirve de consuelo: no es el único que la tiene. 
    Y una última cuestión: ¿es tolerable que ciertas gentes se lucren vendiendo ametralladoras y balas dum-dum a particulares? 

domingo, 17 de julio de 2011

APLAUSOS PARA GIULIO TREMONTI


    El superministro de finanzas italiano, señor Tremonti, se ha sacado de la manga una serie de medidas draconianas. Pretende impedir en el último momento que la tercera economía de la zona euro –“demasiado grande para quebrar”–, se vaya a pique. Le aplauden  quienes disfrutan con este tipo de cosas, los que consideran normal y razonable que se cargue el montante de todas las juergas en el pueblo llano. Se alaba su elevadísimo sentido de la responsabilidad, pero no seré yo quien aplauda. Me parece indignante: todas esas medidas se las dictó el Comité del Dolor, de espaldas al bien común.
     Mano derecha de Berlusconi hasta ayer mismo y corresponsable de todas sus juergas financieras, Tremonti  no es quién para imponerle sacrificios a nadie. No hay más que pensar en su buen amigo Milanese, un auténtico acumulador de porsches, yates y joyas, para abarcar la tragedia de un vistazo.
    Para imponer sacrificios hay que tener eso que antes se llamaba “autoridad moral”. ¿Cómo reaccionarán los italianos?  Las  tuercas se irán apretando de aquí al año 2014 y, a juzgar por otros casos, se puede dar por seguro que, por el camino, Tremonti o cualquiera de sus clones, añadirá nuevos sufrimientos. Estas cosas van de menos a más, sin ninguna garantía para la víctima.
   Si la estabilidad de la zona euro depende de este tipo de jugadas, podemos estar seguros de que esto va a acabar mal, muy mal. ¡Pobre Italia, pobre Europa! ¡Y pensar que hay gente que se está lucrando con el dolor de los pueblos con increíble desvergüenza!  Vale la pena leer el siguiente artículo:  www.publico.es/dinero/387469/los-bancos-de-eeuu-se-hacen-de-oro-con-la-crisis-del-euro Ofrece una clara indicación de que nos encontramos en manos de una banda de chantajistas.

viernes, 15 de julio de 2011

LA “CRISIS”: DE MAL EN PEOR


    Nada se hizo para poner orden en las finanzas mundiales, y así nos va. No hay a la vista ningún acuerdo sensato a lo Bretton Woods, y se concluye que los asuntos humanos están en manos de unos dementes. A lo más que se llega es imponer recortes de menos a más, como acredita el caso italiano, a tapar unas noticias malas con otras peores y a dar largas a todos los problemas. Las autoridades planetarias, tanto las económicas como las políticas, están dando un penoso espectáculo.
     El único que parece haber recapacitado es el presidente de Filipinas, Benigno Aquino. Nos enteramos de que, con gran dolor,   ha renunciado a su Porsche de segunda mano, ya convertido en un símbolo de su arrogancia. La señora Lagarde, nueva presidenta del FMI, mujer de sólidos principios atlánticos, próxima a los intereses del complejo científico-militar-industrial norteamericano, amiga de Condi Rice y de Dick Chenney no parece haberse enterado de que hay cosas que sientan mal: lo primero que hizo fue subirse el sueldo. Juega en otra división y, lejos de ocultarlo, nos lo hace notar.
     Lo que se lleva es más de lo mismo. Nada de irritar a los beneficiarios de la pirámide de Ponzi planetaria. La sola idea de compartir sacrificios con el común de los mortales pone fuera de sí a quienes se creen por encima del bien y del mal.   
    El presidente Obama se encuentra entre la espada y la pared por su pretensión de subir un poquito los impuestos a los muy ricos y a las empresas petroleras. Cargar el montante de la juerga universal sobre lo que antes se llamaba “el pueblo llano” es una forma de dar por liquidado el contrato social. Obama lo sabe, todos lo sabemos, pero los juerguistas, lejos de llorar sus culpas, se han envalentonado, llegando al colmo de actuar contra sus propios intereses (parece mentira, pero están dispuestos a matar a la gallina de los huevos de oro).
   No sabemos qué cara pondrán los chinos a primeros de agosto si los norteamericanos no hacen honor a sus compromisos, pero no deberíamos olvidar jamás que nos encontramos en la era del dinero fiduciario, basado todo él en la confianza, ya prácticamente agotada.  

miércoles, 6 de julio de 2011

BONO Y LA “ROPA INDECOROSA”


     Es un caso interesante este del señor José Bono, presidente de la cámara de diputados, por formar parte de una tendencia de lo más llamativa, de tipo retrógrado como es usual en los tiempos que corren.  
     Al señor Bono le gusta que la gente vista “correctamente”. Ya vimos cómo llamó al orden al diputado Sebastián por aparecer en el hemiciclo  sin corbata…  esto es, faltando al respeto de sus pares. Ahora resulta que no quiere admitir visitantes  ataviados con pantalón corto, camisa sin magas o camiseta con tirantes. No sabemos lo que piensa de la minifalda o de las sandalias, pero está claro que aborrece las chanclas.  Es su pequeña contribución a la campaña encaminada a devolvernos a los usos y costumbres de los años cincuenta.
    Ya he llamado la atención sobre esta campaña retrógrada, que se complementa con la reaparición de vistosos uniformes, caros vestidos de gala y  sotanas formidables. La apariencia vuelve a ser más importante que el contenido.
    El principio de autoridad recurre a los trucos del pasado, a ver si consigue recuperar el carisma perdido y mantener las distancias. No es un asunto puramente español, es una tendencia global. Si los de la suiza UBS se permiten establecer qué tipo de ropa interior deben vestir sus trabajadoras, ahora se obliga a las dependientas de Carrefour a maquillarse de acuerdo con los gustos del Bono de turno. Y es que el poder siempre ha detestado la común afición de las personas a arreglarse  como les da la gana, un signo de autonomía, algo irritante.
    Si esto sigue así, habrá que obligar a nuestros políticos a que dejen de hacerse los campechanos cuando les conviene, cuando pretenden aproximarse al común de los mortales.  Que vayan a todas partes de traje y corbata, también a los mítines y los actos electorales...  El traje de baño de antaño, una combinación de calzón y camiseta de tirantes, me parece, para ellos, la única solución, el único decoroso, para el caso de que tengan que bajar a la playa.
    En fin, bromas aparte, me será permitido llamar la atención sobre el hecho de que nunca he visto a los usuarios de chanclas y bermudas exigir a nadie que se despoje de la corbata. Tengo mis buenos motivos para sospechar que los usuarios de chanclas son esencialmente más liberales –más tolerantes– que los señores de traje y corbata.
     

miércoles, 29 de junio de 2011

TODOS CON AYAT AL-QARMEZY

    El 20 de febrero, en Manama, capital de Barehin, Ayat Al-Quarmezy, de veinte años de edad, poeta, se unió a la demanda de reformas con unos versos contra la miseria. Eran versos dirigidos al monarca, al que no oye al pueblo, al indiferente, al que no oye ni los gritos ni los llantos del pueblo.
    Las fuerzas de seguridad allanaron su casa y, al no encontrar a la joven poeta, amenazaron con matar a sus hermanos si no se entregaba. Quince días la tuvieron incomunicada, sufrió descargas eléctricas y todo tipo de vejaciones. Un tribunal militar acaba de condenarla a un año de prisión. ¡Por un poema! Es INTOLERABLE. Semejante atropello contra la libertad de expresión, con esos modos infames, no se puede consentir. No podemos hacer la vista gorda, sencillamente no. Me uno, pues a la campaña de Amnistía Internacional en favor de Ayat (www.es.amnesty.org/actua/acciones/bahrein-poetisa-ayat-al-qarmezi/ ).
    Tras las apariencias, acecha la violencia. Vivimos, por fortuna para nosotros, en mejores condiciones que los habitantes de Barhein, cuya indignación ha sido reprimida con la ayuda de soldados venidos de Arabia Saudita y con fuerzas de seguridad realmente atroces. Pero tampoco deberíamos confiarnos. En realidad, no nos engañemos, todos los indignados somos Ayat.

viernes, 24 de junio de 2011

EL CASO SAMARAS


   A  Antonis Samaras, líder de la oposición parlamentaria griega, le aprietan las clavijas para que a ceda chantaje político-financiero que tiene a su país de rodillas. Se trata de que   apruebe de una vez los draconianos ajustes, con lo que el trágala vendría avalado por la “unidad nacional”.  Samaras se niega en redondo: “Me están proponiendo que apoye una medicina para alguien que se está muriendo por culpa de esa misma medicina. No lo haré.”
   Lo interesante del caso es que Samaras es un político conservador, de centro derecha o de derecha a secas. ¿Cómo es posible que un derechista resista más que un socialista al chantaje  del sindicato de intereses derechista que rige  esta Europa principios del siglo XX?
    He oído decir que Samaras  sólo pretende demoler a Papandreu, un juicio absurdo, resultado de interpretar  la situación política griega en clave española. Es una manera de pasar por alto lo principal.
   Atentos a la deriva de la izquierda europea hacia la derecha, atentos a la traición de la izquierda, al sacrificio de la socialdemocracia en al altar del capitalismo salvaje llevado a cabo por individuos que no la representaron jamás, por individuos que, como Tony Blair, habrían dado arcadas a Bernstein, no solemos prestar ninguna atención a la transformación de la derecha, no menos alucinante.
    Resulta que la derecha juiciosa de después de la II Guerra Mundial también se ha ido al diablo, o Samaras no estaría tan solo.  Sólo nos queda la derecha insensata. Pronto ni siquiera nos acordaremos de que  existieron los De Gaspari y los Adenauer, muy conscientes de  necesidad de mantener la cohesión social. No estaremos para recordar, porque estaremos  con el agua al cuello. Pero a  algunos habría que recordarles que Lenin y Hitler no surgieron por casualidad.

jueves, 23 de junio de 2011

EDUCACIÓN: LA CEOE MUESTRA SUS CARTAS


      Con aires de superioridad e infalibilidad, el señor Joan Rossell y el Instituto de Estudios Económicos  nos acaban de trasladar la idea de no tiene sentido hacer enormes gastos en educación, pues el éxito de los alumnos no depende de algo tan prosaico sino de los condicionantes sociofamiliares y genéticos. ¡Acabáramos!
   He aquí un ataque en toda la regla contra la enseñanza pública y un adelanto de lo que la CEOE se trae entre manos.  A mí, hablando con franqueza, me da náuseas, porque me sé de memoria de quiénes vienen esas ideas tan brillantes, que en definitiva nos remiten a las legendarias tinajas de las que Zeus extraía, al azar, almas felices y desgraciadas.    
    Las más lamentables teorías en materia de educación han saltado el Atlántico. Los malintencionados narcóticos de la Fundación Heritage y del American Enterprise se van a escanciar generosamente entre nosotros. El falsario Burt y sus continuadores, desde  Jensen y Einsenck  a Murray y Herrnstein, tienen garantizado el porvenir, porque se dará a la operación un aire muy científico.
   Está clarísimo que se pretende repetir aquí la obra de destrucción  de la enseñanza pública que tuvo lugar en los Estados Unidos. Para que se entienda lo que está en juego y no extenderme demasiado, remito a mi artículo Apagar las Luces de la Razón http://www.tintank.es/?p=145 ).
    Desde que el presidente Nixon vetó los fondos para el programa Head Start hasta la fecha, echando mano de las mismas ideas que ahora la CEOE pretende servirnos como novedad (un cóctel de determinismo genético y de sociología a medida), ya sabemos adónde se quiere llegar y efectivamente se llega por ese camino: a la trituración del proyecto ilustrado, a la oscuridad y a una sociedad clasista. 
    No se trata sólo de gastar menos en educación, se trata de crear una sociedad distinta, menos preparada y, por lo tanto, más dócil, más fácil de engañar y manipular. Afortunadamente, la CEOE del señor Rossell ha llegado tarde, con varias décadas de atraso, y  no ha podido impedir que miles de jóvenes bien preparados anden por allí, fuera de programa y sumamente indignados.  Quede claro: si por mi fuera,  la educación de los españoles jamás llegaría a estar en manos del señor Rossell y de quienes piensan como él.

miércoles, 22 de junio de 2011

EL INFORTUNADO CASO DE GRECIA, COMO REPETICIÓN Y COMO ANTICIPO


    Uno ya no puede andar por la vida sin fijarse en lo que pasa más allá de sus fronteras.  La Junta del Dolor (la expresión es de Krugman) está jugando con el pueblo griego como el gato con el ratón.  El partido socialista capitaneado por Papandreu hará todo lo que dicha Junta le pida, haciendo oídos sordos a la tremenda indignación de las víctimas.
    Vistas las cosas desde la óptica del poder global, es estupendo que sea el partido socialista griego el que asuma con tan elevado sentido de la “responsabilidad” el papel de vendepatrias. Pero esto será fatídico, para el partido y para el entero sistema democrático griego.  Ya tenemos aquí, en Europa, el drama del Tercer Mundo, todo el sufrimiento del Sur.
    Una vez más, me permito recomendar la lectura, en caliente, de La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre, de Naomi Klein. Lo que les está pasando a los griegos no tiene nada de novedoso. Estamos ante una repetición. El libro es importante porque pone de manifiesto cómo se las gasta la Junta del Dolor. Tres palabras acuden a mi mente: chantaje, violencia y miseria. Se sobreentiende que la violencia tendrá que correr a cargo de Papandreu. Muy triste, muy visto.

martes, 21 de junio de 2011

LA RESPUESTA DEL EUROGRUPO…


    Se ha celebrado en Luxemburgo una tenida del Eurogrupo  y, al término de la misma,  Jean Claude Juncker, su presidente, y Olli Rehn, comisario europeo de Economía, nos han aclarado la situación. Dicen comprender a los indignados, pues  “los más débiles” tienen que pechar con una “factura desproporcionada” como consecuencia de la crisis.
     Al menos, reconocen que hay algo indignante en todo esto, lo que  no quiere decir gran cosa:  a continuación  afirman que no hay nada que se pueda hacer al respecto.Es más, se desprende de sus comprensivas palabras que la indignación es muy peligrosa: no vaya a ser que se contagie la desconfianza, no sea que los países más indignados acaben fatal, como Grecia, hoy en el ojo del huracán.
    Más que la “comprensión”, lo que me llama la atención es la amenaza, ya con valor de respuesta formal.  El presidente y el comisario declaran que Atenas no tiene más remedio que tragar con las medidas de “ajuste” y “privatizar”, y  hacerlo rápido, o irá a la quiebra (una desgracia peor que tragar).
    Los modales de ambos caballeros son exquisitos, con un toque de conmiseración  muy de agradecer, pero estamos, obviamente, ante un chantaje, un chantaje al pueblo griego y, por extensión, a la Europa menos pudiente. Esta es la situación, en efecto, y haríamos bien en sentir el puñal en las costillas.
   Yo no recuerdo haber participado en la elección de los señores Juncker y Rehn, y creo que nadie se acordará de ellos cuando se haga memoria sobre los pasos en falso conducentes a la ruina del sueño europeo.  Y eso que, como servidores de lo que Krugman llama el Comité del Dolor, son de  lo más intrigantes, no como políticos (desgraciadamente ínfimos) pero sí  desde el punto de vista psicológico y moral.

miércoles, 15 de junio de 2011

¿CUÁNTO DURARÁ EL BUEN ROLLO?


      Desde la Transición hasta la fecha, descontadas las excepciones –el tono de  reyerta de los "debates" parlamentarios y la bilis negra de ciertos medios de comunicación–, el buen rollo se ha establecido entre nosotros. Formamos parte de un pueblo experimentado y escarmentado, que sabe lo que se juega y que por nada del mundo quiere volver a las andadas. De  ahí que el movimiento de indignación se haya caracterizado por eso, por el buen rollo, por las buenas maneras, mucho mejores que las de ciertos elementos de la élite política y empresarial que han sido los primeros en sembrar vientos sin pensar en las tempestades. Si indignación y civismo pueden ir de la mano, este movimiento lo ha demostrado hasta la fecha de manera elocuente, en grado insuperable.
    Pero la gran pregunta es cuánto durará el buen rollo. Como ya he dicho alguna vez, la responsabilidad por lo que pueda ocurrir no depende solamente de los indignados. ¿Ha sido capaz el poder establecido de responder a las demandas, de hacerse cargo de los problemas planteados?
     A los indignados les ha sido dada la callada por respuesta. Y esto, obviamente, no ha calmado los ánimos.  Todo lo contrario. La clase política ha hecho las cosas tan mal que Cayo Lara, contra toda lógica, fue rociado con agua e insultos en Tetuán, donde se manifestaba, como un indignado más, para evitar un desahucio. Hay gente tan indignada que no traga a ningún  político,  o no se entiende el mal rato que le hicieron pasar. 
    La mano dura del catalán Puig sólo podía servir para elevar el grado de indignación, como estamos comprobando en estos momentos.  Si al final el poder  apela al “uso legítimo de la fuerza”, como amenaza Mas, en estos momentos respaldado desde Madrid, el buen rollo se podrá dar por terminado, si es que no debemos darlo por ya finiquitado, a la vista de los heridos de las últimas horas.
     El ninguneo y el maltrato darán la razón a los elementos más radicalizados del movimiento, hasta la fecha atados en corto desde dentro. Y en el supuesto  de que éste consiga que la indignación no se salga de madre, pueden surgir otros problemas clásicos.  Me refiero a la aparición de los provocadores de pago,  llamados a actuar con el fin de justificar el “uso legítimo de la fuerza”. No sería la primera vez que sucede. Y también, desde luego, hay que contar con los provocadores de extrema derecha. En Barcelona han sido detectados varios personajes que dan mucho que pensar.
     Ya ha dado comienzo es la descalificación del movimiento, que si huele a porro, que si no se atiene a la ley, que si ocupa espacios públicos, que no respeta a los parlamentarios democráticamente elegidos, que si holgazanes, que si mastuerzos, que si cuatro gatos, etc.  Naturalmente, con estas cominerías, con estos golpes bajos, no se va a ninguna parte. La indignación está más que justificada y esto lo sabemos todos, no sólo los cinco millones de parados, siendo obvio que la legitimidad democrática  no se puede usar indefinidamente para pisotear en bien común. ¿Por qué creemos que los indignados catalanes se han manifestado ante el parlamento autonómico, algunos de ellos ya airados? Por los recortes sociales que figuran en la agenda política oficial, no por capricho, no por capricho, no por capricho...
     

lunes, 13 de junio de 2011

ESTADOS UNIDOS SE/NOS ASOMA AL ABISMO


    Según los sesudos cálculos de Bill Gross, director  de PIMCO, un gigante entre los fondos de inversión, la deuda real de Estados Unidos asciende a la pavorosa suma de  CIEN BILLONES DE DÓLARES. La situación de la potencia hegemónica es, hablando en plata, mucho peor que la de Grecia, un caso desesperado.El señor Gross ha hablado claro, lo que en sí mismo es un dato novedoso y poco tranquilizador.
     Doy por sentado que “la pobre gente que paga impuestos”, a ambos lados del Atlántico, será puesta a pan y agua. En cuanto a la pobre gente que nada puede pagar porque nada tiene, o porque es un bebé, un niño o un anciano,  mejor no pensar… La operación ya está en marcha, con los consabidas maniobras de prestidigitación, por ejemplo con el cuento de que los “recortes” y las “reformas” –todas en sentido retrógrado– son la mejor solución al problema que , obviamente, no van a solucionar.
   Pero una cosa es desplumar a quienes no pueden defenderse e incluso cargar sobre ellos la responsabilidad de la tremenda e insensata juerga, y otra distinta,  hablando ya de poder a poder, controlar las consecuencias. Ahí tenemos a China, que ha financiado las  guerras en que se ha metido la potencia hegemónica, como está Rusia, como está Europa, y otros países emergentes, como la India o Brasil. ¿Se dejarán desplumar también? Cien billones de dólares es mucho dinero.
     Me acuerdo del caso de Raskolnikov, dominado por una viejecita usurera, a la que debía un montón de pasta. ¿Se acuerdan de la novela de Dostoievski? Raskolnikov, fuerte él, asesinó a la anciana, como era de temer. En fin, que nada me gustaría menos que figurar en la lista de acreedores de la arruinada potencia hegemónica. Y hasta puedo entender que los prestamistas sigan prestando, no sea que el prestatario se enfade. Pero estas cosas tienen un límite.
     En los viejos tiempos, cuando un país no pagaba, cuando se empeñaba en pedir más créditos que jamás podría devolver, aparecían las cañoneras. El problema, ahora, es que las cañoneras las puede mandar el país deudor y que, tal como están las cosas, da completamente igual que tengan que operar a crédito. Con ello quiero decir que, o las altas instancias planetarias recapacitan, como se recapacitó tras la II Guerra Mundial, o la cosa se les puede ir de las manos. La verdad es que no sólo estoy indignado; también estoy alarmado. 

viernes, 10 de junio de 2011

JORGE ASPIZUA TURRIÓN

     Se ha ido –se me ha muerto–, mi querido Jorge Aspizua, joven aún, antes de tiempo (y me duele como una fatalidad, como una injusticia irreparable). Su  Harka ha enmudecido, el libro quedó sin escribir, no pudo ser. Nuestra conciencia histórica se ha quedado más pobre, nuestra memoria, con un enorme agujero.
    Le conocí hace treinta años. Indagaba él por aquel entonces la vida del general Rojo, y quiso saber si, en algún momento, había podido entenderse con  Dionisio Ridruejo. Siguiendo la pista del asunto con la tozudez de un sabueso, llegó hasta la señora de Ridruejo, que me lo presentó. Sabe Dios cuántos papeles tuve que revolver hasta dar con las líneas que probaban el establecimiento de un vínculo de solidaridad entre el general y el poeta. Y es que, como historiador, Jorge tenía una incurable necesidad de “papeles”, de “pruebas”. Nos hicimos amigos.
    Él era un estudioso del poder real, al par que un  teórico del poder, o sea, que íbamos en línea recta hacia los temas más duros de roer para la conciencia moral, animándonos a ir un poquito más lejos cada vez,  siempre con la intención de acercarnos a la verdad todo lo posible, nosotros que estábamos de vuelta de la verdad con mayúscula.
    Para mí, charlar con Jorge era de lo más excitante, una especie de narcótico. A ratos, me bastaba con dejarme llevar por sus iluminaciones para volver a mis papeles con la mente extrañamente despejada. Como historiador, como geoestratega y como intérprete de la realidad que está del otro lado del telón mediático, bordeaba la genialidad. Tenía el raro don, propio de los grandes historiadores, de conservar una extremada sensibilidad moral junto a un rigor analítico implacable. Uno lo hubiera podido confundir con un erudito, pero no hay eruditos ágiles, y él era agilísimo, y de punzante sentido del humor.
    La enfermedad, extremadamente cruel, con repetidos pasos por el quirófano, nunca pudo con él: Había un Jorge estoico que nunca olvidaré, que acudirá en mi ayuda en los malos momentos. Tampoco  olvidaré su última palabra inteligible, ya en el trance de la agonía, no sé si un llamamiento o una declaración,  un deseo, un consejo, o un resumen: “Elegancia”. Ahora descansa,  pero no me sirve de consuelo.  

miércoles, 8 de junio de 2011

LATINOAMÉRICA: LECCIONES POLÍTICAS


     Ollanta Humala acaba de alzarse con la presidencia de Perú, dejando maltrechos los sueños de Keiko Fujimori. A pesar del masivo apoyo del capital  a la hija del caudillo neoliberal Fujimori (el hombre que subastó los  bienes de Perú en beneficio de los tiburones de las finanzas y de sus propias apetencias), el pueblo se ha decantado, claramente, por el “indigenista” Humala. Y es que el neoliberalismo no tiene porvenir en aquel subcontinente hasta ayer mismo entregado de pies y manos a derechistas y vendepatrias ebrios de narcóticos neoliberales.  A pesar del triunfo del ricachón Piñeira en Chile, la tendencia general está clara. 
     Hay grandes diferencias entre la señora Kirchner y Hugo Chávez, como las habrá entre Humala y Dilma Roussef, pero América Latina se ha escorado hacia la izquierda. No por casualidad, sino por experiencia. Allí prevalecen las personas que ya saben a qué atenerse en lo tocante al neoliberalismo económico y buscan otras fórmulas.  
    Comparados con los latinoamericanos, los europeos estamos, a estas horas, completamente en la luna. El caso portugués es interesantísimo. Unos socialistas que de tales sólo tienen el nombre han sido barridos en las urnas por un partido que tiene la desvergüenza de llamarse “socialdemócrata” sin serlo en absoluto. 
    Si no fuesen tan arrogantes, los políticos europeos aprovecharían  las lecciones  latinoamericanas, en previsión de males mayores, dejarían para otro momentos los turnos, los juegos entre azules y colorados; y los pueblos, harían algo mejor que votar a personajes como Blair o Berlusconi.    
    Cuando los que no representan a sus pueblos sino a los amos de las finanzas y a las minorías satisfechas agoten su ciclo, cuando la gente se harte de los Zapateros, los Sócrates y los Papandreu  y simultáneamente de los Sarkozy y los Cameron, tan vendidos al capital como los Carlos Andres Pérez y los Carlos Menem, ¿qué creemos que va a pasar? 
    Puede que no esté lejos el día en que nos toque lamentar la ausencia, por estos lares, de personajes como Evo Morales, Dilma Rousseff o Ollanta Humala, esos líderes latinoamericanos que cargan con el aborrecimiento de nuestros traficantes de ilusiones. El juego de no ser de derechas ni de izquierdas no va a durar mucho, lo presiento, y vaya por adelantado que estoy mucho más cerca de Evo Morales que de Marine Le Pen.

jueves, 2 de junio de 2011

EL LAMENTABLE SEÑOR BLAIR SE PERMITE DAR CONSEJOS


    Tony Blair anda por aquí, y no de paseo. Ha venido  a participar en el Foro Novartis de Excelencia  y, de paso, a entrevistarse con Zapatero, por lo que es noticia.  ¡Vaya personaje!
   Después de hacer papilla al partido laborista, de meter a su país en la guerra de Irak, aferrado al título de “progresista” que le han concedido graciosamente los intelectuales orgánicos, el pío caballero se permite dar consejos. A su juicio, hay que “escuchar” a los del 15M, pero no permitir que te gobiernen.  Una cosa es que el derecho de protestar sea legítimo, y otra distinta atribuir legitimidad a lo que dicen los que protestan, nos explica, sibilino como siempre. Ni que los indignados estuvieran ladrando o maullando. 
   El señor Blair ha ido bastante lejos al afirmar que la prioridad de Europa ya no debe ser la paz sino el poder. Traduzco: el falso laborista, que siempre tuvo esa prioridad, nos está invitando a tomarnos a guasa no sólo la paz en el mundo sino también la paz social. Sin pensar en las consecuencias, de lo que él es incapaz.

miércoles, 1 de junio de 2011

SIN NOTICIAS NI DE AQUÍ NI DE ALLÁ


    No deja de ser asombroso el grado de ignorancia en que nos vemos sumidos en la “era de la información”.  Cuando uno cree estar, por fin, enterándose de algo, zas, pierde el hilo,ya se trate de Ruby Rompecorazones o de Bin Laden. En lo tocante a Fukushima, por ejemplo, heme aquí tan ignorante como lo estuve en los tiempos de Chernobil.  Los periódicos no dicen gran cosa, Internet tampoco. Contemplo, eso sí, un conejo blanco sin orejas, más bien torpe él, y se me da ocasión de reflexionar ante el hecho de que doscientos jubilados se hayan ofrecido para actuar como liquidadores. Me siento rodeado de brumas soviéticas.
     ¿Sabe alguien cómo van las cosas en Irak? ¿Y en Afganistán? ¿Se fueron ya de Bahrein las tropas de Arabia Saudita? ¡Ni idea!  ¿Qué está pasando en Túnez? ¡Vaya usted a saber!  ¿Lleva trazas la junta militar egipcia de dar satisfacción a las demandas de democratización expresadas en la plaza de Tahir?  ¿Qué está pasando realmente en Siria? ¿Dispara el presidente Al Asad contra su pueblo porque se ha vuelto loco o porque le disparan?  ¿Y cuál es la situación en Libia? ¿Son los rebeldes más demócratas que Gadafi?  
    Tengo la odiosa sensación de estar siendo engañado, distraído con juegos trileros, con  una sucesión de sofismas. Más allá de las “noticias”, es posible entrever realidades oscurísimas.
    En el caso de Fukushima, lo de siempre: minimización de lo sucedido, dosificación de los datos, revelación neurótica de pequeñeces, encubrimiento de las chapuzas y silencio, mucho silencio, hasta por parte de la dignísima OMS.
   También lo de Libia tiene mal aspecto. La intención humanitaria, como era de prever, ha desembocado en otra cosa muy distinta, en la que España está implicada en grado para mí desconocido. Hasta bombas de racimo están cayendo allí, y proyectiles de uranio enriquecido también. En medio del apagón informativo, se perciben vibraciones siniestras, intereses geoestratégicos y petroleros, lo que promete enormes e injustificados sufrimientos.